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50 Años del Congreso Cultural de Cabimas

Fuentes: Rebelión

Traigo a colación extractos del libro “Memorias Congreso Cultural de Cabimas sobre la Dependencia y el Neocolonialismo” que publicó la Fundación Editorial El Perro y la Rana en 2017 que compilaron los compañeros Joussette Rivodó y José Luis Omaña para conmemorar tan maravilloso hecho realizado en una de las más ricas y depauperadas zonas del país como era la Costa Oriental del Lago de Maracaibo:

“Nosotros, trabajadores intelectuales, obreros y campesinos reunidos en la ciudad de Cabimas, inspirados en las exigencias de nuestro pueblo, que son las exigencias de la lucha de emancipación que iniciaron nuestros grandes héroes, disponemos profundizar nuestra participación en el debate político y en la acción liberadora y llamar a la constitución de un auténtico frente de fuerzas populares y revolucionarias por la liberación nacional y el socialismo”. Este hermoso compromiso que parte de la conjunción de ideas, surge de las entrañas de pueblo que se sumergió en el debate en el Congreso Cultural de Cabimas sobre la Dependencia y el Neocolonialismo que se celebró los días 4, 5 y 6 de diciembre de 1970 en la ciudad de Cabimas, estado Zulia, al occidente de Venezuela.

A continuación vamos a transcribir algunas lecciones de este importante foro, tomando como referencia la publicación “Memorias Congreso Cultural de Cabimas sobre la Dependencia y el Neocolonialismo” que publicó la Fundación Editorial El Perro y la Rana en 2017. La ciudad de Cabimas albergó durante tres días a una gran cantidad de venezolanos que llegaron desde distintos puntos del país y de otras personas del exterior, al respecto expondremos lo que con respecto a esto afirma el poeta William Osuna: “Pudimos comprobar la generosidad atribuida a los hermanos masones. Ellos nos dieron comida y nos repartieron en sus casas. A mi me llevaron a una casa que llamó mi atención porque tenía un balancín en el patio. Ese balancín en el patio no cesaba en toda la noche. Yo me asomaba a la ventana y aquel balancín parecía uno de esos animales prehistóricos que se agachan y se levantan… El petróleo estaba allí por todos lados. Cabimas era así. Había zonas donde el petróleo burbujeaba en la superficie… Cabimas era una gran pobreza. Ranchitos, pequeñas casas, edificios menores. Para cualquier sociólogo o antropólogo aquello era una golosina deliciosa de estudiar. Se podía ver la pobreza, el hambre en sus habitantes. Precisamente, por eso fue escogida, porque le tributaba a Venezuela una gran riqueza, y el imperio por otra parte, lograba edificar su progreso económico con esa riqueza”

Al respecto indica también Ángela Zago, exdirigente comunista para aquella época: “La población de esta ciudad construida sobre un charco de petróleo y con las peores calles que ninguna otra ciudad pueda tener recibió a cerca de los mil delegados, ‘extraños’, a un Congreso que ya por su nombre se delataba: ´sobre dependencia y neocolonialismo´. Los barrios 23 de Enero, Campo Elías, Barrio Nuevo y muchos otros alojaron en sus casa durante tres días a personas que únicamente se identificaban diciendo “ser asistentes al Congreso.”

En palabras de Joussette Rivodó y José Luis Omaña, en el Congreso Cultural de Cabimas se denuncia “la injerencia del imperialismo padecida por el pueblo venezolano a través de la agenda neoliberal de los gobiernos de derecha, quienes impulsan el proceso de quiebre político de los partidos de izquierda. El intervencionismo extranjero también se ve en la neutralización de las universidades, en la captación de cuadros por la seducción del capital, así como en una de las mayores arremetidas políticas contra la organización popular. El Congreso reconoce la función política del campo cultural: pone en evidencia que el neocolonialismo y la dependencia se ejercen contra nosotros a través del campo intelectual y cultural, y que por eso la cultura es uno de los principales terrenos para defender nuestra soberanía y hegemonía popular.”

El Congreso Cultural de Cabimas se trazó como fin: “1) la estructuración del frente revolucionario socialista; 2) la acción sostenida y consecuente de las clases desposeídas que liquidara el reformismo capitalista, capaz de culminar en un Encuentro Proletario Nacional, punto de arranque de un amplio movimiento proletario contra de la dependencia y el neocolonialismo; 3) la profundización de un movimiento estudiantil y de educadores que replanteara las formas organizativas y de lucha, ´factibles de ser discutidas y aprobadas en un Encuentro Nacional de Estudiantes y Trabajadores de la Educación; 4) la creación de un amplio frente democrático en defensa de los derechos humanos y en solidaridad con los presos políticos [no políticos presos]; 5) “el incremento de la actividad ideológica de difusión e investigación creadora del marxismo leninismo y de la política estratégica y táctica revolucionaria venezolana que acreciente la lucha de clases´”.

“La izquierda necesitaba replantear su existencia, superar la división, el dogmatismo y el burocratismo. ´Asumir plenamente la autocrítica y el cuestionamiento, alcanzar una metodología que hiciera factible un mínimo de unión y coordinación para la formación de una dirección común, producto del trabajo con el pueblo. Dirección mínima y no máxima. Democrática y no burocrática. Crítica y no dogmática. Autoridad real y no artificial´”.

Sobre el Congreso Cultural de Cabimas, Juan Calzadilla, nos dice “Yo creo que Cabimas fue más para concentrar, para reunir y discutir lo ya existente, para macerar lo que se había producido, para enterarnos, abrir los ojos, etc., y la parte más original, más creativa especialmente en lo cultural, fue en Barquisimeto, a partir de ese momento se vio mucha originalidad y creatividad en el espacio cultural, y es a partir de ese momento cuando, por ejemplo, se empezó a producir sobre el tema de la identidad nacional, sobre antecedentes de lo que es la Venezuela criolla, el mundo indígena, el mundo afro, los diversos tipos de mestizajes, los diversos sentidos que recibe la identidad nacional. Allí, se sintieron las diferentes corrientes, más o menos ortodoxas, otras innovadoras, sobre el tema de la identidad. Fue una tarea que se dio pero más adelante, e indudablemente si no es por el impulso de Cabimas tampoco hubiera pasado, o sea que la misma reunión de Barquisimeto también se debió, como se me reconoció a cada rato, gracias al antecedente cabimero.

La forma tan bonita como nos trató la población local, y la hermandad, indudablemente nadie negaba que aun dentro de la izquierda manejábamos pensamientos, códigos distintos, veníamos de diferentes disciplinas, un antropólogo no piensa lo mismo que un sociólogo o un escritor, un poeta, un músico, pero de cualquier manera, allí hubo tiempo y margen para preocuparnos por todos estos aspectos. Indudablemente se logró mucho, como te digo, congregar esfuerzos acerca de lo que es definir aunque fuera básicamente lo que es dependencia, lo que es imperialismo y a raíz de eso nos trazamos tareas comunes que en ese momento, y aun antes, eran bastantes, sobre todo como reemplazar la lucha armada en una situación que exigía otro tipo de participación.”

Prosigue Juan Calzadilla: “antes de Cabimas había una especie de bajón en cuanto al compromiso en los intelectuales, especialmente de los escritores, de los poetas y entonces en ese momento surge una intelectualidad muy vigorosa pero también muy patriótica y con mucho deseo de provocar un cambio revolucionario, por lo menos progresista aun cuando por supuesto la literatura de la dependentología y también la que posteriormente se escribió, tampoco nos ayudaba mucho porque realmente a todos nos tomó por sorpresa tanto la aparición del comandante Chávez como lo anterior que provocó su aparición.

Ese minuto que el habló fue una tremenda sorpresa para todo el país y para los intelectuales, porque si bien buscábamos la forma de como romper la dependencia, realmente a pesar de los esfuerzos había muy poca o quizá ninguna probabilidad de lograr un verdadero cambio y seguir siendo el país petrolero, bananero, dependiente, etc. O sea que realmente con toda dependentologia y postdependentologia y también esa literatura sobre imperialismo y esa literatura sobre capitalismo, entendimos perfectamente que estábamos inmersos en el capitalismo, pero todo eso nos pareció más que un enemigo a vencer, nos pareció una fatalidad, una fatalidad de la cual dificilmente podíamos escapar, un encadenamiento.

Y por eso es que tiene tantísima importancia la aparición del comandante Chávez como la figura que echó por tierra esa, digamos, maldición gitana. Sabíamos perfectamente que éramos dependientes, pero no se veía ni un rayo de luz ni, como se dice vulgarmente, no se veía la luz al final del túnel, era un túnel recto, larguísimo que no conducía a ninguna parte, esa era la concepción. Ahora la lucha era más optimista, sin mayor esperanza, pero fíjate que a pesar de eso se produjo un trabajo brillante cuando aparece la figura de Chávez y todo ese trabajo fue premiado indirectamente”.

El concepto de cultura utilizado en el Congreso Cultural de Cabimas, según declaración de Luis Britto García: “… fue el más amplio, porque fíjate que fue un Congreso Cultural, pero en el cual hubo mesas donde se debatía sobe la ciencia, sobre el desarrollo, la cuestión política, la lucha armada, el compromiso intelectual… Entonces, evidentemente el concepto de cultura que se manejo fue el más amplio, la totalidad de las manifestaciones creativas del ser humano. Hay que añadir a esto que no solo fue un debate más o menos académico, sino que hubo una cantidad de actividades culturales anexas al encuentro”

Participaron en este importantísimo evento, haciendo causa común con el pueblo de Cabimas, nuestros referentes político – culturales, entre otros, Edmundo Aray, Juan Calzadilla, Carlos Contramaestre, Enrique Corao, Pedro Duno, Salvador Garmendia, Héctor Malavé Mata, Ángel Márquez, José Enrique Mieres, J.R. Nuñez Tenorio, Ramón Palomares, Eli Saúl Puchi, Alfonso Ramírez, Luis Cipriano Rodríguez, Víctor Valera Mora, Luis Britto Garcia, Maza Zabala, Silvio Villegas, Juan Calzadilla, Esteban Emilio Mosonyi, Rigoberto Lanz, Chela Vargas, William Osuna, Hector Silva Michelena, Heinz Rudolf Sonntag, José Enrique Mieres, Simón Sáez Mérida, Otto A. Maduro L., tambien Alfredo Chacón, el escritor alemán muy famoso, Hans Magnus Enzensberger y el Grupo “Tonel” de Barquisimeto.

Les invitamos a la lectura de esta memoria del Congreso Cultural de Cabimas a 50 años de su realización, publicado por la Fundación El Perro y la Rana, 2017

Transcripción: Wolfgang R. Vicent Vielma. Trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí. Profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Bolivariana,