Basta un veloz recorrido por La Cabaña, una de las sedes de la Feria Internacional del Libro de La Habana 2022, para constatar la diferencia entre un simple vendedor de libros y un librero: el primero apenas se limita a responder alguna pregunta y cobrar; el segundo propone, convence, promueve la lectura.
Precisamente, para compartir las mejores experiencias en esa labor, sesiona el Taller del librero, como parte del programa de la Feria.
En la inauguración del evento, que tuvo lugar en el Salón Profesional del Libro –emplazado en la biblioteca Rubén Martínez Villena– el intelectual Ciro Bianchi Ross ofreció una conferencia sobre la historia de La Moderna Poesía, emblemática librería sita en la calle Obispo de La Habana Vieja que, según trascendió, luego de una reparación de gran envergadura, recobrará sus valores arquitectónicos y la distribución original de sus espacios.
El escritor y director del Observatorio del Libro, Enrique Pérez Díaz, aseguró a Granma que este encuentro, que reúne a los mejores libreros del país, seleccionados por las ventas, el trato al público y los espacios culturales que gestionan, pretende ratificar la importancia de su trabajo, en ocasiones menospreciado; así como ponerlos en contacto entre ellos y con experiencias extranjeras.
«No se trata de enseñarles, porque son ellos quienes tienen mucho que enseñar», aseguró, y destacó cómo durante la pandemia «debieron reconvertirse, hacerse nuevos, cambiar todos sus hábitos».
Llevar los libros hasta las casas y lanzar las librerías a las redes sociales fueron algunas de las iniciativas durante el confinamiento. ¿Qué les permitió mantenerse activos?, ¿qué voluntad los movió?, son interrogantes que pretenderán responder durante los intercambios.
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