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Estados Unidos

La Comisión Federal de Comunicaciones modifica regulaciones que limitan la industria de los medios

Fuentes: The New York Times/Cubadebate

Traducido por Giselle Guerra Rodríguez y revisado por Osmany Caballero, del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión


El martes 15 de febrero, la Comisión Federal de Comunicaciones (CFC) aprobó dos nuevas regulaciones que probablemente reestructurarán el panorama de los medios de difusión del país al establecer nuevos parámetros en cuanto al tamaño y el alcance de las mayores empresas noticiosas y de televisión por cable.

Una de las regulaciones limitará el campo de actividad de la industria de televisión por cable. Al estipular que ninguna empresa puede controlar más del 30 por ciento del mercado, la regulación introduce una nueva normativa a una industria que ha sido poco controlada; lo que ha hecho enfadar a la industria de televisión por cable y a los comisionados republicanos que favorecen la política de libre mercado. 

La otra regulación, que concede a los dueños de periódicos más libertad de acción para comprar estaciones de radio y televisión en las mayores ciudades, constituye un paso en el camino hacia la liberalización. Esta regulación tiene como objetivo ayudar a la industria periodística, que sufre de una reducción en los ingresos por concepto de publicidad, y reconocer que las condiciones históricas que dieron lugar a restricciones en las propiedades recíprocas cambiaron, ahora que están disponibles más fuentes noticiosas en la Internet y la televisión por cable.  

Mas, el cambio suscitó críticas por parte de ejecutivos periodísticos, quienes declararon que era demasiado bueno para ser verdad, y de importantes legisladores y comisionados demócratas, quienes lo catalogaron como un regalo navideño para los conglomerados más grandes del país.   

Con seguridad los tribunales reexaminarán ambas regulaciones en los meses venideros. El martes, algunos legisladores expresaron en el Congreso de los Estados Unidos que tratarían de anular la regulación referente a la industria periodística. 

Sin embargo, la votación constituyó una importante victoria política para Kevin J. Martin, presidente de la CFC, quien presidió una polémica reunión en la que restableció su dominio sobre la agencia que se encuentra grandemente dividida. Hace tres semanas, el señor Martin sufrió un gran revés cuando no pudo encontrar dos comisionados que apoyaran un plan para regular con mayor rigor la televisión por cable.  

Las decisiones constituyeron un duro golpe para Comcast Communications, la empresa de televisión por cable más grande del país, que ha crecido de manera sustancial durante el último decenio gracias a una serie de adquisiciones y que ahora no podrá comprar más empresas de televisión por cable a menos que logre que un tribunal anule la orden.

Al excluir a Comcast de cualquier licitación, la nueva regulación también constituyó un revés para empresas de televisión por cable más pequeñas que contemplen la posibilidad de que otras empresas las compren. 

En cuanto a la relajación de la regulación de difusión periodística, abogados en telecomunicaciones informaron que ésta podría allanar el camino para que Rupert Murdoch gane exenciones permanentes que le permitirían controlar dos estaciones de televisión en Nueva York, al igual que los diarios The New York Post y The Wall Street Journal.

En una votación de tres votos a favor y dos en contra efectuada el martes, el señor Martin se puso de parte de los otros dos republicanos de la agencia, para favorecer la relajación de las regulaciones sobre la difusión periodística de propiedad recíproca en los 20 mercados más grandes del país. Según estipula la nueva regulación, una empresa puede poseer un periódico y una estación de radio o de televisión en esos mercados mientras existan, al menos, otras ocho fuentes de noticias independientes. Si se trata de una estación de televisión, la regulación establece que no puede ser ninguna de las cuatro estaciones principales.  

El señor Martin afirmó que el cambio constituía un paso modesto, aunque vital, orientado a ayudar a la industria periodística, que libra una lucha financiera mientras la publicidad y los lectores emigran con rapidez hacia la Internet. «No podemos ignorar el hecho de que el mercado de los medios de difusión es considerablemente diferente al que existía cuando la regulación de propiedad de los medios de difusión entró en vigor hace más de 30 años», declaró.

En una segunda votación de tres votos a favor y dos en contra, el señor Martin se unió a los dos comisionados demócratas para imponer un límite que impida a Comcast, que controla alrededor del 30 por ciento del mercado, continuar expandiéndose. El señor Martin criticó a la industria de televisión por cable por aumentar las tasas con mayor rapidez que la tasa de inflación y por no ofrecer a los consumidores suficientes opciones más baratas en los paquetes de suscripción. 

Mediante una serie de discrepancias, los comisionados pusieron en tela de juicio las valoraciones del señor Martin. 

«En conclusión, los verdaderos ganadores hoy día son las empresas que son bastante prósperas en muchos aspectos, y los verdaderos perdedores seremos los que dependamos de las noticias de los medios de difusión para enterarnos de qué sucede en nuestras comunidades y mantener vigilado al gobierno local», declaró Michael J. Copps, comisionado demócrata que encabezó una iniciativa nacional contra la relajación de las regulaciones sobre la propiedad de los medios de difusión. 

Robert M. McDowell, comisionado republicano, criticó fuertemente las restricciones impuestas a las transmisiones por cable.

«La regulación está fuera de moda; constituye una política pública mala y no es necesaria en el mercado público de hoy», aseveró. Asimismo, catalogó la regulación sobre la transmisión por cable como «una política industrial arcaica» que seguramente será anulada por un tribunal de apelaciones, como sucedió hace seis años con una regulación similar.

A pesar de que el señor Martin parece haber ganado una batalla muy arriesgada en cuanto a algunas de las decisiones de política más importantes durante su mandato, ha gastado un capital político significativo y ha provocado que grupos industriales poderosos y legisladores influyentes se conviertan en sus enemigos políticos.  

Debido a razones diferentes, la industria criticó fuertemente las dos regulaciones aprobadas el martes. John F, Sturm, presidente de la Asociación Periodística de los Estados Unidos, denominó la nueva regulación de propiedad recíproca como «un paso inicial en las acciones que se requieren para mantener la vitalidad de las noticias locales, mediante la prensa escrita y televisiva, en las comunidades de todo el país». El señor Sturm agregó que favorecía totalmente la eliminación de la prohibición de la propiedad recíproca.

Por otra parte, la industria de televisión por cable acusó al señor Martin de imponerle regulaciones injustas una vez más.
David L. Cohen, vicepresidente ejecutivo de Comcast, expresó que resultaba «maquiavélico ver a la comisión aprobar grandes fusiones de las empresas Bell mientras que ahora informa a las empresas de transmisión por cable, que son tan competitivas como las Bell, que puede que no lleguen a ser tan grandes ni a alcanzar el mismo nivel de eficiencia».

El pasado año, la comisión aprobó una serie de propuestas relacionadas con las objeciones de la industria de televisión por cable. En diciembre último, aprobó una medida para forzar a las municipalidades a acelerar el proceso local de aprobación para que las empresas telefónicas ofrecieran servicios de video en mercados nuevos. Y hace dos meses, la comisión revocó miles de contratos, lo que concedió derechos exclusivos a empresas individuales de transmisión por cable para que brindaran servicios a edificios de apartamentos.

Grupos de consumidores, que durante mucho tiempo han presionado para que se establezca una regulación más estricta para la televisión por cable, criticaron el cambio en la propiedad recíproca de los periódicos. «Estamos decepcionados de que haya relajado la regulación, pero el nuevo idioma que crea un gran obstáculo en los mercados pequeños, si se instrumenta adecuadamente, podría limitar significativamente el número de fusiones que se logran, reduciendo al mínimo el peligro de competencia y diversidad en las noticias locales», declaró Gene Kimmelman,  miembro principal del grupo de presión para la Unión de Consumidores en Washington.  

En el Congreso, un número significativo de miembros ha criticado profundamente al señor Martin y ha solicitado en reiteradas ocasiones que retrase la acción con relación al voto sobre la propiedad de los medios de difusión. El lunes, 25 senadores encabezados por el senador Byron Dorgan, demócrata por Dakota del Norte, enviaron una carta al señor Martin en la que prometieron llevar a cabo acciones legislativas para revocar cualquier regulación nueva o anular el voto del martes. 

Sin embargo, en una carta que el  Secretario de Comercio, Carlos M. Gutierrez, enviara a los legisladores, el gobierno expresó su apoyo al señor Martin.

La regulación sobre la propiedad de transmisión periodística y de transmisión por cable seguramente serán reconsideradas por un tribunal federal de apelaciones. Hace tres años, un comité federal de apelaciones en Filadelfia revocó una serie de medidas desregulatorias propuestas por el predecesor del señor Martin, Michael K. Powell, incluida una regulación que atenuaba las regulaciones de propiedad recíproca.   

http://www.nytimes.com/2007/12/19/business/media/19fcc.html?_r=1&oref=slogin