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A propósito de La Conferencia de los Pueblos de Cochabamba y los medios de comunicación en Francia

Un silencio inadmisible

Fuentes: Rebelión

A propósito del encuentro los pueblos sobre el cambio climático en Cochabamba, en Francia hemos podido constatar una vez más hasta qué punto la información y los medios de comunicación de los países occidentales están bajo el control de dirigentes y el poder político y/o financiero. E l conjunto de los medios de comunicación se […]

A propósito del encuentro los pueblos sobre el cambio climático en Cochabamba, en Francia hemos podido constatar una vez más hasta qué punto la información y los medios de comunicación de los países occidentales están bajo el control de dirigentes y el poder político y/o financiero. E l conjunto de los medios de comunicación se han poco menos que «olvidado» del acontecimiento.

Lo que – ¡vaya paradoja! – no les impide seguir impartiendo lecciones de democracia a lo largo de los doce meses del año ni discurrir sobre las vejaciones a los derechos humanos en los países que no se hacen eco de sus discursos liberales.

Y era nada menos el futuro del planeta en tan lamentable estado – algo que nadie podría negar – de lo que se iba a tratar en esta Conferencia internacional.

No obstante, lo pasaron por alto, a pesar de la vital importancia de la cuestión – quizás porque este encuentro había sido considerado como la anti-cumbre de Copenhague, en la que los «pequeños países» no fueron escuchados y en la que el presidente Morales se negó a firmar un supuesto «Acuerdo», por ser éste extremadamente retrógrado y contar con poquísima aprobación, o quizás, porque se trataba de un encuentro de pueblos, organizaciones no gubernamentales, ciudadanos …

La respuesta de la anti-cumbre estuvo a la altura del agravio perpetrado contra la profesión periodística, hoy en día mancillada en todos los grandes medios de comunicación.

No se trataba ni de un G8, ni de un G20, que evidentemente hubiesen ocupado las primeras planas, se trataba de un G140 con más de 35 000 participantes, a pesar de que numerosos representantes de países europeos y africanos, varios millares según los organizadores, no pudieron asistir debido a la polución volcánica.

Los análisis de los 17 grupos de trabajo condujeron invariablemente a la misma constatación : la causa principal del desastroso estado de nuestro planeta es el sistema capitalista actual que además acaba de poner en evidencia sus limitaciones, sus incoherencias y su evidente impotencia ante las crisis de las cuales es responsable.

Hasta tal punto que en el documento final titulado «Principales propuestas …», el primer párrafo, el que marca la tónica, es claro y sin ambigüedad : » Salvar al planeta reemplazando el capitalismo por un sistema de armonía con la naturaleza para vivir bien» .

Además, cada una de las otras propuestas surgió como reacción a los dramáticos efectos de las ciegas políticas liberales, llenas de consecuencias para la madre tierra y la Humanidad. Ignorar o despreciar hasta tal punto un acontecimiento de semejante envergadura, de tal magnitud, constituye un error periodístico-profesional.

El deber de cualquier periodista serio y competente consiste en anunciar los eventos sociales internacionales e informar sobre ellos, aun – y sobre todo – cuando sólo cuenta con «rumores» insondables o considerados insuficientemente relevantes como para ser objeto de redacción, como ocurrió durante la Conferencia. 

Entonces, puesto que no hubo anuncio, uno podría pensar que los señores periodistas, que «saben lo que es bueno para el público», ya habían previsto que las conclusiones serían «anticapitalistas» y habían decidido, casi por unanimidad, no tratar el tema.

Y en lo que respecta a los reportes sobre la Conferencia : «¡siga de largo que aquí no hay nada sobre el asunto!» … ¿Será que ha sido demasiado oportuna?, ¿demasiado visionaria?, ¿demasiado brillante? … ¿demasiado chocante? … Hay interrogantes de sobra, escoja el que prefiera …

Estos arduos defensores y siervos de la finanzas, las cuales supieron evaluar la importancia del poder de los medios de comunicación, son la vergüenza de una profesión en vías de extinción, ¡he aquí otra especie amenazada!

El hecho de reivindicar una «libertad de expresión» que sólo utilizan parcial y selectivamente ¡no los autoriza a prescindir del «deber de informar»!

Por cierto, ¿cuál será la gran corporación que conseguirá comprar Le Monde [1]? Según las últimas informaciones, ni Alter-Échos ni Le Lot en Action [2] se presentarían como candidatos …

NdT :

[1] Prestigioso diario francés que atraviesa serias dificultades económicas en la actualidad.

[2] Alter-Échos y Le Lot en Action son medios de comunicación alternativos de la región francesa de los Pirineos Meridionales (Midi-Pyrénées).

Gérard Delbreil es Militante altermundista, elegido para representar al movimiento altermundista de la región francesa de los Pirineos Meridionales en la Conferencia de los Pueblos de Cochabamba.

Traducción Marina Almeida

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.