Recomiendo:
2

El engaño y la mentira. Sombras contra el cambio social

Fuentes: Rebelión

Todos debemos liberarnos de las desmoralizadoras inflexiones con la fuerza del buen juicio, conducidos por la recta razón que describe lo que es honesto.

Uno de los hilos conductores de la gobernabilidad y de las conductas sociales en los tiempos modernos son el engaño y la mentira, conductas que datan de tiempos inmemoriales que procesadores de nefastas consecuencias se internan con arraigo en las cartografías que giran alrededor de las democracias, permitiendo que éstas pierden su esencia como elemento de oposición ante las desigualdades.

El poder y el actuar engañoso embriaga. Así funcionan los que buscan desviarse de los deberes, porque sus instintos están conducidos por todos los contras, principio que produce bajeza humana, trastornador de la forma social. La política social tiende a lo diabólico, tiende a ser productor de mentiras, única forma de comportarse en todos sus asuntos, que entraman su vida familiar y personal y lleva a otros a ser un cómplice de sus actos bajos. Con altos salarios, dentro del legislar con absurdos, como los engaños y las mentiras.

Se hace justicia sin engaños, esto es una gestión natural. Es un deber y un compromiso actuar sin el aval de la corrupción, propiciando entramados, tramoyas, sesgos y esguinces torticeros, trampeándole al país, profiriendo actos de todo dolo, afectando al erario patrimonialmente, percepción que asoma en todas las instituciones públicas y privadas, donde campean funcionarios de la peor calaña, para quienes el cambio no interesa y menos para los órganos de control quienes lo rechazan pues saben que allí se obra con ilegalidad, con criterios apátridas, esto es inconstitucionalmente, con visión borrosa, por fuera de la lente de la legalidad, rompiendo todas las reglas de la democracia y la constitución.

Actos pueriles son aquellos que acatan las directrices de esa podredumbre que emana a raudales expresiones de cultura cuyas pretensiones silenciosas o desde la sombra rugen sus aspiraciones. El bien de la humanidad es inseparable del bien común. El auto engaño deviene de realizaciones confusas reviviendo aconteceres donde la mentira es el eje central de sistémicos poderes que no pueden tener asideros donde la civilización respeta las leyes y no se deja absorber por los fanfarrones y trogloditas que la sociedad desecha con su furia rebelde y anhelos de paz.  La rebelión de las masas, e allí el cordón umbilical que da vida a un pueblo, contra un orden político que ha querido con su hocico destructor y pastranoso abanderar un constructivismo disidente.

Donde está el engaño. En los distintos escenarios y en la historia de los pueblos que sufren la colera que propician los ilegítimos. Dignidad y justicia banderas de los que reprimen la opresión con luchas no violentas, El o los enemigos gruñen de rabia cuando los caines son lanzados fuera bajo la fuerza de las revoluciones anárquicas del pueblo. Son pues muchos los mercenarios que abogan por instaurar regímenes nefastos que con engaños quieren sostener una pirámide de odio. Si un gobierno viola los derechos de un pueblo, entonces ese pueblo recurre a la defensiva como deber institucional. El destino de los pueblos lo deciden los imperios con sus poderes y formas individuales de imponer sus mentiras y engaños. Cada gestión impositiva aísla los pueblos siendo el arma letal para poder gobernar, como se vislumbra en los procesos de designación de cargos en el senado.

El hombre es, pero ante la hecatombe social universal está dejando de ser, como lo delatan los ataques a los emigrantes, donde la identidad humana y la dignidad y el humanismo se pisotean.  Fuerzas complejas modelan la sociedad presentándole artimañas seductoras, pero a la vez destructoras de la vida. Ante cualquier declive humano que conlleve un reclamo social, esas fuerzas proceden a ahogar cualquier conato argumentando razones en discursos retóricos para ablandar el ambiente. Las palabras en el tiempo siempre han sido instrumentos de poder para volver liquida cualquier adversidad social, al unísono de ejercitar mentiras fuertes y piadosas lanzada a la medida de los sentidos., con alcances sin límite, cosa que el efecto se alargue en el tiempo.

La mentira y el engaño son ingredientes que hieren la moral y la ética pública, contaminan todos sectores del tejido social, público y privado. Estas heridas desafortunadamente vienen sangrando desde los hogares, donde se ha ido perdiendo ese ambiente de diálogo, haciéndose extensivo a las instituciones formativas donde perdura una formación meramente académica, sin un refuerzo pedagógico humanista. El resultado final es una pérdida de principios y de identidad de ser que llegan a una sociedad hiperbárica, idílica, donde los placeres se imponen a los valores, a la par de una amalgama de existencialismos vacíos, fetichistas, vacuos, bufones que revolotean los ambientes del mundo y sus poderes imperiales, que es donde más asidua es la mentira y el engaño, porque así mantienen su hegemonía, su bélicas batallas, sus órdenes neoliberales a  la par con una globalización que se desbordo sin límites ni control, ante la presencia de los más viles absurdos.

La mentira y el engaño deshumanizan la sociedad distorsionando los vínculos sociales, mediante entropías que desmaterializan los ideales de paz. Estos elementos visibles en la civilización hacen de su praxis trazos para sucumbir el correcto raciocino, y es aquí donde nadie puede dejarse llevar por los acontecimientos en razón a que los retos delineados fracasen. Hay que decir, que la mentira y el engaño afloran vasos comunicantes que permiten que invadan todo un espectro y en cada sector se vuelven un común denominador. Las actividades institucionales   para los actos públicos y privados son adictas a estos manejos siendo el eje central las instituciones de servicio y los medios de comunicación quienes gozan ejerciendo su trabajo con base a distorsionar a su amaño las noticias. 

La literatura y la filosofía han calificado la mentira y el engaño como grandes detractores de la vida, como guías del diario vivir, del diario gobernar en todos los sistemas. Cioran Pensador dice que la mentira se rodea de grandes tormentos y por su irrealidad no puede triunfar indefinidamente. Ni siquiera disfrazada con la apariencia de las más exaltantes mentiras. El ser humano tiene la necesidad de encontrar principios que lo orienten. Quien así lo entiende tiene definido el cumplimiento del deber y definida la libertad responsable con la firmeza y el carácter para actuar con dignidad y respeto. La degradación o no como que se actué, ´nos está diciendo la forma posicional en la escala humana, mostrando el camino como actuamos, si mentimos, engañamos o violamos derechos y el saber de medirnos

Desde el Genesis, en el antiguo testamento, la mentira y el engaño estuvieron presentes en la mítica de la creación y de allí prosiguió hasta el nuevo testamento en la profundidad del evangelio para exaltar su participación en la causa de Jesús humanizado, en su juzgamiento hasta su muerte indigna. Y siguió su camino generando los daños que hoy nos acompañan, cuando en los estados judiciales de esta realidad investigan, acusan y sentencian   con la postura ya no de un atuendo de fuerza, si de una toga y una Cristo roto visible, viendo cómo   se profana la justicia. Se profana porque se condena con inciertos y unas palabras que dicen, culpable, palabra que han estado en el contexto de darle primacía a la mentira y al engaño, con pruebas falsas, con testigos falsos y con inventivas de hechos que no existieron. Es así como tantos condenados injustos beben la cicuta de la muerte en vida sin conocer la verdad de su destino por parte de la petrificada organización.

Con tristeza desconcertante, mentira y engaño se pasean con gala en la cuna de la democracia. Es que las leyes también vienen profanadas, pues su conformación se alimenta con estos dos elementos y así salen a la luz pública a gobernar, a decidir, a hacer gestión pública, con fuerza de ley manchada con mentiras para conseguir los beneficios para los que fueron constituidas, menos para llevar al pueblo la solución de sus males. Las excepciones son mínimas, gracias a los muy escasos miembros del congreso que aun respetan su función y no se dejan llevar por los jefes de partidos.

El mundo vive la dictadura de la mentira y el engaño, aunque para muchos los efectos y la praxis de estas transgresiones sean nimiedades. Los gobiernos están soportados por mentiras y engaños, mientras los pueblos sucumben por sus efectos, por sus repercusiones, por las manipulaciones a medios de información e instituciones diversas y por las afectaciones de las relaciones humanas que contaminan el ambiente, la convivencia y los procesos de paz. Sócrates fue un solicito de su época que rechazo las transgresiones de la mentira y el engaño y ya sabemos su destino.

La teología moderna no es distante de rechazar también el engaño y la mentira. Spinoza confirma estas precisiones indicando que liberar al hombre de los prejuicios de ciertos teólogos que engañan respecto al verdadero sentido de las escrituras. De lo anterior se puede desprender que podamos afirmar que mentira y engaño no son excusables, por lo tanto, se les condena su existencia. Para Hanna Arendt…….. mentira y engaño conlleva a alterar, ocultar y destruir el poder a veces oculto, aislando a la sociedad de realidades que quebrantan los procesos y los cambios……

Sócrates fue un enemigo de la mentira y el engaño y de una retórica que distraiga la arqueología de la realidad. No obstante, la visión universal de una guerra internacional envuelta entre mentiras y engaños, muchos pueblos cansados de la opresión buscan restablecer unidades sociales, buscan develar ideas, pensamientos, filosofías de paz, de existencia con vitalismos recio de socialización de formas de vida. Este proceso es proclive para poner en acción la palabra con el ser cuya existencia se ve amenaza por doquier, por salvajes que rondan en todas las actividades humanas

La vida se ha vuelto una novelesca mentira en una sociedad capitalista en obsolescencia artificial, saturada por campañas seductoras, donde se permite que se mate de todas las formas en nombre de una paz hipócrita, donde la corrupción hace crecer delincuentes de distintas especies, como los políticos que siempre están legalizando lo ilegal. La irracionalidad es la forma como actúan los que obstruyen el orden social, sin importar cuál es su función, si pública o privada. Vibremos con la esencia de nuestra rebeldía social anarquizante contra el brutal escenario de la violencia política, pública y privada, inventada por el cavernario accionar humano, donde el ejemplo se da en el congreso, en la sociedad y otros grandes escenarios donde se ejerce gestión estatal.

Visualizando el devenir diario, se auguran líneas de ensayos donde una sociedad transita por laberintos de cambio para combatir la descomposición social del yo y del nosotros haciendo oposición al cambio que nos rige con sus bajas pasiones, con profundo sentir social y autonomía personal. Un pensador acerca nos dice que… es imposible hallar un devenir histórico donde fluyen inciertos llenos de angustias y traiciones… El hombre vive recordando y construyendo la historia con sus horizontes para recuperar el pasado, haciendo lo mejor para una vida más plena, una vida de creación.  Vivimos como el ser de la vida, creando a diario, solo que nosotros destruimos la vida, la mancillamos con nuestra crueldad.  

El caminar de la recordación llega con el silencio y las voces de los diálogos que se activan con las treguas de la lucidez marcando limites, pues como los migrantes soñadores, estamos llamados a pasar a la libertad. Los sueños de las escalinatas hoy para algunos se han vuelto sus pesadillas, pues muros de rechazo por parte de un poder que predica los derechos, trunca futuros, apabulla alegrias.Estos despropósitos, parte de la guerra viviente nos enfrenta a los otros que esperan soluciones a sus desgracias. Esos otros, ese yo nos debemos como vanguardistas en un combate al lado del ejercito del pueblo que arrecia una convivencia pacífica, que la añora desde siempre, con un ideal de respuestas y proyectos de amor social, que salvajes de un nuevo tiempo quieren destruir.

Esta reflexión es un mensaje para los que allí denuncio, como para las clases comerciales, financieras productivas y sus expolios, políticos, quienes explotan y crean desigualdades, que hieren de muerte a la sociedad, al sistema. Se alza la voz también para aquellos que se ocupan del entorno de la naturaleza, la política y el trabajo, grupos y movimientos, opositores, que hacen parte de quienes nos gobiernan con sus crímenes ideológicos, psicológicos, materiales y espirituales y de otras naturalezas bárbaras. El bien a la humanidad y al país, y al mundo, exigen la verdad en los procederes, siempre. No engañar ni mentir es la forma como nos emancipamos de los que el cambio se propone. Para los corruptos y todo criminal, de la universalidad, justicia sin impunidad, YA-

El cambio es social, las acciones son sociales, el protagonista es el pueblo. Siempre la buena hora llega en medio de huracanes, siempre habrá un porvenir, siempre la historia ha permitido con su justo proceder que las revoluciones en América ambientan la libertad. Pensar es vivir, así se conjugan ideas, sentidos sociales, siempre tratando la unidad. Cuando la vida es sincera, el mundo se vuelve más transparente, la conciencia social rompe la violencia, pues el humanismo clama con humildad de corazón patriótico. La vida jala hacia atrás, pero empuja hacia adelante. La mentira y el engaño convierte al mundo en un laberinto de mediocres. En un mundo que nunca ha querido volver a su existencia, le avergüenzan sus actos de vida cual sepulcros blanqueados. Los civilizados de hoy, políticos e intelectuales se hacen salvajes, convirtiéndose en una mercancía sin precio, que ni así nadie quiere adquirir.      

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.