Traducido por la diaria por acuerdo con The Intercept.

Un fragmento del chat privado entre Sérgio Moro y el entonces procurador general de la República Carlos Fernando dos Santos Lima muestra que el ex juez pidió a los fiscales de la operación Lava Jato que redactaran un comunicado de prensa para rebatir lo que calificó de “showcito” de la defensa de Lula después del testimonio del ex presidente por el caso del tríplex de Guarujá. El contenido forma parte del archivo “Los mensajes secretos del Lava Jato” de The Intercept.

Los fiscales acataron la sugerencia del actual ministro de Justicia de Jair Bolsonaro, en otra evidencia de que Moro actuaba como una especie de coordinador informal de la acusación en el proceso del triplex. En una estrategia de defensa pública, Moro concedió una entrevista el viernes al periódico O Estado de São Paulo en la que dijo que considera “absolutamente normal” que el juez y los fiscales conversen. Ahora, es evidente que no se trata sólo de “contacto personal” y “conversaciones”, como dice el ministro, sino de indicar cómo deberían comportarse los fiscales.

Junto con las extensas evidencias publicadas por The Intercept a principios de la semana anterior –en la que Moro y Deltan Dallagnol– conversan sobre el cambio de orden de las etapas de la operación Lava Jato, sobre nuevas operaciones, sobre consejos estratégicos y pistas informales de investigación, esta es una nueva prueba que contradice el intento de Moro de minimizar el tipo de relación íntima que tuvo con los fiscales.

A diferencia de la defensa de Moro, que sostiene que las comunicaciones eran banales –dice que contenían sólo noticias e informaciones, y que no ayudaban a los fiscales a elaborar estrategias (“existían a veces situaciones de urgencia, eventualmente uno también está allí y hace un comentario de algo que no tiene nada que ver con el proceso”, dijo al Estadão)–, estas conversaciones demuestran que Moro sugería estrategias para que los fiscales llevaran a cabo su campaña pública contra el acusado a quien estaba juzgando.

El showcito de la defensa

El episodio tuvo lugar el 10 de mayo de 2017, cuando Moro ya presidía un proceso criminal contra el ex presidente en el caso del “apartamento tríplex de Guarujá”. Eran las 22.04 cuando el entonces juez federal tomó el celular, abrió la aplicación Telegram y escribió a Santos Lima un mensaje del grupo de tareas Lava Jato en el Ministerio Público Federal en Curitiba.

“¿Qué te parece?”, preguntó Moro. El juez se refería al mayor momento mediático del Lava Jato hasta entonces: el 10 de mayo de 2017 brindó testimonio el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el proceso en el que era acusado –y por el que sería arrestado– de recibir como soborno un apartamento tríplex en Guarujá. Disponible en video, el enfrentamiento entre el juez y el político era el tema del día en el país. Tuvo el siguiente diálogo:

–Santos Lima – 22.10. Me pareció que estaba muy bien. Él comenzó polarizando con nosotros, lo que me dejó tranquilo. Incurrió en muchas pequeñas contradicciones y dejó muchas cosas sin responder, cosa que la gente no entiende bien. Que hayas comenzado con el asunto del tríplex lo desorientó un poco.

–Moro – 22.11. La comunicación es complicada pues la prensa no está muy atenta a los detalles.

–Moro – 22.11. Y algunos esperan algo concluyente.

Además del testimonio, había otro video de Lula que se expandía en las redes y se difundía en los informativos ese mismo día. Después de salir del edificio de la Justicia Federal, el ex presidente se dirigió a la plaza Santos Andrade, en Curitiba, y dio un discurso ante una multitud. Durante 11 minutos, Lula atacó la operación Lava Jato, al Jornal Nacional (informativo de la cadena Globo) y al entonces juez Moro; dijo que estaba siendo “masacrado” y terminó con una frase que sería incluida en su expediente judicial: “Estoy vivo, y me estoy preparando para volver a ser candidato a presidente de este país”. Era el lanzamiento informal de su candidatura a las elecciones de 2018. Un minuto después del último mensaje, se produjo el siguiente intercambio entre Moro y Santos Lima:

–Moro – 22.12. Tal vez mañana ustedes tendrían que editar una nota aclarando las contradicciones del testimonio con el resto de las pruebas o con el testimonio anterior de él.

–Moro – 22.13. Porque la defensa ya hizo su showcito.

–Santos Lima – 22.13. Podemos hacerlo. Voy a hablar con la gente.

–Santos Lima – 22.16. No estaré aquí mañana, pero lo más importante fue frustrar la idea de que él podría transformar todo en una persecución suya.

Moro, el juez del caso, se burlaba del demandado y de sus abogados al tiempo que suministraba instrucciones privadas sobre cómo mostrarse públicamente y controlar el relato en la prensa. Las afirmaciones del entonces magistrado que The Intercept divulga ahora contradicen también lo que él había dicho públicamente horas antes a Lula, el mismo día del juicio, al iniciar el interrogatorio del petista: que el ex presidente sería tratado “con todo respeto”. “Querría dejar claro que, a pesar de las alegaciones en este sentido, no tengo ninguna desavenencia personal contra el señor ex presidente. ¿Verdad? Lo que va a determinar el resultado de ese proceso son las pruebas que se recogerán, y la ley. También vamos a dejar claro que quien hace la acusación en ese proceso es el Ministerio Público, no el juez. Yo estoy aquí para escucharlo y para emitir un juicio al final del proceso”, dijo.

“¿Por qué resolvieron hablar ahora?”

Diez minutos después de la conversación con el entonces juez aquel 10 de mayo, Santos abrió el grupo Análisis de Clipping, en el que también estaban asesores de prensa del Ministerio Público Federal de Paraná. Él iba a estar en Recife al día siguiente, donde participaría en un congreso judicial.

–Santos Lima – 22.26.23. ¿No se puede arreglar una entrevista con alguien de la Globo en Recife mañana sobre la audiencia de hoy?

–Asesor 1 – 22.28:19. Posible es, sólo no sé si vale la pena. ¿Y todos los periodistas que están aquí y ya pidieron entrevista?

–Asesor 2 – 22.28.32. Pero, doctor, ¿cuál es el motivo?

–Asesor 2 – 22.29.13. ¿Cuál es la necesidad, en realidad?

–Santos Lima – 22.30.50. Es sólo un pedido. ¿Cómo va la repercusión en el colectivo de los abogados?

–Asesor 2 – 22.30.58. El rito normal del proceso [...] Ustedes nunca dieron entrevistas sobre las audiencias [...] Va a servir para vencer a la defensa [...] de nuevo...

Ocho minutos después, Santos Lima copió la conversación que mantuvo en su chat privado con Moro –en la que el juez sugiere el comunicado público para resaltar las contradicciones de Lula– y la pegó en otro chat privado con el coordinador del Lava Jato en el Ministerio Público Federal, Dallagnol. Eran las 22.38.

A esa hora, los fiscales del grupo de tareas discutían, en un chat llamado Hijos de Januário 1, si deberían comentar públicamente el testimonio de Lula. A las 22.43, Santos Lima escribió en el grupo, dirigiéndose a Dallagnol: “Leé lo que te envié”. Se refería a los mensajes que había intercambiado con Moro. Tres minutos después, Dallagnol respondería en cuatro posteos consecutivos en el grupo:

–Deltan – 22.46.46. Entonces tenemos que evaluar los siguientes puntos: 1) traer consuelo para el juicio y asumir el protagonismo para que quede más protegido y sacarlo un poco del foco; 2) contrabalancear el show de la defensa.

–Deltan – 22.47.19. Estos serían razones para evaluar, porque no hay certeza.

–Deltan – 22.47.50. El “qué” sería: apuntar las contradicciones del testimonio.

–Deltan – 22.49.18. Y el formato, estoy de acuerdo, tendría que ser un comunicado, para proteger y minimizar riesgos. El JN [Jornal Nacional] va a explotar eso mañana todavía. Si lo vamos a hacer, tendríamos que trabajar intensamente en eso durante el día para enviarlo alrededor de las 16.00.

Fue entonces el turno de Dallagnol para enviar al grupo Análisis de Clipping un mensaje de los asesores de prensa.

–Deltan – 23.05.51. Estimados, continúen evaluando la repercusión hora a hora, siempre que sea posible, en especial verificando si está siendo positiva o negativa y si los medios están explotando las contradicciones y evasivas. Las razones, para una eventual aparición, son: a) contrarrestar las manifestaciones de la defensa. Veo con normalidad hacer eso. En los otros casos no hubo algo así; b) quitar un poco el foco del juez que fue portada de las revistas de modo inadecuado.

A un asesor de prensa le extrañó el pedido y advirtió que podría ser un “tiro en el pie”.

–Asesor 2 – 23.15.30. Quien golpea va a seguir golpeando. Quien no golpea percibirá el cambio de posición y cuestionar. Es una parte del proceso. En mi opinión es emitir opinión sobre el caso sin que haya concluido [...] y abrir la brecha para que digan que se está queriendo influenciar a juez. El papel de ellos va a ser llevarlo al campo político. La prensa lo sabe. Y sabe que ustedes no suelen hablar de audiencias. Cambiar la postura va a abrir la posibilidad para otros cuestionamientos. ¿Por qué resolvieron hablar ahora? ¿Porque era el ex presidente? Y volverá el discurso de la persecución [...] es lo que la defensa hizo, hace [...] Porque no tiene cómo rebatir la acusación. Que la acusación use la misma estrategia puede ser un tiro en el pie.

Lo que los asesores no sabían era que no era el Ministerio Público Federal el que quería influenciar al juez, sino el juez el que estaba influenciando al Ministerio. Tres minutos antes de enviar estos mensajes al grupo, Dallagnol le había escrito a Moro. Además de elogiarlo por la conducción de la audiencia, el fiscal habló sobre el comunicado:

–Deltan – 23.02.20. Estimado, enhorabuena por haber mantenido el control de la audiencia de modo sereno y respetuoso. Estamos evaluando la eventual comunicación pública. La Globo News acaba de mostrar una serie de contradicciones y evasivas. Vamos a seguirlas.

–Moro – 23.16.49. Gracias. También tengo mis dudas de la pertinencia del comunicado, pero hay que pensar en las sutilezas involucradas.

El pedido de Moro para resaltar las contradicciones de la defensa de Lula sería discutida en el chat Hijos del Januário 1 hasta el final de la noche y también en la mañana del día siguiente, el 11 de mayo. Y, finalmente, sería cumplido. Los fiscales, acatando la sugerencia de Moro, distribuyeron una comunicado en la prensa, que fue difundido por Folha de São Paulo, el Estadão, Joven Pan y todos los principales medios y agencias del país. Las noticias se centraban precisamente en la palabra que deseaba el juez: “contradicciones”. En el comunicado, el grupo de tareas expuso lo que consideraba tres contradicciones del testimonio de Lula y refutaba directamente una alegación de la defensa del petista, que los fiscales consideraron mentirosa.

Esa noche, Dallagnol envió un mensaje a Moro para explicar por qué no explotó a fondo las contradicciones del petista:

–Deltan – 22.16.26. Informo aun que evaluamos desde ayer, a lo largo de todo el día, y entendemos, de modo unánime y con la Asesoría de Comunicación, que la prensa estaba cubriendo bien las contradicciones y que si nosotros nos manifestábamos sobre ellas podría ser peor. Pasamos algunas relevantes a los periodistas. Decidimos hacer un comunicado sólo sobre información falsa, informando que nos manifestaremos sobre otras contradicciones en las alegaciones finales.

La respuesta del ministro a The Intercept Brasil

Nos contactamos con la asesoría de Moro el viernes y presentamos con antelación todos los puntos mostrados en este reportaje. Recibimos como respuesta la siguiente nota: “El ministro de Justicia y Seguridad Pública no comentará supuestos mensajes de autoridades públicas tomadas por medio de invasión criminal de hackers y que pueden haber sido adulteradas y editadas especialmente, sin previo análisis de una autoridad independiente que pueda certificar su integridad. En el caso en cuestión, los supuestos mensajes ni siquiera fueron enviados previamente”. A pesar de calificar a las conversaciones de “supuestas”, Moro admitió el sábado la autenticidad de un chat. En una rueda de prensa dijo que fue un “descuido” el episodio en el que, el 7 de diciembre de 2015, envió una pista sobre el caso de Lula para que el equipo del Ministerio Público investigara. También entramos en contacto con la asesoría del Ministerio Público Federal de Paraná, que no respondió.