Empresariado se burla de Ley de las 40 horas usando artimañas miserables

Bajo el capitalismo, los dueños del capital no realizan ninguna rebaja de la jornada laboral hasta que no existen las condiciones materiales para que, resultado del desarrollo del capital constante y fijo (tecnología y materias primas), una disminución de la jornada de trabajo no le ofrezca mayor productividad, y por tanto, mayores ganancias. En otras palabras, el empresariado capitalista no accede a bajar las horas de trabajo hasta que ello no le garantice más utilidades. Y, al parecer, en el caso chileno esas condiciones no existen.