Recomiendo:
0

Biografía de una noticia: Die Welt, WikiLeaks y los demás

Fuentes: Eurasian Hub

«El doble juego de Washington con los kurdos». Así tituló el 9 de diciembre pasado el periódico Die Welt ―tercer diario de Alemania― bajo el epígrafe ‘Cables de Wikileaks’. El reportaje describía las actividades del PEJAK, una organización kurda que lucha contra Irán y que ha sido reiteradamente descrita como un peón de la CIA, […]

«El doble juego de Washington con los kurdos». Así tituló el 9 de diciembre pasado el periódico Die Welt ―tercer diario de Alemania― bajo el epígrafe ‘Cables de Wikileaks’. El reportaje describía las actividades del PEJAK, una organización kurda que lucha contra Irán y que ha sido reiteradamente descrita como un peón de la CIA, pese a que está estrechamente vinculada a la guerrilla PKK, considerada terrorista.

Las sospechas ahora se confirman gracias a Wikileaks, asegura Die Welt: «De los cables de las embajadas estadounidenses se deduce que Washington apoya el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK)«.

¿Por fin una revelación de calado en Wikileaks? No. La lectura de los 27 cables enviados desde Bagdad y publicados hasta hoy, y los 28 enviados desde Ankara, muestra que las únicas referencias al PKK subrayan la colaboración entre Estados Unidos y Turquía contra la guerrilla kurda.

¿Inventó Die Welt la noticia? Desde luego que no. La fuente era un artículo del diario árabe Hayat, basado en Londres y referencia para intelectuales arabófonos en todo el mundo. Un análisis firmado por el analista egipcio Bashir Abdelfattah apareció en Hayat el 25 de noviembre bajo el título «La pesadilla de Wikileaks atormenta el gobierno del AKP en Turquía».

El mismo día, la web del diario israelí Jerusalem Post (firmado por Redacción a las 14:01 h) publicó un resumen de la noticia. «Wikileaks planifica difundir documentos que muestran que Turquía ha ayudado a Al Qaeda en Iraq, según el diario Al-Hayat. El periódico asegura también que EE UU ayudó al PKK (…) Los documentos militares estadounidenses llaman al PKK «combatientes por la libertad y ciudadanos turcos» y dicen que EE UU liberó a miembros del PKK arrestados en Iraq. Señalan también que las fuerzas estadounidenses en Iraq dieron armas al PKK y no prestaron atención a las operaciones de la organización dentro de Turquía».

El artículo contenía un pequeño error. Horas más tarde (a las 3:03 h p.m.) el diario Washington Post publicó en su web un resumen del resumen: «El diario basado en Londres al-Hayat informa de que WikiLeaks planifica difundir documentos que muestran que Turquía ha ayudado a al-Qaeda en Iraq ― y que Estados Unidos ha ayudado al PKK».

El mismo día por la noche, la agencia Reuters rebotó la noticia: «Según el diario al-Hayat, basado en Londres, la entrega de WikiLeaks incluirá documentos que muestran que Turquía ha ayudado a al-Qaeda en Iraq ―y que Estados Unidos ha ayudado al PKK (…) según informa el Washington Post».

Tres días más tarde se publicaron los primeros cables de Wikileaks. Imposible encontrar estas explosivas informaciones. ¿Estarán entre los telegramas que aún faltan por publicar? ¿Quién se las habría filtrado a Hayat? Preguntas innecesarias: Hayat nunca había afirmada nada parecido.

Aparentemente, el error lo cometió un redactor del Jerusalem Post no familiarizado con el historial de Wikileaks. Resumió «Wikileaks planifica difundir documentos» donde Bashir Abdelfattah había escrito: «En un segundo episodio de la serie de filtraciones, la web de Wikileaks difundió 392.000 documentos sobre la guerra de Iraq (…) y sobre la relación de Washington con algunas organizaciones y movimientos armados de la zona, sobre todo el Partido de Trabajadores del Kurdistán».

Era una referencia a los ‘Diarios de la guerra de Iraq’ o ‘Iraq War Logs’ y sus 391.832 informes, difundidos en octubre. Pero tres días antes, Wikileaks había prometido una nueva entrega y en la redacción del Jerusalem Post se fusionaron ambas noticias.

El Washington Post sólo cita el Hayat como fuente, pero salta a la vista que no consultó este diario y muy probablemente copió del Jerusalem Post. Un examen somero del artículo árabe habría revelado que Bashir Abdelfattah citaba dos informes de los ‘War Logs’, del 17 Nov 2004 y el 25 Feb 2006 y transcribía fielmente su contenido: las fuerzas norteamericanas trataban con indulgencia a miembros del PKK detenidos en Iraq.

Es más, habría revelado que la única frase explosiva ―»Además, los documentos señalan que las fuerzas americanas en Iraq intencionadamente cedieron armas pesadas a los combatientes del PKK, además de mirar hacia otro lado respecto a las actividades y acciones de los combatientes del Partido en Turquía»― no venía acompañada por referencia alguna. Un detalle que debería haber motivado una búsqueda en el propio archivo de los ‘War Logs’ antes de dar por buena esta información. La búsqueda ha dado negativo.

Es llamativo que un diario del tamaño del Washington Post no dedicara un momento a leer el texto original del Hayat, accesible en internet, antes de rebotar una noticia. ¿Faltan traductores de árabe en Washington? ¿Y faltan en Londres, donde una llamada local le habría bastado a Reuters para averiguar qué decía realmente el artículo del Hayat?

Con el negocio del periodismo convertido en una carrera contra el reloj de la competencia, los grandes diarios y agencias aparentemente recortan donde no deberían: en el tiempo dedicado a comprobar la noticia. Sobre todo si la noticia está en árabe. La fiebre por Wikileaks hace el resto.

 http://www.eurasianhub.org/index.php/inicio/publicaciones/38-analisis