Si al nuevo lema comercial de la TV del PSOE le añadimos «todos los proyectos, todas las personas», recordaría mucho al «slogan» bajo el que desfilaba una de las manifestaciones más multitudinarias que ha movilizado a los vascos en los últimos años. La que se organizó el 15 de junio de 2003 contra la Ley […]
Si al nuevo lema comercial de la TV del PSOE le añadimos «todos los proyectos, todas las personas», recordaría mucho al «slogan» bajo el que desfilaba una de las manifestaciones más multitudinarias que ha movilizado a los vascos en los últimos años. La que se organizó el 15 de junio de 2003 contra la Ley de Partidos, es decir, contra la ilegalización de Esukal Herritarrok y por tanto, del secuestro de la voluntad política y social de muchos miles de ciudadanos.
Es al menos paradójico que una institución tan tradicionalmente vinculada al gobierno como TVE, utilice un «slogan» casi idéntico al de sus adversarios. Esta es una de las características del panorama político que más me molesta, porque me recuerda ese aspecto confuso y trilero con el que nuestros gobernantes intentan engatusarnos. De todos modos, habrá que respetar la presunción de inocencia; ojalá la TV pública demuestre ese pluralismo y democracia mediática de la que alardea en su autocampaña publicitaria. Después de lo que hemos padecido con la TV del PP y el inefable Urdaci a la cabeza, hace mucha falta. Es imprescindible.
Si por fin llegara la libertad de expresión a TVE, por ejemplo, ¿tendríamos información seria sobre la Casa Real?, ¿conoceríamos su presupuesto y sus gastos?, e incluso, ¿sería posible el debate sobre la legitimidad de la monarquía? En ese «todas las ideas», ¿cabría la manifestación pública de otros nacionalismos no españoles, es decir, de todos aquellos cuyos sentimientos e identidad son catalanes, vascos o gallegos?
A ver si de una vez es posible que un medio público de comunicación de tamaña proporción como la tele, es capaz de sembrar entre la ciudadanía el espíritu crítico y no el gregarismo, el conocimiento y no la creencia, la ciencia y no el tópico, que la TV sea un medio de comunicación y no instrumento para el control de la mentalidad colectiva.
¿Será alguna vez posible la reproducción en TVE de imágenes como las que protagonizó hace muy pocos días el Rey de España, cuando mandaba a tomar por culo a ciudadanos que manifestaban sus ideas en la calle? A mi me cuesta mucho creerlo, aunque de todos modos no hay que perder la esperanza.
No obstante, eso de «todas las ideas» tiene mucho de demagógico, y, casi todo, de mercadotécnico – por otra parte, hecho esencial en una democracia oligárquica o, como diría un clásico, burguesa, como esta-. No todas las opiniones son respetables. No nos confundamos. Todas las personas merecen un respeto desde los derechos humanos, pero no todas las ideas merecen la misma consideración: no se puede permitir la defensa en medios masivos de los malos tratos contra mujeres, la pederastia, ni la desigualdad entre los seres humanos o la legitimidad de las campos de concentración, sean nazis, franquistas, soviéticos, estadounidenses, etc.
Ojalá el nuevo lema de TVE tenga contenidos reales y prácticos. Habrá que esperar sin perder al menos un leve hilo de fe.