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Periodista Digital enseña sus garras

Fuentes: Rebelión

Como cada mañana, antes de desayunar, me conecto y haga un recorrido por distintos sitios web. Es una de las vías que tengo para enterarme de lo que ha pasado en el mundo en las últimas horas. Y, como complemento, también logro conocer, cada día, la feroz manipulación que se hace de la realidad cubana […]

Como cada mañana, antes de desayunar, me conecto y haga un recorrido por distintos sitios web. Es una de las vías que tengo para enterarme de lo que ha pasado en el mundo en las últimas horas. Y, como complemento, también logro conocer, cada día, la feroz manipulación que se hace de la realidad cubana y de las conciencias de la gente, incluso en sitios que supuestamente han sido creados para denunciar y combatir esas prácticas.

Periodista Digital «El periódico de periódicos», una página web con asentamiento en España, en su portada del pasado 28 de abril, publicó un artículo que es digno de que se le considere un buen ejemplo de lo que no debe hacerse jamás en periodismo. Desde su primera línea se advierte su carencia de objetividad y su matiz tendencioso, todo ello bajo el titular «Juntos en La Habana. Castro y Chávez, en el Granma» al lado de la foto sobre la recepción del Presidente cubano al Presidente venezolano en el aeropuerto de la capital cubana.

Dice el texto de la portada del sitio Periodista Digital: «Leer el Granma, principal periódico de Cuba por ser vocero del régimen dictatorial de la isla, es siempre un viaje al pasado. La retórica socialista unida con la verborrea grandilocuente propia de los totalitarios y el barroco del escritor cubano resulta un divertido ejercicio que transporta al receptor de la información parcial por el túnel del tiempo…» No escatimó adjetivos el redactor de Periodista Digital para atacar a Cuba y a su prensa, y después tampoco para hacerlo contra la Venezuela bolivariana.

Desde hace algún tiempo le venimos siguiendo la pista a Periodista Digital, pues empezó a enseñar sus garras anticubanas. Meses atrás, dentro de un mismo bloque, separados por dos corondeles, colocó tres informaciones. A la izquierda, una foto donde se abrazan efusivamente Fidel Castro y Nong Duc Manh, secretario general del Partido Comunista de Viet Nam, durante la visita que efectuaba a Cuba. A la derecha, los siguientes titulares: Funcionarios y jefes del Partido (en forma de epígrafe) y La corrupción acorrala a la revolución cubana. Debajo de tales titulares un informe, publicado en el periódico El País, bien conocido por sus posiciones y campañas anticubanas, donde se ofrecen cifras de resultados de una inspección efectuada en Cuba que detectó «talleres ilegales», «fábricas clandestinas» y «violaciones de precios». Más abajo, pero incluido dentro del mismo cuerpo, el siguiente texto: Venezuela/Chávez- «Hay que revisarlas todas, absolutamente todas» (BBC).

Sin duda alguna, mucho de malévolo se buscaba en ese bloque concebido por Periodista Digital. Es un mensaje que traspasa las fronteras de lo subliminal, destinado a crear un vínculo, una inaceptable y absurda relación de tres prestigiosos dirigentes de países inmersos en procesos revolucionarios con el fenómeno de la corrupción.

No es sorprendente que a tales groseros y sucios mecanismos de manipulación informativa acudan algunos medios de la prensa transnacional como El País y El Mundo, de España, y los Herald de Miami, cuyos dueños están muy identificados y vinculados en los años más recientes con las fuerzas políticas y económicas de pensamiento y acción más retrógradas de la humanidad, en particular al discurso agresivo e insolente del «fuehrer» Bush. Pero lo que sí llama la atención es que un medio como Periodista Digital, que ya lleva seis años en Internet y más de 1 600 ediciones, reproduciendo materiales informativos de denuncia contra las grandes corporaciones mediáticas que mienten, exageran o manipulan las realidades del mundo de hoy, emplee técnicas de comunicación alejadas de la más elemental ética profesional.

El 23 de septiembre del pasado año, Periodista Digital exponía que su misión era analizar, comentar y hacer un juicio crítico de todo material informativo aparecido en los medios de comunicación que sea de interés para la opinión pública, «aunque los poderosos amenacen con querellas, y anuncien boicots y represalias. Tenemos la ley, la razón, el sentido común y el periodismo de nuestro lado y perseveraremos».

Lo que ha hecho hace algunas semanas de incluir en un mismo saco de mentiras e infamias a Cuba, Viet Nam y Venezuela, y ahora atacando con duros calificativos a Cuba y Venezuela es totalmente antagónico con esa proclama de principios hecha por el portal Periodista Digital. Con ello lo que hace es contribuir a alimentar la hoguera de propaganda contra estos tres países, bastiones de dignidad y de justicia social en el mundo actual, defensores de la verdadera democracia y el derecho a la independencia y la autodeterminación de los pueblos, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

Quienes somos consumidores de la prensa internacional desde una permanente actitud crítica y analizamos sus contenidos y sus formas sistemáticamente, habíamos advertido una tendencia de muchos medios españoles a atacar a Cuba despiadadamente y ausencia de la más elemental ética periodística, incluso de Periodista Digital. Al parecer, el sensacionalismo, ese mal que sigue arrastrándose desde que lo inventaron Pulitzer y Hearst a finales del siglo XIX, tiene mucho o algo que ver con las prácticas de Periodista Digital. Por ejemplo, en su condición de abogado, el responsable de Periodista Digital logró meses atrás penetrar cárceles donde había dos presos por supuestos vínculos con la organización terrorista Al Qaeda. Se entrevistó con ambos, y usó públicamente las declaraciones que confidencialmente le hicieron en la confianza de que hablaban con un abogado-defensor. Tales entrevistas fueron vendidas en España y en el mundo como sensacionales exclusivas informativas y hazañas de periodismo de investigación.

Tanto en la «proeza» periodística de la corrupción en Cuba como ahora, en relación con la visita de Chávez a La Habana, aunque ello es una práctica habitual en diversos materiales, encontramos que Periodista Digital ha abierto un espacio de foro para que se opine por los visitantes de esa publicación electrónica. Y tras los artículos, las opiniones, unas en defensa de Cuba y Venezuela, otras, la mayoría, apoyando lo publicado por Periodista Digital. De tal manera, se manipula a la opinión pública.

La historia enseña que la práctica del sensacionalismo va siempre de la mano del dinero. Es conocido que la administración Bush ha destinado decenas de millones de dólares desde el pasado año para desacreditar a los gobernantes de Cuba y de otros movimientos populares. Ese dinero corre por Miami, por España y otros lugares, y siempre hay pillos y alimañas que buscan meter en sus bolsillos una parte de esa plata.

No tenemos la menor duda de que existe un centro que está moviendo los hilos en las campañas de propaganda anticubana, y que paga bien por ello. Y encuentras infamias y estupideces sorprendentes como la publicada hace poco por la revista Forbes sobre que Fidel Castro era uno de los personajes más ricos del mundo.

En la misma edición del diario Granma a que hace referencia Periodista Digital, y también en las anteriores y posteriores, hay una voluminosa información sobre la presencia en Estados Unidos del terrorista Luis Posada Carriles, uno de los autores del monstruoso crimen de Barbados, o sea la explosión de una bomba en un avión cubano, hecho ocurrido en 1976 y que causó la muerte de más de 70 personas. Pero sobre Posada Carriles, que ha colocado al gobierno de Bush en una situación muy embarazosa, no hemos visto una sola línea en la publicación electrónica española. De hecho, se ha unido y convertido en cómplice del silencio que guarda el Imperio. No creemos, ciertamente, que ello sea una pura casualidad.

Muy buen favor le hacen en estos momentos a Bush, a Condolezza Rice, en fin al fascismo contemporáneo, los que hablan de que leer el periódico Granma «es siempre un viaje al pasado» cuando es todo lo contrario. Lo que ha ocurrido en La Habana sepultando el ALCA, esquema de dominio imperial, y constituyendo la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), esquema de liberación, independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos del Hemisferio occidental, es un viaje al futuro.

En todo caso quien viaja hacia el pasado es Periodista Digital que con el arma de la mentira y la calumnia trata de minar el prestigio y dignidad de aquellos gobiernos y pueblos que no se arrodillan ante el Imperio. No espere, pues, Periodista Digital, si mantiene ese rumbo, tener a su lado al periodismo digno, limpio y honesto, y menos a pueblos dispuestos a defender con sus vidas lo conquistado en muchos años de lucha.