La especulación con el petróleo
Las señales son elocuentes: Aunque
la noticia todavía no es "masiva" la mayoría de los analistas "especializados"
coinciden por estas horas en que los precios del petróleo (el motor de los motores
de la economía mundial) ya no tienen techo ni control y los factores que lo
impulsan se multiplican, tanto como sus efectos sobre la la economía real a
escala mundial.
Se habla principalmente de dos
factores causales: La sobredemanda y la baja de la producción, y la feroz
especulación financiera con las acciones petroleras que los "inversores"
utilizan como refugio ante la crisis y caída de los mercados financieros.
Precisamente, según la cadena británica BBC,
algunos analistas prestigiosos como Fadel Gheit, director gerente de
Oppenheimer & Co o William Engdahl del Centro de Investigaciones sobre la
Globalización, están apuntando en esa dirección: la especulación financiera
en los mercados energéticos.
"Grandes actores del mercado
petrolero adquieren crecientes contratos de petróleo a futuro. Por efecto de
esta creciente demanda, esto aumenta el precio de estos contratos de futuros.
Por su parte, las refinerías acumulan más petróleo, porque saben que, aunque
esté a más de 100 dólares ahora, lo estará a mucho más en el futuro", dice
William Engdahl, un experto del Centro de Investigaciones sobre la Globalización
citado por la BBC.
Según le dijo el analista a
la BBC, el petróleo que se comercia en el mercado de futuros -donde se venden
barriles a un precio fijo en una fecha determinada- tiene un impacto directo y
deliberado en el precio del petróleo que se vende y compra diariamente.
Desde esta perspectiva, Goldman Sachs, junto a su equipo de expertos, no sería un desinteresado e imparcial
analista y mensajero de un mercado gobernado por los vaivenes de la demanda
y la oferta.
"El proceso de fijación del precio del petróleo es totalmente opaco. Sólo unos
pocos actores del mercado como Goldman Sachs y Morgan Stanley saben quién compra
y vende petróleo. Un 60% del precio petrolero se explica por la especulación
de grandes bancos y fondos de inversión como los hedge unds (fondos de
cobertura)", señala el experto William Engdahal citado por la BBC.
El otro factor clave en la suba
del petróleo, por ahora en
"estado latente", está configurado por los conflictos geopolíticos y
militares en "lista de espera" en las áreas claves de producción petrolera
de Asia, África, y Medio Oriente, donde sobresalen nítidamente, los conflictos
en ebullición de Irán y el Kurdistán iraquí.
Alerta roja de la AIE
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Publicado en The
Wall Street Journal |
Según
The Wall Street Journal, la
Agencia Internacional de Energía, organismo con sede en París, está en la mitad
de un gran estudio sobre la condición en la que se encuentran los yacimientos
petrolíferos más importantes del mundo.
Sus conclusiones -según el diario-
no se harán públicas hasta noviembre, pero el mensaje de fondo ya parece claro:
las reservas y los suministros futuros de petróleo podrían ser mucho más
escasos de lo que se creía hasta ahora.
La AIE ha previsto durante varios años que las reservas de petróleo crecerán
modestamente para adaptarse al aumento de la demanda, alcanzando los 116
millones de barriles al día para 2030, frente a los 87 millones actuales.
Ahora, la agencia está preocupada
por que el desgaste de los yacimientos y la falta de inversión llevarán a que
las compañías pasen apuros para superar los 100 millones de barriles diarios en
las próximas dos décadas.
"Las inversiones petroleras
necesarias pueden ser mucho, mucho más altas de lo que supone la gente", dijo
Fatih Birol, economista jefe de la AIE quien encabeza el estudio.
La Agencia Internacional de
Energía (en inglés International Energy Agency) es una organización
internacional, creada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) tras la crisis del petróleo de 1975-1979, que busca coordinar
las políticas energéticas de sus estados miembros.
La AIE fue creada en 1974 por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, como consecuencia de
la crisis del petróleo de esos años, y su objetivo inicial era coordinar las medidas que
fueren necesarias para asegurar el abastecimiento de petróleo,
particularmente en situaciones de emergencia.
Según el
Journal, los
pronósticos de la institución son ampliamente seguidos por la industria,
Wall Street y los países productores, de modo que "las malas noticias" podrían
poner con los nervios de punta a un mercado ya bastante desconcertado por
precios que superan los US$135 el barril, el doble de hace un año.
La AIE expresa su temor
de que la
falta de inversiones en muchos países de la OPEP, junto con la escasez de
incentivos para impulsar el bombeo, planteen serias dudas sobre cuánto
expandirá el cartel su producción.
Mientras tanto, los grandes
productores que no pertenecen a la OPEP, como México, EE.UU. y Rusia, ven cómo
su producción va decayendo y sus panoramas de inversión parecen inciertos,
señala el Journal.
"Esto es muy importante porque la AIE es tratada como el único guardián
independiente serio de los datos energéticos y pronósticos del mundo", dijo al
Journal Edward Morse, economista jefe de Lehman Brothers Holdings Inc.
Según el experto, el estudio
podría servir "de estímulo" para una mayor transparencia dentro de una industria
conocida por su profundo secretismo.
La AIE monitorea los mercados energéticos de los 26 países más desarrollados,
incluyendo Estados Unidos, Japón y Europa. Su papel consiste en actuar como un
contrapeso en el mercado a las posturas de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP). Es probable que el respaldo de la AIE a un
estudio pesimista acerca del suministro petrolero sea interpretado por la OPEP
como un nuevo llamado para bombear más crudo al mercado.
The
Wall Street Journal subraya
que las revelaciones del estudio coinciden con el pesimismo que
reina en gran parte del sector, articulado por varios ejecutivos de las grandes
petroleras.