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Una bochornosa campaña publicitaria del Ejército español inunda las televisiones

SS

Fuentes: Rebelión

De todos es conocido el espíritu ofensivo de los ejércitos, también del que en los últimos meses se asoma día a día a las pantallas de nuestros televisores para llamarnos a apuntarnos a filas. Pero esta ofensividad mediática ya está deviniendo en algo ofensivo para espectadores que no concebimos la institución castrense con los parámetros […]

De todos es conocido el espíritu ofensivo de los ejércitos, también del que en los últimos meses se asoma día a día a las pantallas de nuestros televisores para llamarnos a apuntarnos a filas. Pero esta ofensividad mediática ya está deviniendo en algo ofensivo para espectadores que no concebimos la institución castrense con los parámetros de sus responsables y publicistas.

Ya comenzaron esta guerra de trincheras allá por la Navidad cuando los grandes carteles del Metro nos sorprendieron con felicitaciones caquis que solo camuflaban sus intenciones al arengarnos con un discurso de que si nosotros queríamos paz ellos trabajaban por ella (¡!). Ahí, eligiendo el día D para desembarcar en una de las zonas mas expuestas y menos protegida del alma humana como es el sentimiento navideño y con la sonrisa de unos jóvenes y apuestos soldados que ocultaban un máuser colgado a la espalda. Toda una maniobra preparatoria del gran asalto publicitario con fuego real y dirigido ‘manu militari’.

La estrategia de la primavera se ha centrado en los tres objetivos que han considerado mas débiles y, por tanto, mas fáciles de conquistar: los inmigrantes, la juventud y la mujer. A los primeros les prometen integración y legalidad, a los segundos formación y futuro y a ellas igualdad. Y así podemos descubrir cómo nuestras fuerzas armadas se presentan ante la opinión pública como los adalides de la igualdad de género donde las mujeres competirán en igualdad de condiciones con los hombres y donde su condición de futuras madres no impedirá su carrera hacia la cumbre del monte donde izar la bandera de la justicia social.

La simbología no puede ser mas bochornosa; ahora es la candidez de la cara de un niño la que se aferra a la camuflada pierna maternal que previamente se ha rapado la cabeza, se ha calzado las botas, ha cambiado el maquillaje por las pinturas de guerra y, a pesar de la pérdida de feminidad, avanza abrazada entre dos de sus compañeros.

Toda una similitud a los actuales grupos neonazis nostálgicos de la SS alemana que la publicidad completa con la SS española como música de fondo. El conocido grupo musical Seguridad Social no ha dudado en prestar su canción para contribuir a engatusar mas con su ritmo y letra, equiparando su canción de amor con la del novio de la muerte. Y así presentan un campo de batalla en el que quieren tener tu presencia y quieren que estés a su lado. ¿Para qué, si no quieren hablar de la vida…?