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Demonizando Irán

Fuentes: Rebelión

El 19 de mayo aparece una noticia en el diario El País sobre Irán (1). La noticia habla sobre la sentencia a pena de muerte de dos ciudadanos, acusados de colaborar para la CIA y el Mosad. Un nuevo ejemplo de cómo la prensa sigue en su concienzuda labor de generar opinión, guiándonos hacia el […]

El 19 de mayo aparece una noticia en el diario El País sobre Irán (1). La noticia habla sobre la sentencia a pena de muerte de dos ciudadanos, acusados de colaborar para la CIA y el Mosad. Un nuevo ejemplo de cómo la prensa sigue en su concienzuda labor de generar opinión, guiándonos hacia el criterio que todo ciudadano debe tener en torno a los objetivos que las potencias occidentales tienen en su agenda.

¿Enemigos de Dios o del Estado?

En el subtítulo de la noticia se lee que los dos hombres fueron acusados de enemigos de dios. Aparece entrecomillado, dejando claro que se trata de una cita. En el cuerpo de la noticia explica que las personas han sido declaradas mohareb. En el subtítulo aparece la traducción de la palabra que hace el periodista. En la ley islámica está tipificado el delito de Hirabah, que contextualizado significa hacer la guerra contra la sociedad. Mohareb se denomina al autor del delito de Hirabah. De este modo sería más cierto haber escrito que eran enemigos de la sociedad, del pueblo o del estado. Apelativo que daría cualquier país occidental a un espía que trabajase para una potencia extranjera.

Sin embargo, no será El País el medio de información por el cual nos enteremos de la gran cantidad de activistas políticos kurdos y comunistas acusados de mohareb en Irán, como por ejemplo Zaynab Jalaliyan, abogada y activista política kurda.

La violencia del lenguaje

Cuando en una noticia se hace referencia a la pena de muerte en Estados Unidos es común leer términos como pena capital o pena máxima. Normalmente nunca se relaciona al país con su autoría, sino que se utiliza el nombre de un Estado o directamente se alude al sistema judicial. En este caso el titular indica que es Irán el que cuelga a estos dos hombres.

Señalando el objetivo

Para la socióloga Angeles Díez, la estrategia de conquista y dominación de un territorio pasa por cuatro fases: Aislar, demonizar, invadir y aislar nuevamente. En cada una de ellas, los medios de comunicación cumplen una función primordial, asegura. Partiendo de esta estructura, en el caso de Irán la prensa está imbuida plenamente en la segunda fase. Todas las noticias que aparecen en los medios de comunicación sobre Irán tendrán connotaciones negativas. En cualquier noticia sobre el país, aparecerá en el titular Irán o su presidente, Mahmud Ahmadineyad. Para Vicente Romano, una de las técnicas de manipulación es la personificación de la política, ya que mediante esta personificación se distrae la atención de las masas respecto de los problemas sociales que les afectan (2).

País Islamista – País terrorista

El surgimiento de un fundamentalismo islámico violento ha generado un clima de satanización contra el islam al que los medios no son ajenos. En lugar de colaborar en evitar el enfrentamiento religioso entre culturas, los medios de comunicación se han unido en el enfoque de sus noticias, en la terminología utilizada y en el mal uso de los antecedentes y los contextos necesarios a la siembra de un estado de opinión en Occidente que criminaliza, sin distinciones, a todo el Islam y a sus seguidores (3).

La noticia busca formar una opinión en base a tres conceptos: Irán, que aparece en el titular; el Islamismo, en relación a la malintencionada traducción y la violencia, especificando en el titular la forma en que los dos hombres fueron ejecutados.

Notas:

(1). http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/19/actualidad/1368976507_988893.html

(2). Romano, Vicente. La formación de la mentalidad sumisa. ENDYMION. 1998.

(3). Serrano, Pascual. Medios Violentos. El Viejo Topo. 2008.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.