[Opinión] Por una cooperación justa y democrática con África

El desarrollo parece haber desaparecido de la Agenda. Los gobiernos occidentales están preocupados con «la gestión de la crisis». La gestión de la crisis por parte de estos gobiernos, siguiendo las directrices del FMI y del Banco Mundial, opera mediante políticas de desregulación diseñadas para debilitar las rigideces del mercado de trabajo y también para liberalizar los precios y los salarios en una economía global. También para reducir el gasto público (principalmente inversiones en infraestructuras y servicios sociales) y, por último, se han liberalizado las transacciones externas. Y esto afecta directamente a los países subdesarrollados…

Niños africanos trabajando en una mina de diamantes. [Foto: Mvemba Dizolele]

Esta receta neoliberal se justifica con el vago dogma de que la liberalización alienta las iniciativas potenciales sofocadas por el intervencionismo y vuelve a poner la locomotora del crecimiento económico en los raíles: «Quienes se liberalicen de forma más completa y rápida devendrán más competitivos». Ésta fue la política puesta en marcha durante los años ochenta del siglo pasado y parece que quiere ser reeditada en la actualidad.

Además, se presentaba la liberalización económica como sinónimo de democracia política, despreciando así las críticas que pudieran plantearse desde otras posiciones ideológicas.

Los méritos de este liberalismo económico [en el campo de la cooperación al desarrollo] se cifran apelando a su transparencia frente al «Estado centralizado y opaco», ignorando que es un Estado realmente democrático lo que proporciona las mejores condiciones para la transparencia. Por el contrario —en la realidad— se perpetúan prácticas de corrupción, que debilitan la eficacia de los proyectos por la falta de democracia real, y el mantenimiento de las oligarquías y elites locales, que son las que se benefician generalmente de muchos de esos proyectos. Mientras, se predica transparencia. Las relaciones privilegiadas de algunas corporaciones con los gobiernos no se analizan. También son opacas muchas veces las relaciones entre las cooperaciones oficiales de los países desarrollados y los de los países receptores de los proyectos. El fundamentalismo religioso tampoco favorece la democratización de esas sociedades, sino que manifiesta un estadio de control social muy distante de la liberación de las fuerzas productivas que se dice perseguir. También actúan, en parte, en contra de los avances en torno a una cooperación regional necesaria: los Mercados comunes regionales como las CFAO.

ALGUNAS PROPUESTAS CONCRETAS

En opinión de muchos agentes, la Unión Europea (UE) debería encargarse de planificar metas y objetivos para el comercio interregional, reconciliando la competividad general con criterios redistributivos que favorezcan a las regiones en situación de desventaja, así como la generación de condiciones que permitan la mejora de ingresos de los trabajadores en situación desfavorecida.

La pesca

Países como Mauritania, Senegal, Namibia, Angola o Mozambique mantienen convenios para la explotación de sus recursos pesqueros con países de la UE como España, y también con Rusia, Japón, Corea, etc. ¿Qué pasaría si les ayudáramos a desarrollar su propia industria pesquera?, dotándoles de infraestructuras y tecnología, puertos y barcos, almacenes frigoríficos, y capacitación de la mano de obra autóctona, canales de distribución del pescado hacia los mercados internos y exteriores… Las empresas españolas, por ejemplo, podrían asumir un papel de transferencia de esta tecnología y no aparecer como las explotadoras (o mejor, sobreexplotadoras) de estos recursos en competencia con los pescadores de los cayucos africanos.

Lo mismo podrían hacer empresas mineras, energéticas, madereras, etc. españolas. Me consta que se está avanzando en el sector energético. En nuestra opinión, esto seria muy importante para el desarrollo del área subsahariana.

Una agricultura cooperativa

África es un continente dotado de grandes recursos naturales que no debería tener problemas para alimentar a su población. Los problemas detectados en este nivel son:

La herencia colonial. Como es sabido, la economía colonial rompió muchas de las formas de vida tradicionales y aportó otras nuevas, adaptadas a la nueva situación pero en la que primaban los criterios de exportación de alimentos y —sobre todo— de materias primas para la industria occidental: maderas, caucho, algodón, goma arábiga, cacahuetes, resinas, etc. (algodón en Mali, Burkina Faso, Benín y la República Centroafricana; cacahuete y goma arábiga en Senegal; maderas en todo el Golfo de Guinea, etc.).

Ahora se trata de compaginar como en el caso de la pesca. Porqué no orientar a las empresas de producción y transformación agrícola europeas a la formación de la mano de obra de esos países, a la mecanización de las explotaciones y la formación gerencial de las mismas en pequeñas y medianas cooperativas que pueden suministrar, además de al mercado exterior, también al mercado local sus producciones. Ya existen proyectos de granjas-escuela, como los que están esperando financiación en Senegal, que podrían trabajar en esta dirección de paliar la falta de conocimientos técnicos generalizados sobre técnicas de riego, producción propia de alimentos, explotación racional de los productos de la ganadería y comercialización, conservación y transformación de éstos hacia el mercado local y hacia el exterior.

El turismo y otros elementos de desarrollo. Las Escuelas Taller

El modelo de Escuelas Taller que España ha llevado a Senegal se fundamenta en la existencia sobre el terreno de recursos patrimoniales y medioambientales susceptibles de rehabilitación y puesta en valor. A la vez, persigue la formación del capital humano de aquellas comunidades en una serie de oficios y profesiones que tienen cabida en el desarrollo interior de esas regiones.

El proyecto debería ser perfeccionado desde el punto de vista institucional en el sentido de que establecieran claramente a las contrapartes sobre el terreno. Siguiendo el modelo de America Latina, las entidades educativas y las territoriales, que son las mas ligadas al terreno y a la población beneficiaria. Principalmente los ayuntamientos y otros entes descentralizados deberían ser quienes acogieran los proyectos. Porque si no, la experiencia nos dice que los organismos estatales centrales tienden a su manipulación y a establecer sus prácticas colusivas y clientelares desde el reclutamiento de los cuadros directivos.

El modelo de desarrollo regional turístico puede también desarrollarse a partir de las Escuelas Taller. Al fin y al cabo, un recurso patrimonial es un recurso turístico que se pone en valor mediante: edificios, zonas y áreas para su visita, señalizaciones, actividades de promoción, talleres, actividades con los visitantes locales y con los turistas, etc., que pueden dinamizar regiones con determinada concentración de espacios medioambientales singulares, ciudades, aeropuertos, puertos, playas, hoteles… Pero requerirían el acompañamiento aquí también del capital privado.

Fomentar la economía social en el marco de los sectores anteriormente citados

Tras la exitosa expansión del modelo de los microcréditos, debería darse un modelo cooperativo y en la base para el desarrollo de cooperativas en los campos antes citados: cooperativas agrícolas y ganaderas, de comercialización de productos agroalimentarios y pesqueros, etc.

Asimismo, ayudar a pequeñas empresas en el terreno de los servicios a la comunidad, rehabilitación de edificios, obras de saneamiento y ordenación del territorio y turismo.

Infraestructuras

Las iniciativas reseñadas acompañarían y empujarían las sinergias con otras actuaciones por parte de empresas europeas y españolas: construcción y rehabilitación de carreteras, ferrocarriles, puentes, embalses, canales, puertos y aeropuertos, etc.; una labor ya iniciada por las grandes empresas pero que debe ir acompañada de las pequeñas medidas anteriores.

Texto: José Gabriel Zurbano* / Ciudad futura

[*]: Historiador, investigador, cooperante, asesor y gerente de proyectos.
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6 pensamientos en “[Opinión] Por una cooperación justa y democrática con África

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  3. Hoy 28 de septiembre de 2010, el gobierno de España ha anunciado que va a llevar un proyecto para transformar en pescadores a los «piratas» somalíes, una buena noticia en vísperas de una Huelga General en España y movilizaciones en Bruselas…Pero sabemos que los objetivos del Milenio no se van a cumplir a pesar de las propuestas de Zapatero y otros de una Tasa Tobin a las transacciones internacionales (EL presidente del Banco Central Europeo Trichet, dice que técnicamente es muy difícil y que si se hace en un espacio reducido,como Europa, el dinero fluirá por otros lugares. LA ONU tampoco funciona en este caso…

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