Operación Carlota, “la más justa, prolongada, masiva y exitosa campaña militar internacionalista de nuestro país”
Fidel Castro visita las poblaciones de Quifangondo y Caxito, en compañía del presidente angolano Agosthino Neto, el 24 de marzo de 1977. Foto: Joaquín Viñas/ Sitio Fidel Soldado de las Ideas.
“Se iniciaba lo que dio en llamarse Operación Carlota, nombre en clave de la más justa, prolongada, masiva y exitosa campaña militar internacionalista de nuestro país. El imperio no pudo alcanzar sus propósitos de desmembrar Angola y escamotear su independencia. Lo impidió la heroica y larga lucha de los pueblos de Angola y de Cuba”.
El 2 de noviembre de 1975, en la localidad de Caporolo, un grupo de asesores cubanos enfrentó a fuerzas contrarias y por primera vez sangre cubana y angolana se derramó y se enraizó en tierras de África. El 4 de noviembre, tras conocerse la noticia de ese enfrentamiento, Fidel Castro ordenó el traslado de las primeras unidades de combate, por vía aérea y naval, dando comienzo a la Operación Carlota, una de las más singulares hazañas militares de la historia moderna.
Angola fue la lucha de todo un pueblo. Para llegar ahí el escritor colombiano, Gabriel García Márquez, escribió que “en los primeros días de la guerra, cuando la situación era urgente, Fidel Castro gastaría hasta catorce horas en la sala de comando del personal general, a veces sin comer o durmiendo, como si él estuviera en el campo de batalla él mismo”.
En una ocasión, el mismo Fidel explicó las razones del involucramiento de Cuba en África:
“Algunos imperialistas se preguntan por qué ayudamos a los angoleños, qué intereses tenemos nosotros allí. Ellos están acostumbrados a pensar que cuando un país hace algo es porque está buscando petróleo, o cobre, o diamante, o algún recurso natural. ¡No! Nosotros no perseguimos ningún interés material, y es lógico que los imperialistas no lo entiendan”.
“¡Estamos cumpliendo un elemental deber internacionalista cuando ayudamos al pueblo de Angola! Simplemente aplicamos una política de principios. No nos cruzamos de brazos cuando vemos a un pueblo africano, hermano nuestro, que de repente quiere ser devorado por los imperialistas y es brutalmente atacado por África del Sur”.
El día 5 de noviembre el Comandante en Jefe se reunió con los primeros voluntarios. Les habló “sobre todo de la invasión sudafricana. Dijo que algunos de los instructores cubanos habían muerto, que la situación era difícil, que debíamos detener a los sudafricanos antes de que llegaran a Luanda y que muchos de nosotros no regresaríamos. Dijo que le era muy duro decir eso y no acompañarnos”, relató el oficial René Hernández Gattorno, uno de los dispuestos a participar en la misión internacionalista.
Cualquiera de los hombres seleccionados podía decir que no; la decisión personal, con absoluta libertad, determinaba quien partía o no hacia el campo de batalla. Empezaba así la Operación Carlota, que duraría 15 años y medio, hasta el 25 de mayo de 1991, cuando los últimos 500 internacionalistas cubanos en África regresaron a la Patria, tras demostrar con creces el espíritu solidario de nuestro pueblo, y la capacidad de un pequeño país para movilizar numerosos medios y fuerzas militares. Por la República Popular de Angola, en el transcurso de los casi dieciséis años que duró la operación, llegaron a pasar 377 033 combatientes cubanos.
“El nombre de aquella operación, explicó Fidel, es a la vez símbolo y homenaje a los miles de esclavos que perecieron en combate o fueron ejecutados durante las primeras insurrecciones. En ellas se forjaron mujeres de la talla de Carlota, una negra lucumí de la dotación del ingenio matancero Triunvirato, que en 1843 encabezó uno de los muchos alzamientos contra el terrible estigma de la esclavitud y ofrendó la vida en el empeño”.
Fidel Castro es recibido por Agosthino Neto, primer presidente de la República Popular de Angola y máximo líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) en el aeropuerto de Belas, Angola, el 23 de marzo de 1977. Foto: Archivo de Sitio Fidel Soldado de las Ideas.
Para los cubanos, formados en una profunda vocación internacionalista, había un solo camino: no dejar solo al pueblo angolano en esa hora crucial. En la primera semana de octubre habían arribado nuestros hombres y el cargamento bélico en tres barcos e inmediatamente se habían creado cuatro centros de instrucción en diferentes direcciones del país.
Las fuerzas zairotas y el FNLA con refuerzos sudafricanos y de mercenarios blancos atacan el día 6, y con fuerzas mayores repiten la acción el día 10 en las posiciones patrióticas en Kinfangondo, 20 kilómetros al norte de Luanda con el objetivo de penetrar en la capital. En ambas ocasiones son rechazadas por unidades de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola (FAPLA) y parte del personal cubano y angolano del centro de instrucción de N'Dalatando.
En esos mismos días, entre el 8 y el 11 culminan exitosamente los combates de rechazo a la invasión de unidades regulares de Zaire y mercenarios blancos en Cabinda, donde los instructores cubanos, sus alumnos angolanos del centro y otras tropas de las FAPLA aniquilan el intento enemigo que deja en su retirada cientos de cadáveres sobre el terreno. Luanda y Cabinda estaban salvadas.
Fidel diría años después: “Por primera vez, en ese apartado punto de la geografía africana, la sangre de cubanos y angolanos se unió para abonar la libertad de aquella sufrida tierra”.
En el primer minuto del 11 de noviembre de 1975, el presidente Agostinho Neto, en medio de una impresionante multitud enardecida, anuncia al mundo el nacimiento de la República Popular de Angola.
“El imperio, aseguró el líder histórico de la Revolución, no pudo alcanzar sus propósitos de desmembrar Angola y escamotear su independencia. Lo impidió la heroica y larga lucha de los pueblos de Angola y de Cuba”.
Angola es liberada
Fidel Castro junto al presidente angolano Agostinho Neto, haciendo uso de la palabra en una concentración popular en el Museque de Golf, Luanda, en ocasión de su primera visita a Angola, el 24 de marzo de 1977. Foto: Joaquín Viñas/ Sitio Fidel Soldado de las Ideas.
A finales de 1987 se produjo la última gran invasión contra Angola. Sudáfrica y Estados Unidos lanzaron el último y más amenazador golpe contra el país. Pese al serio peligro de agresión militar que también enfrentaba Cuba, el gobierno revolucionario decidió de nuevo reunir a las fuerzas necesarias para asestar un golpe definitivo a las pretensiones sudafricanas. Como en 1975, un número ingente de tropas y medios de combate cruzaron rápidamente el Atlántico, desembarcando en la costa sur del país, para atacar junto al ejército angoleño a las poderosas fuerzas sudafricanas.
Esta vez fueron 55 000 los soldados cubanos que pusieron punto final a la agresión militar extranjera contra Angola. Pero suman millones los hombres y mujeres que aseguraron desde Cuba el éxito de cada misión y se esforzaron para que nada faltara a la familia del combatiente o colaborador civil. La gesta resultó decisiva para consolidar la independencia de Angola y alcanzar la de Namibia.
Fue además una contribución significativa a la liberación de Namibia y a la desaparición del régimen del apartheid en Sudáfrica. En total más de 300 000 combatientes internacionalistas, y cerca de 50 000 colaboradores civiles cubanos, se ofrecieron de forma voluntaria para una misión que no tiene parangón en la historia.
Como observó un analista sudafricano: “En Angola, soldados negros –cubanos y angolanos- derrotaron a las tropas blancas en combate, esa ventaja psicológica, esa ventaja que el hombre blanco ha disfrutado y explotado durante más de 300 años de colonialismo e imperio. El elitismo blanco ha recibido un golpe irreversible en Angola y los que estuvieron allí lo saben”.
Pocas veces una guerra, la acción humana más terrible, ha estado acompañada de tal dignidad, honestidad en los principios y la transparencia más absoluta en cada acción realizada por parte de los combatientes internacionalistas. Para Fidel “aquella extraordinaria epopeya nunca ha sido narrada cabalmente”, y “el imperialismo yanki realiza un extraordinario esfuerzo para que el nombre de Cuba no aparezca siquiera en los eventos conmemorativos”.
“Cuba al parecer nunca tuvo absolutamente nada que ver con la independencia de Angola, la independencia de Namibia y la derrota de las hasta entonces invencibles fuerzas del ejército del apartheid”.
Cuba cumplió con lo que dijera el insigne líder anticolonialismo Amílcar Cabral: “Los combatientes cubanos están dispuestos a sacrificar sus vidas por la liberación de nuestros países, y a cambio de esa ayuda a nuestra libertad y al progreso de nuestra población lo único que se llevarán de nosotros son los combatientes que cayeron luchando por la libertad”.
Fidel Castro recibe al líder sudafricano Nelson Mandela en el Aeropuerto Internacional José Martí, en ocasión de su primera visita a Cuba tras su liberación de las cárceles del régimen racista sudafricano del Apartheid, 25 de julio de 1991. Foto: Pedro Beruvides / Sitio Fidel Soldado de las Ideas
En un discurso pronunciado en Cuba en 1991, Nelson Mandela rindió tributo al pueblo de la isla y expresó su gratitud por su contribución a la libertad en África austral:
“Desde sus días iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan”.
Exactamente 19 años después del desembarco del Granma, en noviembre de 1975, un pequeño grupo de cubanos libraba en Angola los primeros combates de una batalla que se prolongaría por muchos años. “La hazaña de Angola y la lucha por la independencia de Namibia y contra el apartheid fascista fortaleció mucho a nuestro pueblo. Los incontables actos de heroísmo, abnegación y humanismo son un tesoro de extraordinario valor”, dijo Fidel en 2005.
“Esa hermosa tradición, concluyó, es hoy dignamente continuada por decenas de miles de médicos y demás profesionales y trabajadores de la salud, maestros, entrenadores deportivos y especialistas de las más diversas ramas, que cumplen con el deber solidario muchas veces en condiciones tan difíciles como las del combate, como es el caso del ya glorioso Contingente Henry Reeve”.
Rinde la última guardia de honor junto al entonces presidente de Angola José Eduardo Dos Santos ante los restos a internacionalistas cubanos caídos en honrosas misiones efectuadas en El Cacahual, el 7 de diciembre de 1989. Foto: Periódico Granma/ Sitio Fidel Soldado de las Ideas.
Tropas cubanas en Angola. Foto: Archivo
Combatientes cubanos en Cuito Cuanavale, Angola, marzo de 1988. Archivo de Cubadebate
En video, Los hijos africanos de Fidel
https://www.youtube.com/watch?v=tS1EFCQaD4Q&t=2s
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Quizás pocos compatriotas conozcan que en enero de 1976 adquirimos en la naciente Fuerza Aérea de Angola, un personaje que fue muy querido en nuestro círculo de combatientes y autotitulado "Jefe de la Intendencia". Era mi coterráneo Elio Revé Matos, creador del Charangón. De él conservo la guitarra que me regaló allí y que hoy atesoro como una medalla más. Tuvo una labor meritoria en su desempeño y todos lo recordamos con respeto y cariño. Allí encontré médicos, constructores, asesores, cocineros, barrenderos, profesores y más. La Operación Carlota fue la Misión Militar de todo un pueblo. Eso la distingue de cualquier otro ejemplo que se ponga. Lejos estábamos de pensar que estábamos escribiendo la página más brillante y hermosa de nuestro pueblo uniformado defendiendo una tierra y cielo ajenos.
Elio Revé se presentó con la orquesta que fue con él para Angola.
A 45 años del inicio de aquella epopeya su grandeza se puede percibir mejor por lo que representa en cualquier tiempo para Angola; África; Cuba y para el mundo. Pareciera imposible que una pequeña isla en el Caribe, a más de 14 mil kilómetros de distancia de Angola, a sólo 90 millas del imperio que en esos tiempos amenazaba con intervenir militarmente en nuestro país, fuera capaz de realizar semejante proeza enfrentando a la intervención de Zaire (actual República Democrática del Congo); grupos armados internos apoyados por EU y al poderoso ejército de Sudáfrica, que tenía el mito de la invencibilidad en África, y a la vez mantener la seguridad de nuestra patria. Haber llevado a cabo esa gesta, que contribuyó a lograr la independencia de Angola y de Namibia; y a eliminar el régimen del apartheid en Sudáfrica, demuestra la grandeza del pueblo cubano, del cuál más de 300 mil de sus hijos participamos en ella y más de 2 mil ofrendaron sus vidas en su cumplimiento; y de nuestro eterno líder Comandante en Jefe Fidel Catro, quien fue capaz de dirigirnos desde nuestro país.
Honor y Gloria a todos los que participaron en ella, de manera especial a los que ofrendaron sus vidas. La patria os contempla orgullosa.
Gloria a los héroes. La influencia decisiva de la ayuda cubana en Angola cambió el curso de la historia en esa región. No se debe olvidar lo que era el régimen del Apartheid, ni el apoyo indirecto, y directo, que los EEUU siempre le brindó.
!!!! Viva carlota ¡¡¡¡
Hoy tengo 64 años y me detengo en el tiempo, analizó las noticias de estos días sobre esta gran Operación y pienso que cada año hay que hablar sobre ella, por los cubanos que murieron lejos de su tierra y su familia, por los alli fueron grave o levemente heridos, por los que regresamos felizmente vivos pero con las huellas de una guerra que nos se nos olvidará jamás. Pienso que todos los que estuvimos allí somos héroes vivos, tenemos cada cual su experiencia, vivimos nuestros miedos y el riesgo de morir sin pensar en la suerte del regreso ileso. El homenaje a los combatientes no debe ser solo patrimonio de la Asociación de Combatientes, debe ir más allá, vale la pena pensarlo, por los héroes caídos, y por todos los que estuvimos allí....en cualquier parte del mundo representando a CUBA. No olvidemos a nuestros héroes, que se cuiden a los que están vivos, solo recordar, hace vestirnos de Verde Olivo.
Esta página gloriosa de nuestra historia merece una serie como la LCB.
José, de acuerdo 100%, somos parte de esa historia y sueño con publicar un libro sobre lo que allí viví del 87 al 89...ese es un sueño de mi padre y no he podido hacerlo realidad, es muy difícil publicar sobre ello. Deberían facilitar a los jóvenes de aquel tiempo para que se publiquen sus historias en algún sitio o revista...Fidel dijo que cada cubano que regresó de angola(vivo o muerto) tiene una historia que contar...pero...dónde las contamos...a quién se las contamos...gloria a mis hermanos muertos en mi grupo y fuera de él..
Me entristece los pocos comentarios. Gloria eterna a los caídos! Reconocimiento y apoyo a los que viven. Debería existir un sitio web dedicado a esa EPOPEYA.
La razón de pocos comentarios debe ser preocupante, acaso no tenemos nada que decir? Recuerdo cuando se filmó la Gran Rebelión hace muchos años, y ahora, la serie sobre La Lucha contra Bandidos. Debemos reenfocar la visión de la historia con el desarrollo tecnológico que se dispone.
Ojalá y se haga una serie como la de la lucha contra bandidos pero sobre la operación Carlota y también de la lucha en Girón
Felicidades hermano, estoy muy de acuerdo con usted,
Comunicador aéreo de la Caravana Camilo Cienfuegos ,Hector Macias Castillo
CubaDebate debe abrir una convocatoria para que participantes en la Epopeya de Angola cuenten sus experiencias.
Ya sabía que la operación militar en Angola se le llamó Carlota, pero hoy pienso con calma la gran sensibilidad de Fidel, fuimos a Angola a saldar nuestra deuda con Africa. Más de un cuarto de millón de cubanos participaron durante todos los años hasta lograr la liberación verdadera . Gloria eterna a los caídos y a todos los que voluntariamente participaron en la contienda
Hola a todos,
Yo fui el comunicador aéreo de la gloriosa Caravana Camilo Cienfuegos y siento mucho orgullo de haber podido también donar mi grano de arena como cubano en aquella tierra tan lejana ,todos los días de mi vida recuerdo con mucho orgullo todos esos momentos, siempre tengo muy presente a todos nuestros compañeros caídos ,gloria eterna por siempre en nuestros corazones
Mi admiración para aquellos hombres y mujeres que cumplieron misión internacionalista en tierras tan lejanas gloria eterna aquellos que no pudieron ver el triunfo la operación Carlota demostró la obra humanista de la Revolución Cubana VIVA LA REVOLUCION CUBANA la lucha continua y la victoria seguirá continuando porque de nuestro de lado está la razón
Tenia solo 20 años finalizaba Octubre de 1975 cuando estando saltando en paracaidas en la zona aledaña a la base aerea de San Julian en ña zona mas oeste de la provincia de Pinar del Rio , hacia mi salto numero 8 al siguiente dia sucederia algo diferente , temprano al amanecer se daba la orden de recoger y regresar de inmediato a la base de Direccion General de Operaciones Especiales , dicho mas fácil regresar de inmediato a la base de las Tropas Especiales del Minint en Jaimanitas al oeste de la ciudad de La Habana.Alli ya de inmediato comenzarian los preparativos para la intervencion mas grande de la Revolucion Cubana en defensa de la soberanía de un pueblo en otro continente , comenzaria en pocas horas la Operacion Carlota con el envio del primer Batallón , partieron por via aérea rumbo a la incipiente Repubica Angola , las tres compañias formadas por los combatientes mas aguerrido y experto de todas las unidades de combate de las tropas Especiales , del aeropuerto a Quinfandongo de aqui a los Morros de Medunda , ya en Quifandongo corrio la sangre joven cubana Lamadrd , Isasi pero la Mision habia sido cumplida detener las fuerzas Zairenzes y del FNL de Holden Roberto en los Morros de Medunda se sellaria para siempre la suerte de Africa al detener la invasion relampago de las Tropas Sudafricanas las lista de heroes y martires se haria mas larga Tenjido , Estavanell , Arturo Puig y otros que la memoria no recuerda gloria eterna a nuestros martires y heroes.Viva la Revolucion Cubana
Mi papá fue uno de esos héroes anónimos de la DGOE....Las famosas lomas de Primer Congreso, fueron su bautismo de fuego..
A propósito de este brillante discurso de nuestro Comandante amado , quiero compartir lo escrito cuandodo regresé de misiones miliares en África,
MEDITACION DEL COMBATIENTE NÚMERO 54295.
Por Ventura Carballido Pupo
Como una forma psicológica de hacer avanzar el tiempo en busca del entrañable acercamiento a los tuyos en la Isla que un día dejaste, sin saber que regresarías vivo, en el vuelo de regreso desde Luanda, Angola, retomé como hilo conductor unas profundas meditaciones, que me permití autoalimentarme al ubicar en el combatiente cubano tanta carga de comportamiento ético, conducta que pudiera resultar no creíble para los que están lejos de nuestro pensar, de nuestra manera de actuar, de la forma de proceder, de cómo fuimos educados y descubrir la grandeza de la obra por la que fuimos a pelear por otros pueblos donde expusimos nuestras vidas a cambio de nada material.
Angola: crecer y vencer
No traíamos en la barriga del avión ninguna maleta con bienes materiales para regalar a los familiares y amigos en nuestra querida Isla. Como equipaje de mano solo traía un pequeño bolso que regalaba la línea aérea angolana y en él, entre las cosas de más valor, dos pañuelos de mujer para el pelo, que me había regalado un militar de la Defensa Civil angolana, radicado en Cabinda, y un paquete de cigarros cubano de exportación del que nos llevaban los barcos al Congo, como regalo a mi atribulado padre; también, ropa interior para cambiarme cuando llegara a La Habana y una camisa, documentos que amparaban estímulos otorgados, por la sección política de una de las unidades en las que fui destacado y de la Fiscalía Militar, donde culminé mi estancia, y mi chapillde combatiente número 5429,5 que atesoro aún con mucho amor.
En mis bolsillos, ningún dinero, porque no éramos mercenarios que fuimos a la guerra a exponer la vida por riqueza, florecimos como combatientes Internacionalistas, de la gente de Fidel y de Raúl, representando a nuestro pueblo, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, a cambio de nada. La mayor estimulación no era llegar a encontrarnos con la familia y colmarlas de regalos, como suele ocurrir, en estos tiempos; el gran caudal de motivación que nos animaba era el cumplimiento de la tarea que se nos había encomendado, y recibir el cariño y homenaje ―como así fue―, de nuestros compatriotas acá, de mi familia, y del fuerte apretón de manos del General de Ejército Raúl Castro y otros oficiales de las FAR, que nos dieron la bienvenida.
Nos bajamos de aquel inmenso avión Il 62-M de la aerolínea soviética sin nada material. No tuvimos que ir a recoger ningún equipaje. Nuestra riqueza más grande fue la moral, el patriotismo y la satisfacción del deber cumplido con Fidel y el Partido.
De igual forma les ocurrió a los combatientes del Che a su regreso en 1965, y a todos mis compañeros de arma. Esa es la grandeza sui géneris de los internacionalistas cubanos que formamos parte de la Operación Carlota y otras misiones en otros países. Sin apego a nada material todo fue felicidad. Nuestra mayor tristeza es que no todos regresamos vivos.
Para no ser confundido, despojado de protagonismo alguno, inserto estas notas, en otro contexto, ya que sin perjuicio de que los colaboradores actuales y futuros reciban su estimulación económica, como algo lícito ―porque si no de qué viven o de qué vive nuestra sociedad―, vale la pena este contenido que recoge los postulados de desinterés de los combatientes cubanos internacionalistas de aquella época para que este ejemplo sirva de alguna manera, para tratar de minimizar el avance de la metalización voraz e incesante de muchos, que en estos momentos afloran con mucha fuerza, con ausencia de aquella firme posición ética nuestra.
Saludos Ventaura, me hizo usted recordar mi número...871527...brigada de tanques de luanda...bueno...de luanda fuimos dos meses...salimos de allí en un barco en la noche del 15 de noviembre hasta el puerto de lobito...me gustaría tener información de mis compañeros...y de los que no pudieron regresar que no tuve tiempo ni de saber sus nombres porque nos conocimos por los nobres de las provincias...y no regresaron vivos...
Buenos días-Estoy emocionada-Señores Carballido Pupo, Cowley del Barrio, Héctor Macías, Tabares, eduardo González- mis mas afectuosos saludos, el mayor respeto para ustedes y sus compañeros de lucha en tierras angolanas. Sí, es notable el comportamiento etico de las tropas cubanas en esta guerra, todo el que estaba alli, sabía claramente los objetivos perfilados claramente por Fidel, ayudar al pueblo angolano y solo llevarnos a nuestros muertos. Que familia cubana no cuenta con un heroe o martir de esta inmensa gesta, muy pocas, para no ser absoluta. Creo como muchos de los que han dejado sus comentarios aqui y tantos otros que no tienen acceso a este maravilloso sitio que ellos merecen el homenaje eterno por parte de la familia, del barrio, de todas las organizaciones de masas y politicas y no solo de la Asociación de combatientes (que no siempre le brinda la atención que merecen), porque ellos no solo merecen dicho homenaje, sino toda la atención posible, que vivan con toda la dignidad moral, pero tembien material, por qué no?, quien se ha ganado ese derecho mejor que ellos, que nunca pidieron nada y estuvieron dispuestos a darlo todo, su vida.
Mi agradecimiento a Cubadebate por publicar este trabajo del Equipo Editorial que aborda este tema tan necesario dada la importancia que tiene para nuestra historia, e incluso, para la historia universal. Lamento que no lo hagan más a menudo. Igualmente agradezco a los foristas por darnos a conocer su opinión, así como a los que lean la mía, si se publica.
Agradezco, de manera muy especial a los combatientes que, en su papel de foristas, han usado esta vez el espacio para resumir sus experiencias o darnos a conocer su opinión. Considero que debe ser una preocupación y una ocupación de todos los que quedamos vivos, tener muy en cuenta que, desgraciadamente los que hicimos la historia no la hemos contado. Muchas veces por modestia.
Y se necesita hacerlo cuanto antes. Es válido realizarlo sin aspiraciones de hacer un tratado sobre el tema. Basta narrar nuestra experiencia, que no tiene que parecerse necesariamente a la del compañero de trinchera, incluso, aun sin pretensiones literarias ni aspirando al Nobel de Literatura. Invito a los que no puedan escribir por algún motivo, que se lo dicten a un familiar, a un amigo… creo que se lo debemos a muchos, sobre todo a nuestros muertos, que no merecen que su trayectoria sea empañada por la labor de zapa del enemigo desvirtuando a su favor la verdadera historia, con la ayuda de sus poderosos medios de desinformación, de auténticos ingenuos-ignorantes, (que desgraciadamente padecen el “síndrome de la cotorra”), sin dejar fuera las diversas categorías de mercenarios del patio y de algún que otro renegado, (que son los peores) y que siempre les aparecen a las grandes proezas de los pueblos.
Como es sabido, terreno que no ocupes, y sepas mantener, lo ocupa el enemigo, que intentará, como desde siempre, denigrar por todos los medios a su alcance (que son numerosos) aquella epopeya heroica.
Llegue también mi agradecimiento a “Magdalena” por sus palabras.
En cuanto a los caídos ni intentaré citar nombres, todos sin excepción me merecen respeto y admiración eternos.
De los combates donde participamos cubanos, o tropas mixtas, y donde se derrochó heroísmo a raudales, se puede decir que la lista sería demasiado larga y se corre el riesgo de olvidar cualquiera de ellos, que por modesto que fuera y aunque no tuviera una gran importancia táctica o estratégica, sería injusto porque igualmente se enfrentó al enemigo con valentía.
De los combatientes, desde el más alto oficial de la Misión Militar Cubana en Angola (MMCA) hasta el más anónimo de los soldados que participó en la “Operación Carlota”, independientemente de su comportamiento heroico, solo porque fueron voluntariamente a enfrentar la muerte en defensa de la independencia e integridad de otro pueblo, sin esperar, por no habérseles prometido, prebendas de ningún tipo, merecen toda mi admiración y respeto.
Aprovecho la ocasión para permitirme reiterar mi llamado de atención a los que quedamos con vida y a los familiares o amigos de los que ya no están, a historiadores… a todos los patriotas, sobre la falta de información, y de ahí la gran desinformación, que existe entre nuestra población y en el mundo sobre la “Operación Carlota”. Recordemos que El Comandante dijo: “aquella extraordinaria epopeya nunca ha sido narrada cabalmente”, y “el imperialismo yanqui realiza un extraordinario esfuerzo para que el nombre de Cuba no aparezca siquiera en los eventos conmemorativos”.
Sé que, por modestia, por aquello de que el deber debe cumplirse en silencio, por… ¡mil razones más!, nuestros hijos y nietos aún no saben ni dónde está situado ni que ocurrió a mediados de los años setenta en Catengue, Ebo o Quifangondo, incluso, ni más recientemente en Cuito Cuanabale, aun cuando es un verdadero parteaguas en la historia de África. Hemos malgastado en esta espera un tiempo precioso, hemos tardado demasiado, tanto que no creo exagerar si digo que, a este paso, no tendrá que transcurrir mucho tiempo más para que cualquiera de ellos confunda Morro de Cal con Morros de Medunda, Morro de Tonga o Loma del Congreso. Sería lamentable para nosotros porque para el enemigo no… ¡se frota las manos de contento!
Los monumentos suelen ayudar a la memoria histórica de los pueblos, pero ¿conoce usted donde hay en Cuba alguno que honre específicamente al Internacionalista Cubano? Creo que merecen varios. Desde hace siglos han puesto a brillar el nombre de Cuba en lo más alto.
Y como Cuba tiene, desde los tiempos de la Colonia, una verdadera tradición de luchas internacionalistas (aunque no se les llamara así) y no obstante ser la “Operación Carlota” “la más justa, prolongada, masiva y exitosa campaña militar internacionalista de nuestro país” y para que nadie de los participantes en otras misiones contemporáneas, es decir, posteriores a 1959, o sus familiares, se sintiera discriminado por haber elegido como “Día del combatiente internacionalista” una fecha relacionada con esa epopeya, propongo en este espacio a quien competa decidir que se instituya esta celebración coincidiendo con el día del nacimiento del General en Jefe del Ejército Libertador de Cuba, Máximo Gómez Báez, el Generalísimo, todo un dechado de virtudes e indiscutible ejemplo de combatiente internacionalista.
Sin mucho esfuerzo pudiera convertirse este día en una festividad cubana más porque, como dijo el poeta, “… a los héroes se les recuerda sin llanto…” y sin duda alguna se aviene más con nuestras razones y con nuestra idiosincrasia que Halloween u otras similares.
Si finalmente llega a leer estas líneas algún combatiente de la “Operación Carlota”, que esté orgulloso de serlo, reciba un fuerte abrazo del 33979.
¡Gloria eterna a los mártires de la “Operación Carlota”!
¡Respeto, Honor y Gratitud eterna para los combatientes internacionalistas cubanos!