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Phil Donahue devuelve el golpe

Fuentes: NY Observer

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

 

Hace poco, un viernes por la tarde, Phil Donahue, [vea http://www.rebelion.org/medios/030406fair.htm] estaba sentado en un estudio de producción mal iluminado en el centro de Manhattan cuando entró un periodista. El señor Donahue levantó la vista. Llevaba una camisa de vestir a cuadros, vaqueros y zapatillas. Bajo un corte corto de cabellos blancos desgreñados, sobresalían sus pícaros grandes ojos azules.

Hizo una advertencia burlona a sus compañeros productores de cine en el estudio. «Tengan cuidado con lo que dicen,» dijo el señor Donahue. «Tenemos ante nosotros a un miembro de los medios dominantes.»

Actualmente, el padrino de la televisión diurna ya no es un miembro oficial del club. Desde febrero de 2003, cuando MSNBC anuló su programa de entrevistas nocturno, el señor Donahue ha estado errando por los alrededores de los medios estadounidenses. Recientemente, se ha establecido en un papel insólito: un icono de la televisión convertido en cineasta independiente.

«¿Qué le puedo servir?, dijo el señor Donahue. «¿Un trago y una cerveza?»

Donahue había llegado de Connecticut para pasar la tarde dando los últimos toques a su primer documental largometraje, «Body of War» [Cuerpo de Guerra]. Donahue describió recientemente la película como «un documental franco contra la guerra de Iraq,» sobre un «chico del interior que pasó repentinamente de una vida social de bares para solteros y de galanteos a una rutina diaria de catéteres, cubetas para vómitos y disfunción eréctil.»

No somos la «Pequeña Miss Sunshine,» dijo Donahue.

Hasta ahora, Donahue no tiene un distribuidor para el filme, que financió con su propio dinero. Espera comenzar a exhibir «Body of War» en festivales de cine a fines del verano. El mercado para documentales sobre Iraq, dijo, está más abarrotado con cada día que pasa, pero se siente confiado en que el suyo se destacará. «No hay tanques en la película,» dijo Donahue. «No hay Humvees. Nada que haga ¡BUM!»

«Es Baby Jessica en el pozo en Texas,» dijo Donahue.

«Body of War» se concentra directamente en las luchas físicas y políticas de Tomas Young, veterano herido que se adapta a la vida en una silla de ruedas. Young, un pecoso veinteañero nativo de Kansas City, Montana, se alistó en el ejército unos pocos días después del 11 de septiembre. Esperaba combatir en Afganistán. Pero lo mandaron a Iraq. En su quinto día de combate, iba patrullando Sader City cuando lo atravesó un tiro.

Donahue alargó la mano para mostrarlo. «La bala entró aquí,» dijo, golpeando suavemente a un periodista cerca de la clavícula izquierda. «Salió. aquí, en la vértebra T4 de la columna.»

«Ahora está paralizado desde las tetillas para abajo.»

Donahue dijo que la inspiración para su película fue una fotografía premiada con el Pulitzer de una muchacha vietnamita desnuda que huía de una nube de napalm. «Hay que ver el dolor,» dijo. «No hay que esterilizar esta guerra.»

La película incluye dos canciones originales, escritas y presentadas por Eddie Vedder, líder de Pearl Jam. Donahue explicó que él y Vedder se encontraron por primera vez en 2000, cuando ambos hacían campaña por Ralph Nader. Sus caminos se volvieron a cruzar en la primavera de 2007, en Scottsdale, Arizona, en un campo de fantasía de los Cachorros de Chicago.

«Dije: ‘Eddie, estoy haciendo un documental contra la guerra de Iraq,'» dijo Donahue. «Él dijo: ‘¿Quieres una canción?’ Yo le dije ‘¿Estás bromeando?'»

«Espera hasta que oigas el sonido en este lugar,» dijo Donahue.

La pantalla titileó. La voz de Vedder llenó la sala.

Nada es bastante bueno para un veterano,

Sí, es lo que dicen,

Así que lo que les dan es nada,

En este nuevo modo de ser USamericano.

Durante la media hora siguiente, Donahue mostró secuencias de su película inconclusa. Mientras tanto, mostraban al señor Young luchando por subirse los pantalones por sobre sus piernas insensibles; su novia apareció en la pantalla tratando de imaginar cómo hacer que el señor Young pasara su día de matrimonio sin ensuciar accidentalmente su esmoquin; y se vio a un veterano de Vietnam en una silla de ruedas aconsejando a Young sobre Viagra.

«Hay mucho de lo que podría llamarse ‘conversación de machos’ en la cinta,» dijo Donahue. También hay muchas secuencias conmovedoras. En una parte particularmente fascinante, Young contempla estoicamente como su hermano menor, recién salido del campamento militar, parte a Iraq.

A juzgar por el pre-estreno, Donahue ha esquivado gran parte de los ataques a la ligera contra Bush del género y, en su lugar, ha orientado la cámara hacia los miembros del Congreso que votaron a favor de autorizar la guerra.

Una persona que no aparece en la película es el señor Donahue. Durante el curso de la cinta, el hombre que hizo su carrera frente a la cámara decidió quedarse detrás. «No quise eclipsar a Tomas,» dijo Donahue. «Y no quiero parecer un tipo que anda por ahí exhibiéndose cuando tenemos a 3.500 muertos.»

Una semana después, el señor Donahue llamó a The Observer desde su habitación en el hotel en Peninsula en Santa Monica Boulevard. Estaba en Beverly Hills para presentar un premio en los Daytime Emmys y para ver a distribuidores de películas.

«Estoy mostrándola a algunos de los grandes aquí esta semana,» dijo el señor Donahue. «Veremos. Por el momento, no es más que un sueño.»

El sueño comenzó hace años con una visita a Ralph Nader. Cerca del invierno de 2004, Nader había recibido una invitación para ver a un soldado herido en el hospital Walter Reed en Washington. El señor Nader pidió a Donahue que lo acompañara.

En el hospital, Donahue encontró por primera vez a Young. Estaba en cama, paralizado, aturdido por la morfina, y de novio. El caso abrumó al señor Donahue.

«¡Jesús mío!, el muchacho no podía caminar,» recuerda Donahue. «No podía darle unas palmaditas en la cabeza e irme. Pensé: ‘señor Jubilado, ¿qué diablos puedo hacer?'»

Decidió escribir un libro.

Pero antes de poder tomar la pluma, tuvo que volar a St. Louis para participar en la segunda Conferencia Nacional anual sobre la Reforma de los Medios. Allí, unos miles de individuos involucrados en la vigilancia de los medios se reunían para criticar los defectos de los medios corporativos. Era un tema que significa mucho para Donahue.

Unos pocos años antes, Phil Donahue había entrado en MSNBC para presentar un programa de talkshow que competiría con «The O’Reilly Factor» en Fox. En esos días, la nación se preparaba para la guerra. «Todo era: vamos, vamos, vamos, bombardea, bombardea, bombardea,» recuerda Donahue. «Pensé: ‘Bueno, la gente mirará mi show porque soy diferente.'»

El experimento duró poco. En febrero de 2003, ejecutivos de NBC Universal reemplazaron el show del señor Donahue por una hora extra de «Countdown: Iraq.» [Cuenta regresiva: Iraq] Lo atribuyeron a índices de audiencia deslucidos. Posteriormente, alguien filtró un estudio interno de NBC a AllYourTV.com, que señalaba que el señor Donahue «parece encantado de presentar a invitados que están contra la guerra, contra Bush y se muestran escépticos ante los motivos del gobierno,» y que, por eso, presenta una «cara pública difícil» de la cadena en tiempos de guerra.

En mayo de 2005, mientras todavía se sobreponía a lo que describe como «su breve vida miserable en MSNBC,» Donahue viajó a la conferencia de reforma de los medios.

La víspera de la reunión. el organizador de la conferencia, Robert McChesney, profesor de comunicación en la Universidad de Illinois (Urbana-Champaign), pasó un día caminando por el centro de St. Louis con Phil Donahue. Fueron asediados por admiradores. «Nunca he visto nada parecido,» recordó recientemente el señor McChesney. «Fue como ir a pasear con Elvis.»

Dentro de las salas de la conferencia, Donahue recibió una recepción calurosa parecida. «De repente está con 2.500 personas que realmente comparten toda su preocupación por lo que está sucediendo con los medios y la cobertura de la guerra en Iraq,» dijo McChesney. «No estás solo. No es irremediable.»

Después, un Donahue rejuvenecido decidió olvidar el libro. «Pensé: ‘¿Por qué diablos estoy hablando de un libro?'» dijo. «He pasado mi vida en la televisión. Hagamos una película.»

En el vuelo a casa, Donahue estuvo sentado por casualidad junto a DeeDee Halleck, una pionera de los medios independientes. Dio a Donahue los teléfonos de Ellen Spiro y de Karen Bernstein, un equipo de documentalistas que tenían una sociedad llamada Mobilus Media en Austin, Texas.

«Y aquí estamos, dos años después,» dijo Donahue.

Hablando por teléfono la semana pasada, Ellen Spiro dice que le gustó trabajar con Phil Donahue a pesar de sus antecedentes mediáticos radicalmente diferentes. Dijo que cuando el señor Donahue la llamó inesperadamente por primera vez, pensó que era una broma. «Era como si me llegara un llamado de Pippi Calzaslargas,» dijo Ellen Spiro.

Mientras realizaba «Body of War,» la señora Spiro llegó a apreciar numerosas excentricidades de Donahue, incluyendo su fascinación por C-SPAN.

«Es su canal favorito,» dijo Spiro. «Es un canal revelador porque no hay intermediario. Es lo contrario de lo que pasa en la televisión por cable. Phil miró cientos de horas de material que tiene que ver con la guerra. Estaba obsesionado por las secuencias de C-SPAN. Si miras lo suficiente, se convierte en una denuncia.»

La señora Spiro creyó que el proceso de hacer la película había sido una catarsis para Donahue. «Pienso que Phil fue una víctima de la manipulación de los medios por el gobierno de Bush en la preparación para la guerra,» dijo Spiro. «La mayoría de la gente se habría enojado y hubiera luchado. Pero él se retrajo y decidió hacer algo positivo. La creatividad puede ser un gran proceso curativo.»

De vuelta en su habitación del hotel, Donahue estuvo de acuerdo. Hacer la película había sido una buena manera de canalizar su descontento. «Para mí, es muy interesante ver la rapidez con la que nos metimos en esta guerra y lo terriblemente lento que es nuestro esfuerzo por salir de ella.» dijo.

Parecía contento de estar afuera de los medios dominantes, estudiándolos. «Todavía no puedes decir que estamos perdiendo,» dijo. «Basta con preguntarle a Harry Reid. No puedes decir que nuestros soldados han muerto en vano. No se puede criticar la guerra porque si lo haces, estás desmoralizando a los soldados. No puedes mostrar ataúdes envueltos en banderas.»

Por el momento, el señor Donahue puede decir lo que quiera. Todo lo que tiene que hacer es encontrar un distribuidor y un público. «Ha sido una buena aventura,» dijo el señor Donahue, antes de dejar el teléfono. «Este juego no es para blandengues.»

http://www.mediachannel.org/wordpress/2007/06/21/phil-donahue-strikes-back/