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Personaje del Año: Mark Zuckerberg

La insistente hipocresía de Time

Fuentes: www.gennarocarotenuto.it

Traducido para Rebelión por S. Seguí

El prestigioso semanario estadounidense Time, al designar al dueño de Facebook, Mark Zuckerberg, como Personaje del Año, dando la vuelta al resultado de la encuesta realizada entre sus propios lectores sobre quién era la figura más conocida de 2010, en detrimento de Julian Assange, de Wikileaks, repite la misma jugada tramposa del año 2006.

Aquel año, Time nombró Personaje del Año a la «Gente de Internet», que, con la Web 2.0, «controla la Era de la Información.» La hipócrita paradoja de Time al nombrarte a ti mismo, lector, en tanto que usuario de Internet, como Personaje del Año -representado con un gran «You» frente a un ordenador- se revela en el hecho de que en realidad la opinión popular expresada por medio de Internet por esa misma «gente» había dado vencedor por mayoría al presidente venezolano Hugo Chávez.

Éste, a pesar del anatema lanzado al unísono por todos los medios de comunicación «serios», estaba en el punto más alto de su credibilidad internacional. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, un país donde está vigente la primera constitución participativa del mundo, había expuesto pocas semanas antes en la sede de las Naciones Unidas sus documentadas críticas al sistema neoliberal y a las señales de la crisis que ya eran evidentes en ese momento. Si bien, como se ha dicho, sobre Chávez había caído ya la maldición de los medios de comunicación, la «Gente de Internet» no había mordido el anzuelo, y le había mostrado su reconocimiento como Personaje del Año en la encuesta realizada por el semanario estadounidense.

El mismo Time (1) reconocía a estas personas como más educadas, informadas y activas que el promedio de la población. Pero esto no impedía que premiar a Chávez resultase un vergonzoso fracaso para el semanario, uno de los representantes más ortodoxos del periodismo del establishment, del periodismo mainstream estadounidense, que durante años había contribuido de manera tan fundamental a satanizar y desprestigiar al presidente venezolano, como hoy, casualmente, confirman los archivos publicados nuevamente por Wikileaks.

Chávez en 2006, como hoy Assange, no podía resultar premiado; y el hecho de que la consulta popular lo hubiera elegido debía ser, y debe ser, descartado de entre las opciones políticas. Por lo tanto, el propio semanario en 2006 se sacó de la chistera el premio a ti, lector, en tanto que componente de la «Gente de Internet» que «controla la Era de la Información.» Este reconocimiento se hizo sobre la base de una manipulación mediante la cual Time premiaba, y a la vez engañaba a los que «controlan la Era de la Información», y les retiraba el derecho a pensar de modo diferente al que la corriente mainstream de pensamiento los había entrenado.

Hoy día, el juego se repite. La percepción de Wikileaks como un uso antisistema de la Red, y por lo tanto como contribución a la transparencia, es similar al papel desempeñado por la América Latina integracionista, el continente que, alejándose de los dictados del Fondo Monetario Internacional y del «consenso de Washington», ha sido el que menos ha sufrido, con mucha diferencia, la crisis del modelo neoliberal, revelando la insostenibilidad del modelo. Es el papel de conciencia crítica interpretado por el continente rebelde y sus líderes -Lula, Evo Morales, Néstor Kirchner, Hugo Chávez- lo que había sido considerado por los lectores como un derecho fundamental y por Time como algo inaceptable, prefiriendo ejecutar la pirueta descrita.

Ahora, una vez más, en lugar de la Red liberadora, distribuidora de información vertical de muchos a muchos, se ha elegido a un símbolo de la Red comercial como Facebook, en una repetida antinomia, legitimada a la vez que estridente por lo que tiene de manipulación. «Adaptaos» parece decir Time, como si fuese el ministro italiano de Asuntos Exteriores Franco Frattini, «la Red libre es terrorista y por lo tanto debe ser limitada y se le debe negar su potencial. Contentaos con jugar con Facebook.»

Lamentablemente, Facebook no sólo es un símbolo de la Red comercial. Es también un sistema cerrado, opaco y autoritario que por menos de nada suprime a sus usuarios, junto a sus contactos y relaciones, sin ninguna explicación. Es un Gran Hermano capaz de crear en pocos años un archivo global de los gustos, las preferencias y los datos sensibles del mundo, que puede servir no sólo para crear un perfil de sus clientes destinado al mercado de la publicidad, sino también para otros usos más inconfesables. Facebook, en tanto que fenómeno capaz de hacer de Zuckerberg uno de los más jóvenes millonarios del mundo, es más bien el símbolo del Gran Hermano, la Red anquilosada que deja de ser policéntrica y se concentra en un único sistema cerrado y controlado por un poder oculto con el que Zuckerberg ha demostrado siempre estar en armonía, si no en complicidad.

Que Time invite a sus lectores a votar para luego desactivar la respuesta de éstos, adulándolos y premiándolos a continuación con una pirueta, representa algo más que el premio Gran Hermano a Facebook: es un ejemplo útil de cómo el periodismo mainstream incorpora a la vez que vacía de sentido la participación popular que permite el medio. De hecho, esta participación, una vez invocada es difícil de gobernar; es pues preferible edulcorarla. Para Time la opción Zuckerberg es sin duda preferible al «negro» Chávez o al terrorista Assange.

1. Time, 25.12.2006. Las preferencias del público eran visibles en http://www.time.com/time/personoftheyear/2006/walkup/

Entre las decenas de artículos que explican con detalle el engaño del semanario estadounidense véanse:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43362

 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43298

Fuente: www.gennarocarotenuto.it

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