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El global-imperial y ¡ensucia que algo queda!

Fuentes: Rebelión

Es la contrarrevolución ininterrumpida. Los vómitos, falacias y mentiras siempre en el puesto de mando. El «todo vale» como programa permanente de la hora. Tomo pie en reflexiones de José Luis Martín Ramos [JLMR], un maestro que, como casi todos los buenos maestros, se hace cada vez más necesario a medida que el tiempo pasa, […]

Es la contrarrevolución ininterrumpida. Los vómitos, falacias y mentiras siempre en el puesto de mando. El «todo vale» como programa permanente de la hora.

Tomo pie en reflexiones de José Luis Martín Ramos [JLMR], un maestro que, como casi todos los buenos maestros, se hace cada vez más necesario a medida que el tiempo pasa, nos hacemos viejas, y la verdad inexorable, como dijo el poeta, asoma… sin llamar dos veces a la puerta en la mayoría de los casos.

Qué curioso, señala JLMR, a final de campaña, la municipal y autonómica en España, «con toda la derecha, y lo que no es la derecha, berreando sobre las conexiones e identidades venezolanas [ejemplo destacado aquí, en .Cat, Duran i Lleida] de Podemos y «BCN en comú», aparece una noticia, que no es exactamente fresca, no hay novedad real, sobre la implicación de Cabello y los militares chavistas en el narcotráfico».

Entrad, nos recomienda JLMR, «en el desarrollo de la noticia en El País [1], si tenéis humor, y veréis un relato lleno de humo: «el cartel de los soles», parece referirse al de Medellín, los Zetas…, pero no es la manera genérica como «en Venezuela» -¿quién?- denominan a determinado colectivo militar a los que han sido condecorados con el «sol» bolivariano, por méritos. No hay nada, nada; la única -¿prueba?- es que Cabello y otros militares están incluidos en la «lista Clinton» ¡Vaya garantía!». Una demostración en toda regla.

Para rematarlo, en el global imperial, «añaden un mini editorial, tan de apaño, que es de los peores que he leído en tiempos, y acaba con una sinvergonzonada: invocando que Venezuela vuelva a la normalidad de la que dicen nunca debió salir». Qué normalidad, pregunta el gran historiador catalán internacionalista. ¿La del reparto del pastel entre AD y COPEI? ¿La del gobierno corrupto de la oligarquía? ¿La que motivó la explosión de rabia del caracazo?

Esa precisamente responde. «Repito, Maduro y Venezuela siempre están en el objetivo», como antes Chávez por supuesto, pero, añade con razón, el objetivo de la infamia de ahora es la izquierda española, la que quiere ser izquierda, y no centroizquierda, socioliberalismo y otras mandangas».

El ABC ha añadido, concluye JLMR, «parece ser porque mi estómago no llega para leer el faro de la derecha monárquica», que la droga chavista se comercializa hacia Europa a través de España. Es cierto, señala, «que España es puerta de entrada de la droga a Europa, desde hace mucho tiempo y mucho antes del chavismo». Ensucia, que algo queda, esa es la cuestión, esa es su cuestión. ¡Siempre tan elegantes y exquisitos!

El editorial en cuestión:

Primera estocada con sentencia: La confirmación de que la justicia de EEUU investiga, sin haber concluido nada de nada, «al presidente de la Asamblea venezolana, Diosdado Cabello, y a otros altos cargos por su pertenencia a un cartel del narcotráfico encargado de introducir cocaína en EE UU y Europa es un asunto de extraordinaria importancia, con graves repercusiones para las relaciones internacionales de Venezuela y para el propio país».

La segunda: «Hacia el exterior, el proceso incrementa aún más el aislamiento de un Gobierno desprestigiado por hostigar y encarcelar a la oposición», es decir, los colectivos pro-golpistas, «por el acoso sistemático a la prensa y por su desastrosa gestión económica y social», a la que ellos contribuyen con todas sus fuerzas. «Cabello es presidente de la Asamblea Nacional, y la investigación apunta hacia él no como un miembro más, sino como el cabecilla del cartel, cuya cúpula estaría integrada además por ministros y generales». Humo, puro humo.

Cuando aumenta la presión internacional sobre Nicolás Maduro, es decir, cuando ellos trabajan para que aumente es presión, las sospechas relacionadas con Diosdado -¿Diosdado? ¿Hablarían de Barack, Angela o Mariano?- «y otros directos colaboradores colocan al presidente en una delicada situación». ¿Qué delicada situación?

En el plano interno, aquí va la última, «la acusación añadiría un peligroso elemento de inestabilidad a un contexto en el que se dibuja a Cabello, apoyado por un cierto número de militares, como aspirante a suceder a Maduro». ¡Toda la porquería y un poco más! Lo que hasta ahora se presentaba como una pugna soterrada, afirman, según este esquema, es decir, su esquema, «podría derivar en enfrentamiento abierto». Mientras tanto, «los venezolanos siguen anhelando el día en que su país vuelva a una normalidad que nunca debió abandonar». ¿Qué venezolanos?, ¿de qué normalidad hablan estos buitres que dirigen o colaboran con fondos buitres?

Nota:

[1] El País, 20 de mayo de 2015, p. 5

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.