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El sida no tiene quien lo escriba

Fuentes: IPS

La escasa presencia de los principales medios de comunicación en el Noveno Congreso Internacional sobre sida en Asia y el Pacífico y la mentalidad moralista de los periodistas reflejan las dificultades que presenta la cobertura mediática de la pandemia, según analistas en la reunión. La inasistencia de los principales medios de comunicación a la mayor […]

La escasa presencia de los principales medios de comunicación en el Noveno Congreso Internacional sobre sida en Asia y el Pacífico y la mentalidad moralista de los periodistas reflejan las dificultades que presenta la cobertura mediática de la pandemia, según analistas en la reunión.

La inasistencia de los principales medios de comunicación a la mayor conferencia de Asia sobre la pandemia expresa el fracaso estrepitoso del cuarto poder en su desempeño como una buena fuente de información, señala Trevor Cullen, director de periodismo en la Universidad Edith Cowan, de Australia.

«El problema es que hay muy pocos periodistas de los principales medios presentes en el congreso. Ochenta por ciento de la población no recibe las noticias de las revistas especializadas ni de los informes de investigación, las obtiene de los medios», aseguró Cowan en una sesión sobre la cobertura que hacen los medios del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y de la enfermedad que causa, el sida.

El Congreso, que comenzó el domingo 9, celebrará más de 100 sesiones hasta el jueves 13, pero sólo una sobre los medios. Eso «no es para nada bueno», sostuvo Cowan.

«Es lamentable que solo se realizara una pequeña sesión en este congreso internacional de más de 3.000 personas», declaró Cullen frente a la treintena de presentes en la sala, un número que luego cayó a menos de 20.

Cullen, que investiga la cobertura periodística sobre sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) desde hace 12 años, criticó la «falta de imaginación e iniciativa» de los principales medios. «En Australia, por ejemplo, no se ven noticias sobre VIH/sida a menos que sean absolutamente sensacionales», agregó.

A mediados de los años 90, o más de una década después de que se reportaran los primeros casos de VIH, el VIH/sida ya se había convertido «en una más entre las noticias de salud», sostuvo.

Michael Tan, columnista del diario filipino en inglés Philippine Daily Inquirer y presidente del departamento de antropología de la Universidad de Filipinas, también se refirió a la interpretación que hacen los medios de la pandemia.

«El problema ya no es el uso de un vocabulario adecuado. Los periodistas saben cómo ser políticamente correctos estos días, pero siguen utilizando la misma mentalidad moralista», señaló, en referencia específica al caso de Filipinas.

«Hará falta más que vocabulario para reformular sus mentalidades sobre género y sexualidad», dijo Tan en una conferencia de prensa el martes. Rosalia Sciortino, profesora adjunta de la Universidad de Mahidol en Tailandia, se lamentó del escaso número de periodistas en la conferencia de prensa del martes, luego de una sesión plenaria sobre las desigualdades sociales que fomentan la expansión del VIH.

Las autoridades del congreso organizaron más discusiones en torno a temas ajenos a los aspectos biomédicos para crear conciencia pública sobre los contextos sociales que privan a los grupos más vulnerables de la asistencia que necesitan.

«También queríamos concentrarnos en la dinámica de poder» en torno al VIH/sida, dijo Sciortino. Los medios de comunicación cubren con demasiada frecuencia el VIH como un tema de salud, cuando es mucho más que un hecho médico, científico o sanitario, añadió.

Cullen manifestó que los medios de comunicación «omitieron los por qué y los cómo» en su cobertura del VIH/sida.

Si los medios de comunicación no interactúan de manera significativa con la temática, la situación seguirá perpetuándose, sostuvo Imelda Salajan, consultora de medios de la organización no gubernamental (ONG) On Track Media, con sede en Yakarta.

«La divulgación del tema debería ser prioritaria. Pero en los hechos, los donantes otorgan muy poco presupuesto a las comunicaciones. Esto no debe ser algo puntual. Los medios de comunicación deben pensar en una estrategia de largo plazo, y existen formas creativas de hacerlo», sostuvo.

Syed Qamar Abbas, administrador del programa de control del sida de la provincia de Sindh, Pakistán, sugiere el uso de herramientas creativas para llegar al público. «Los métodos innovadores, como las películas para televisión, son eficaces para cambiar las actitudes y los estilos de vida», aseguró.

«En nuestra investigación, descubrimos que este tipo de películas tiene un impacto 30 por ciento mayor que la forma tradicional de presentar las noticias o los temas», agregó.

Por su parte, representantes de radios comunitarias y por cable presentaron resultados positivos en los esfuerzos para crear conciencia sobre VIH/sida.

Nalamdana («¿Estás bien?» en tamil) es una ONG que realiza un popular programa de radio por cable en un hospital público de Tamil Nadu, estado del sur de India. El programa pretende crear conciencia y reducir el estigma de las mujeres sometidas al tratamiento antirretroviral en el hospital.

«Percibimos una respuesta positiva de las mujeres en el hospital», señaló el director del proyecto Nalamdana, R Jeevanandham.

«Empleamos la radio por cable para tratar la depresión de las mujeres y permitirles el acceso a asesoramiento especial. También enviamos mensajes a través de canciones y obras dramáticas que abordan temas de VIH/sida», dijo, y agregó que hay consejeros disponibles para discutir la enfermedad al aire.

Pero tratar el VIH/sida en medios de comunicación alternativos como la radio comunitaria no siempre es fácil, debido a los mismos factores culturales y religiosos que limitan la discusión pública sobre la pandemia.

«Aún hay mucha gente, sobre todo en el medio rural, con escaso o nulo conocimiento sobre el VIH/sida. Las comunidades están atrapadas por la moralidad y la religión. Por eso nunca levanta vuelo la discusión. Persisten las dudas y los temores de romper con las tradiciones culturales y discutir temas que son tabú», dijo Dina Listiorini, de la Universidad Atma Jaya, de Yogyakarta, Indonesia.

http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=92993