La purga del Estado profundo y el camino a la dictadura

La guerra de la Administración Trump contra el Estado profundo no es purificadora. No va a liberarnos de la tiranía de las agencias de inteligencia, de la policía militarizada, del mayor sistema penitenciario del mundo o de las multinacionales depredadoras ni va a suponer el final de la vigilancia de masas. No restaurará el imperio de la ley para exigir que rindan cuentas los poderosos y los más ricos. No moderará el gasto desmesurado e irresponsable del Pentágono, que asciende a un billón de dólares.