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Referendum de Costa Rica

El papel de la prensa

Fuentes: Rebelión

Hurgando en las otoñales páginas del Repertorio Americano por un corpus para una tesis de maestría, aparecieron  un par de artículos que vale la pena desmechar por  su gran vigencia,  ante la reciente y triste actuación de la prensa nacional con motivo del referéndum.En julio de 1924, Joaquín García Monge escribió: Como haría yo un […]



Hurgando en las otoñales páginas del Repertorio Americano por un corpus para una tesis de maestría, aparecieron  un par de artículos que vale la pena desmechar por  su gran vigencia,  ante la reciente y triste actuación de la prensa nacional con motivo del referéndum.

En julio de 1924, Joaquín García Monge escribió: Como haría yo un diario a los costarricenses. (Vol.42. pág.192)  Expone los  ideales de un diario, sus fines y principios:  «…sería independiente, no estaría vinculado en modo alguno a partidos ni a sectas, ni a capitalistas, ni a gremios o compañías. No sería neutral, pero sí sería imparcial.» Concebía un periódico apegado a la verdad y la ética, al servicio del pueblo: medio promotor de ideas e ideales, defensor de la justicia, la libertad y las bases políticas y espirituales de la patria. «El diario es un instrumento público al servicio del bien común y no de los intereses egoístas»- afirma y, agrega : «… que ni el Director ni los subalternos y colaboradores estén enganchados, a esta causa o la otra ni de antemano se condenen  a pensar así o asá».

Creía que el diario debía  tener una misión espiritual y formadora, completar la educación del ciudadano.  -«Quiero un diario decente, pulcro, bien escrito, que hasta los niños puedan leer. No el diario que se ponga al servicio del escándalo, la ramplonería y la corruptela política». Del periodista exige: «decencia, equidad y magnanimidad». – «Huyan los aprendices de periodista de esta servidumbre nociva: la de opinar en todo caso como opina el director del diario en que trabajan» – comenta.

Complementan estas palabras, las de Francisco Villalobos Rojas, abril de 1944: La decadencia del Periodismo. (Vol.41, pág.142) quien describe el  periodismo como: «…una disciplina honda, constante y edificante  del espíritu. Ser periodista es ser príncipe de la palabra escrita, de la palabra que crea y redime: de la palabra que crea doctrinas y engendra pueblos».  Concebía al periodista como  un «encarrilador de muchedumbres», hombre de mucha cultura, comprometido con su sociedad y no simplemente «el empresario dueño de un periódico», a quien  mueve  el principio egoísta del lucro, cuyo éxito depende del acumulado en las cajas fuertes de los bancos.

Ambos articulistas  condenan el periodismo inhumano,  preocupado por vender y no  por formar, descuidando la información seria e imparcial, que exaltan al político del agrado del dueño del periódico. Villalobos dice: «Gran parte del periodismo moderno es folletinesco por lo mismo que es sensacionalista. Es decir, usurpó un campo: el del folletín donde la cobardía y el miedo caminan de la mano: donde triunfan la astucia y los instintos perversos de los hombres de alma perversa».  Pareciera escrito para la actual coyuntura ¿o no?

No hay mucho que agregar y comentar;  juzgue el lector  sobre  el papel que juegan algunos medios de comunicación radiada, televisada y escrita que, movidos por intereses particulares, olvidan su misión, la ética y la  dignidad …  Pero  reflexione, además, si esta parcialidad, tergiversación de las cosas, amarillismo, pornografía barata y  basura que en el proceso del referéndum tanto malestar causó, no es lo que han  ofrecido desde siempre… ¿Podrán los costarricenses volver a creer en esos medios y, sobre todo, podrán exigir un cambio positivo y honesto?