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Mimetismo informativo, descontextualización y ocultación de las causas del desastre

¿Qué ha pasado con la factoría de Bangladesh?

Fuentes: Rebelión

Hay noticias que no pueden escapar a su difusión a gran escala, aunque se traten de hechos que sucedan en los puntos más recónditos. Si dependiera de quienes dirigen el sistema, estos sucesos tratarían de ocultarse. Pero también tienen su táctica para que esas noticias no impacten de forma escandalosa entre la población, para que […]

Hay noticias que no pueden escapar a su difusión a gran escala, aunque se traten de hechos que sucedan en los puntos más recónditos. Si dependiera de quienes dirigen el sistema, estos sucesos tratarían de ocultarse. Pero también tienen su táctica para que esas noticias no impacten de forma escandalosa entre la población, para que las miradas críticas no se encaminen a esas empresas que operan impunemente en países del Tercer Mundo, para que la explotación que el sistema ejerce sobre la población trabajadora de aquellos lugares no salga a la palestra. De vez en cuando, la publicación de un hecho luctuoso en una fábrica, en un hotel, les viene bien para justificar su supuesta independencia a los medios. Y también para aumentar la tirada o la audiencia. Pero cuando deja de interesar por las repercusiones más graves arriba señaladas prima el mimetismo mediático y se echa un jarro de agua fría mediante la descontextualización del asunto y la ocultación de causas.

Hoy es el caso de la fábrica textil en Bangladesh, mañana será otra de la que ni siquiera nos enteraremos.

Antecedentes

El 27 de noviembre de 2000 se produjo un incendio en una fábrica textil en Shibpur a unas 25 millas al este de Dhaka (Bangladesh). Al menos 45 personas murieron, la mayoría mujeres y niños, y hubo más de 100 heridos. En la fábrica, en el momento de estallar el fuego en la cuarta planta había unas 900 personas trabajando en el turno del sábado por la noche. Según los testigos, la única puerta de salida estaba cerrada por razones de seguridad y los trabajadores se quedaron atrapados hasta que los bomberos derribaron la puerta. Según el propietario, eso era falso y la causa del fuego fue un cortocircuito. (1)

La noticia

El 11 de abril de 2005 volvió a ocurrir un hecho pasmosamente parecido. La factoría de la empresa Spectrum Sweaters Ltd. en Savar, a unos 32 kilómetros de Dhaka, se derrumbó durante el turno de noche. La fábrica producía unas 80.000 piezas de ropa destinadas a la exportación, principalmente a los Estados Unidos, Bélgica y Alemania. Según las primeras informaciones, había 200 personas atrapadas bajos los escombros de 8 plantas y se había recuperado cerca de 50 cadáveres. Como causas del derrumbe se barajaron dos hipótesis: la explosión de una caldera (2) o la construcción del edificio sobre suelo cenagoso y en condiciones de muy baja seguridad. (3)

El olvido

La noticia se difundió el día 12 de abril en todos los periódicos nacionales y televisiones. A través de internet (4) se pudo seguir el rastro de la noticia para confirmar las causas del derrumbe y el número total de fallecidos. La última noticia encontrada en medios españoles a través de este sistema apareció el 18 de abril en una nota de Europa Press.(5) En la noticia se indicaba que el número de fallecidos ascendía a 73, el número de rescatados a 84 y el número de desaparecidos a 92. La causa del hundimiento, según esta nota, era la explosión de una caldera. La nota ya no era recogida por ningún periódico nacional.

El rastro

A partir del día 18 ya no aparecen más noticias en los medios nacionales pero los periódicos de Bangladesh nos informan el día 19 que la búsqueda de cuerpos ha finalizado y prácticamente se mantienen los datos del día anterior; es decir, la cifra oficial de muertos baja a 61, la no oficial se sitúa en 76 y el número de desaparecidos llega a 100, según los supervivientes del desastre. El coordinador del rescate Brig Gen Nizam Ahmed confirma «que la cifra de muertos era 61, que la operación de rescate había finalizado y que no daban a nadie por desaparecido» (New Nation)(6)

El periódico News from Bangladesh publica una entrevista con el propietario de la fábrica quien reconoce que el derrumbe se produjo por un defecto en la construcción. Según la jurisdicción zonal, el edificio tenía autorización para cinco plantas, se habían construido otras tres a la espera de una nueva autorización, pero hasta el momento había habido silencio administrativo.
La noticia termina indicando que los trabajadores se estaban manifestando en la ciudad para pedir el castigo del propietario por los trabajadores muertos y los heridos (7).

El día 20 el periódico The Daily Star (8), indica que «de forma misteriosa la cifra de muertos bajó de 74 a 61 y que la desaparecidos paso de 97 a cero». Indicaba también que los familiares querían seguir buscando y que se había lanzado una orden de búsqueda y captura del propietario, Mohammed Shariar, que estaba en paradero desconocido. El director de rescate indicó que «se había producido un error a la hora de contar los desaparecidos al haber duplicidad de nombres para la misma persona». Un equipo de investigación inició los trabajos para determinar las causas del derrumbe y ya apuntaban que el edificio estaba sobrecargado con 72 toneladas. Un trabajador indicó que «el edificio vibraba cuando la maquinaria estaba en funcionamiento y que la maquinaria pesada instalada en cada piso podría haber provocado el derrumbe».

La conclusión

De cómo se gestiona la noticia por parte de los mass media nacionales y sus consecuencias se pueden extraer dos conclusiones:

La noticia solo interesa según los parámetros del espectáculo en tiempos del Gran Hermano, aparición y desaparición fulminantes de la noticia, mimetismo mediático (todos repiten lo mismo y callan al mismo tiempo), nulo interés en indagar sobre las causas finales, aunque siempre se anuncia que se ha abierto una investigación, y escasa sensibilidad hacia las víctimas.

El tratamiento de esta noticia es un modelo informativo para ocultar los valores de la globalización neoliberal mediante la descontextualización del asunto y la ocultación de que la deslocalización facilita la corrupción, la irresponsabilidad empresarial, las penosas condiciones de trabajo, los salarios mínimos y los nulos derechos sociales.

Un ejemplo

El Mundo publicaba ayer al mediodía que Setem-Campaña Ropa Limpia exigía responsabilidad a las empresas que se abastecían de la fábrica derrumbada en Bangladesh. La organización confirmaba que varias multinacionales europeas, entre ellas Zara y Carrefour, se proveían de los productos de este taller. Sin embargo, la noticia seguía contando que el rescate no había concluido, en contradicción con las noticias de los periódicos locales.

Horas más tarde SETEM informa que la nota de prensa publicada por El Mundo la habían sacado el lunes 18 y que El Mundo se había hecho eco de ella dos días después.

NOTAS

(1) http://www.guardian.co.uk/international/story/0,,403205,00.html

(2) http://www.larazon.es/noticias/noti_soc47747.htm

(3) http://www.abc.es/abc/pg050412/prensa/noticias/Internacional/Asia/200504/12/NAC-INT-044.asp

(4) http://news.google.es/nwshp?hl=es&gl=es

(5)http://www.europapress.es/europa2003/noticia.aspxcod=20050418132551&tabID=1&ch=69

(6) http://webmail.ya.com/app/message?l=es&o=8&url=http%3A%2F%2Fnation%2Eittefaq%2Ecom%2Fartman%2Fpublish%2Farticle%5F17829%2Eshtml

(5)http://webmail.ya.com/app/message?l=es&o=8&url=http%3A%2F%2Fwww2Ebangladeshobserveronline%2Ecom%2Fnew%2F2005%2F04%2F19%2Fnational%2Ehtm

(7)http://www.bangladeshweb.com/view.phphidType=TOP&hidRecord=0000000000000000041599

(8) http://www.thedailystar.net/2005/04/20/d5042001022.htm