Recomiendo:
0

La devaluación venezolana y las mentiras del diario digital lainformacion.com

Fuentes: Tercera Información

Un lector de Tercera Información, de Venezuela, escribió un mail a la redacción de Tercera Información exponiendo su indignación por una noticia aparecida en el medio digital La Información. El lector decía en su correo electrónico que había pedido una rectificación al medio en cuestión pero no ha recibido respuesta. Nos pide que demostremos la […]

Un lector de Tercera Información, de Venezuela, escribió un mail a la redacción de Tercera Información exponiendo su indignación por una noticia aparecida en el medio digital La Información. El lector decía en su correo electrónico que había pedido una rectificación al medio en cuestión pero no ha recibido respuesta. Nos pide que demostremos la falsedad de la información que se da en La Información.

La única referencia que tenía yo del recién formado periódico digital La Información era una noticia en la que se hablaba, incluso a favor, del eurodiputado de Izquierda Unida (IU) Willy Meyer por su voto en contra del paquete de telecomunicaciones europeo. Me dio una buena impresión ya que no se suelen encontrar en los grandes medios de comunicación noticias con ese contenido.

Pero al ver la noticia que nos manda uno de nuestros lectores me quedé sorprendido, nunca he visto ni en El País, ni en Público, ni en El Mundo… ¡ni siquiera en La razón! un titular tan tendencioso. La Información ha hecho un perfecto manual de la desinformación contra el presidente venezolano Hugo Chávez y el proceso revolucionario que éste lidera.

El titular de la noticia es este, «Chávez controla hasta las facturas de viaje de los venezolanos», y continúa así, «Los venezolanos están acostumbrados a ir de compras al extranjero. Pero ahora tendrán que rendir cuentas por ello: el presidente Hugo Chávez quiere saber exactamente dónde van, qué compran y cuánto tiempo estarán fuera del país».

Así que Chávez, por controlar, controla hasta las factura de los viajes que realizan sus conciudadanos. Es, incluso, ridículo que un medio serio pueda decir que un presidente de un país de casi 30 millones de habitantes quiera saber «dónde van, qué compran y cuánto tiempo están fuera del país» los millones de venezolanos que cada año salen y entran del país. Sólo es una mentira para hacer llamativo un titular y unirse a la cruzada antisocialista que están llevando a cabo los grandes medios internacionales que pertenecen a grandes transnacionales con negocios frustrados por el gobierno de Venezuela en favor del pueblo.

Ellos mismos son quienes se desmienten en el segundo párrafo de la noticia cuando dicen que no es Chávez quien controla nada sino la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), institución pública de la que Chávez no es responsable, sino Manuel Antonio Barroso, presidente de la institución pública.

Como forma de liar la información que dan, no especifican la fecha en que CADIVI anunció los nuevos requisitos a los que hace referencia la noticia, siquiera nombran al documento que según ellos va a lograr que Chávez controle todo lo referente a los viajes de los venezolanos. De hecho no vuelven a hablar de ese tema en toda la noticia después del titular. Ni se molestan en demostrar la veracidad de sus propios titulares, saben que sus lectores están lo suficientemente predispuestos a creerse cualquier cosa sobre el presidente venezolano.

En la web de CADIVI se comprueba que La Información se refiere en su noticia a la Providencia 099 de CADIVI publicada el 27 de noviembre de 2009 y en vigor desde el 1 de enero de 2010. Esta providencia necesita de las firmas de funcionarios públicos que tengan el suficiente poder para refrendarla y hacer que entre en vigor. Si nos vamos al final de la Providencia vemos que aparecen firmas como la del presidente de CADIVI, Manuel Antonio Barroso o la de Maigualida Angulo Calzadilla, representante del Banco Central de Venezuela, pero no la del presidente venezolano Hugo Chávez, por lo que es una irresponsabilidad mentir diciendo que el mandatario «quiere saber» o «controla» algo o nada.

CADIVI surge en el año 2003 para acabar con la economía sumergida que representaba el mercado negro donde se cambiaban los dólares a un valor distinto del oficial; a partir de ese momento el cambio legal lo hace CADIVI en base a los valores económicos oficiales. Por ello esta institución pública se reserva el derecho, como se observa en los artículos 3, 4 y 16, de pedir a los bancos, públicos o privados, que intermedian entre CADIVI y los usuarios que le informen de los movimientos de las cuentas de los usuarios para tener conocimiento de que éstos no se quedan con los dólares que CADIVI les ha dado para negociar ilegalmente con ellos en el mercado negro.

No interesa saber qué se ha comprado nadie, sino saber que si se ha gastado una cierta cantidad de dinero en el extranjero, al volver a Venezuela se tenga la cantidad correspondiente que resulta de haber restado a la cantidad original el gasto que se ha efectuado en el extranjero. Así se sabe que no se ha sacado una cantidad «extra» de la tarjeta que no se declare y se use para negociar ilegalmente en el mercado negro.

Lo sorprendente no es que La Información se meta con una iniciativa que pretende eliminar el mercado negro, sino que publique esta noticia en 2010 cuando en la Providencia 093, la anterior a ésta publicada el 30 de diciembre de 2008, ya se recogían estas mismas disposiciones. Ahora para algunos destinos como por ejemplo Europa, Asia, África y Oceanía se pueden obtener al año 3.000 dólares, es decir, 500 más que con la anterior disposición, que para el resto, excepto Colombia, mantiene en una cantidad de 2.500 dólares lo que CADIVI cambia al año para cada usuario. E incluso aumenta el plazo de tiempo que da a los bancos que actúan como intermediarios entre la propia CADIVI y los usuarios, de 1 a 7 días, por eso no se entiende leer en la noticia que se hable de «Las nuevas restricciones».

La realidad es que sólo se ha rebajado la de Colombia, debido a las tensas relaciones entre los dos países tras la instalación en Colombia de 7 bases militares norteamericanas en su territorio desde donde están saliendo aviones norteamericanos hacia Venezuela, violando su soberanía ya que penetran en el país sin permiso de las autoridades venezolanas.

Siguiendo con la noticia, se recogen las declaraciones de «María Eugenia Troconis, directora de la agencia Saeca Carlson Wagonlit Travel, en Caracas» en las que se dice que habrá un colapso de la demanda en el sector turístico, aunque no se explica por qué. A lo mejor es por el hecho de que la nueva normativa no varía nada excepto la cantidad de dinero que CADIVI cambiará a los que viajen hacia Colombia. O a lo mejor es por lo que se puede leer en el consiguiente punto y seguido, «la demanda de billetes de avión y paquetes turísticos a EEUU y Europa ya había caído un 30 por ciento este año. Para 2010 espera una disminución adicional del 40 por ciento».

Se les ha olvidado decir que ese descenso se ha dado sólo en la agencia de María Eugenia Troconis, ya que según los datos oficiales el turismo emisivo no ha hecho más que subir.

Pero todavía hay más declaraciones, «Lo que están intentando hacer es mantenernos aquí», declara Iván Lenín, un ingeniero electrónico, de 32 años, antes de coger un vuelo de Caracas a Sao Paulo para una reunión de trabajo. «Toda esta burocracia es muy engorrosa». No beneficia a la credibilidad de la noticia que sea alguien que se va de Venezuela a Brasil quien diga que se les quiere mantener en territorio venezolano, ya que es él mismo quien, con sus hechos, desmiente sus palabras.

Resulta curiosa esta afirmación cuando según los datos del Ministerio del Poder Popular para el Turismo de Venezuela la mayor parte de los viajes que realizan los venezolanos son para visitar a familiares y amigos, por lo que no es necesario disponer de un cambio de CADIVI para salir ya que esa mayoría se aloja en las casas de quienes van a visitar.

Aunque si fuera necesario pasar por CADIVI para el viaje, desde La Información afirman para conseguirlo hay que superar tantas trabas burocráticas que llegan a justificar el recurso del mercado negro. Viendo en qué consisten esas trabas (tener una tarjeta de crédito, copia del billete del medio de transporte, de la cédula de identidad y del pasaporte) se entiende por qué no los dice: porque esos requisitos demuestran que las palabras de Iván Lenin no son ciertas y deja al descubierto la manipulación de la que hace gala la noticia, ya que ni hay restricciones ni hay trabas.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article12163