Tres periodistas fueron asesinados en septiembre en otros tantos países de América Latina (Guatemala, República Dominicana y Venezuela). También apareció el cadáver de un cuarto informador secuestrado hace cinco meses en México, según un recuento de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). 16 periodistas fueron […]
Tres periodistas fueron asesinados en septiembre en otros tantos países de América Latina (Guatemala, República Dominicana y Venezuela). También apareció el cadáver de un cuarto informador secuestrado hace cinco meses en México, según un recuento de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
16 periodistas fueron asesinados en la región durante los primeros nueve meses del 2004, cuatro en México, tres en Brasil, dos en Colombia, dos en Perú y uno en Nicaragua, Haití, Venezuela, República Dominicana y Guatemala. En la mayoría de los casos se trata de periodistas que investigaban excesos del poder local, vínculos políticos y económicos del narcotráfico y variados temas de corrupción en municipios y gobernaciones estadales.
Exceptuando al enviado español Ricardo Ortega, muerto en Haití, siete víctimas trabajaban como periodistas radiofónicos de radioemisoras provinciales, 4 se desempeñaban en periódicos y revistas locales, dos pertenecían a la TV, uno era dirigente de una organización de periodistas y otro era corresponsal de un diario capitalino y, a la vez, comentarista de una radio local. El único que no pertenecía a la región fue el reportero Ricardo Ortega, enviado especial de la TV hispana asesinado en Haití.
Recuento de asesinatos
Guatemala, 27 de septiembre: Miguel Ángel Morales, secretario general del Círculo de Prensa de ese país, fue asesinado desde un vehículo sin placas en el kilómetro 36 de la ruta al Atlántico, informó Faustino Sánchez, vocero de la Policía Nacional Civil (PNC). «El periodista se dirigía junto con su esposa hacia el departamento de Puerto Barrios cuando un vehículo sin placas lo interceptó en el kilómetro 36 y fue atacado con arma de fuego», dijo. Su esposa, Haidé Herlinda de León, quien resultó ilesa, explicó que «los sujetos los pararon y se acercaron al auto, uno de ellos sacó el arma y le disparó a mi esposo». También fue asesinado en la madrugada del 27 el diputado opositor Carlos Miralda Roca, 72 años, en el oriental departamento de Santa Rosa.
República Dominicana, 14 de septiembre: Juan Andújar, hombre de radio y corresponsal del «Listín Diario» de Santo Domingo, murió asesinado al salir de la emisora donde trabajaba, en Compostela de Azúa, 120 kilómetros al oeste de la capital. Los sicarios hirieron a su colega Jorge Luis Sención, de «Radio Enriquillo», quien perdió una mano que fue destrozada por impactos de escopeta. El informador Juan Sánchez, corresponsal de los diarios «El Nacional» y «Hoy», fue amenazado de muerte por denunciar una ola de robos en la localidad, así como Domingo Corcino, Héctor J. Caamaño, Narciso Maríñez, Chistian Daniel Ramírez y Rafael Vargas.
México, 8 de septiembre: Leodegario Aguilar Lucas, editor de la revista Mundo Político, Acapulco, secuestrado el 22 de mayo de 2004, fue hallado sepultado y calcinado después de ser asesinado, probablemente, el mismo día de su secuestro, dijo Jesús Ramírez Guerrero, fiscal general del Estado de Guerrero.
Venezuela, 1 de septiembre: Mauro Marcano, 55 años, ultimado en la puerta de su casa de Maturín, estado Monagas, conducía un programa de opinión en «Radio 1.080 AM», donde formulaba denuncias sobre el narcotráfico regional y sus vínculos con empresarios locales. También era dirigente político, concejal del partido Acción Democrática y presidente de la Comisión de Ejidos de la Cámara Municipal de Maturín.
México, 31 de agosto: Francisco Arratia Saldierna, 55 años, muerto en Matamoros, estado Tamaulipas, autor de la columna «Portavoz» en «El Imparcial», «El Regional», «Mercurio» y «El Cinco», periódicos regionales en que combatía el crimen organizado, la corrupción política y abordaba temas de educación.
Brasil, 12 de julio: Jorge Lourenço dos Santos, periodista radiofónico, fue asesinado en su domicilio del municipio Santana do Ipanema, Halagaos, Brasil, a la vez sede de la radio comunitaria «Criativa FM», donde formulaba frecuentes críticas a los líderes políticos y empresariales locales y de municipios cercanos.
México, 22 de junio: Francisco Javier Ortiz Franco, codirector y periodista del semanario «Zeta», de Tijuana, México, asesinado en presencia de sus hijos de 8 y 10 años, era reconocido por sus editoriales sobre temas políticos, de gobierno y asuntos cívicos, así como investigaciones y denuncias sobre corrupción y narcotráfico.
Brasil, 24 de abril: José Carlos Araújo, 37 años, periodista radiofónico, asesinado frente a su casa de Timbaúba, estado Pernambuco, denunció la existencia de grupos de exterminio y la participación de influyentes figuras locales en asesinatos en la región en su programa «José Carlos Entrevista» de «Rádio Timbaúba FM».
Perú, 21 de abril: Alberto Rivera Fernández, presidente de la Federación de Periodistas de Ucayalí, y ex diputado, asesinado en Pucallpa, conducía el programa «Transparencia», emitido todas las mañanas por la radioemisora «Frecuencia Oriental», donde denunciaba frecuentemente a las autoridades locales y regionales implicadas en el tráfico de tierras ocupadas por habitantes pobres. El presidente regional de Ucayalí, Edwin Vásquez López, y el alcalde provincial de Coronel Portillo, Pucallpa, Luis Valdez Villacorta, fueron sindicados como autores intelectuales del crimen.
Brasil, 20 de abril: Samuel Romã, 36 años, periodista radiofónico brasileño, muerto frente a su casa de Coronel Sapucaia, estado de Mato Grosso do Sul, era presentador y propietario de «Radio Conquista FM» de la localidad de Capitán Bado, situada frente a Coronel Sapucaia, en el lado paraguayo de la frontera. Era conocido en la región por sus frecuentes denuncias de actividades de los narcotraficantes y el crimen organizado en la zona fronteriza, a través de su programa «A Voz do Povo» (La voz del pueblo).
México, 19 de marzo: Roberto Javier Vargas Mora, director editorial del diario «La Mañana» y editor de la revista «North México Business», publicaciones de Nueva Laredo, Tamaulipas, fue asesinado de 26 puñaladas cuando llegaba a su domicilio de madrugada, tras escribir varios artículos que vincularon a la policía y a empleados gubernamentales con el Cartel del Golfo, una red regional de tráfico de drogas.
Haití, 7 de marzo: Ricardo Ortega, reportero español del canal «Antena Tres», herido por disparos, falleció en el hospital de Puerto Príncipe. Fue el último entre 9 informadores españoles caídos en frentes bélicos o conflictivos, tres en naciones de la región.
Perú, 14 de febrero: Antonio de la Torre Echeandía, 43 años, de Radio «Orbita» de Yungay, región de Ancash, fue asesinado a puñaladas, tras acusar al alcalde de la ciudad, Teodoro Vega Chávez, de nepotismo y abuso de autoridad.
Nicaragua, 10 de febrero: Carlos Guadamuz Portillo, de TV CDNN o Canal 23, fue asesinado de cinco balazos.
Colombia, 7 de febrero: Martín La Rotta Duarte, 51 años, informador de la radioemisora «La Palma Estéreo» de San Alberto, fue muerto a apuñaladas.
Colombia, 4 de enero: Oscar Alberto Polanco Herrera, 37 años, director y presentador de noticias de CNC TV, fue asesinado a balazos en Cartago, Colombia, cuando abandonaba el canal.
Otros crímenes de 2003
Otros crímenes recientes, ocurridos a fines de 2003, terminaron con la vida de tres periodistas: Ivania Mora Rodríguez, 33 años, acribillada el 23 de diciembre de 2003 en el tráfico de Curridabat, un suburbio de San José, Costa Rica; William Soto Cheng, muerto el 18 de diciembre de 2003 en Buenaventura, Colombia; y Germán Antonio Rivas, gerente de la Corporación Maya Visión, Canal 7, de Honduras, asesinado de un tiro en la cabeza la noche del 26 de noviembre 2003, cuando estacionaba su vehículo en el canal.
En 2003 fueron asesinados 20 periodistas en América Latina y el Caribe. Hay más de 50 asesinatos de periodistas impunes desde 1995.