Las elecciones primarias (PASO) desarrolladas este domingo, en la ciudad de Buenos Aires, confirmaron la primacía del PRO dentro del electorado porteño. Los dos candidatos que más votos consiguieron son de sus filas, algo que utilizó Mauricio Macri para alimentar su campaña presidencial, mostrándose como el gran ganador de la noche. Este triunfo es una […]
Las elecciones primarias (PASO) desarrolladas este domingo, en la ciudad de Buenos Aires, confirmaron la primacía del PRO dentro del electorado porteño. Los dos candidatos que más votos consiguieron son de sus filas, algo que utilizó Mauricio Macri para alimentar su campaña presidencial, mostrándose como el gran ganador de la noche.
Este triunfo es una muestra más de que la derecha argentina ha logrado construir una fuerza política genuina con posibilidades de disputar el poder por medio de elecciones. Sin embargo, para alcanzar este logro no sólo contó con el apoyo de los sectores más concentrados del establishment criollo, sino que también recibió la inestimable ayuda de las fuerzas que sostienen el proyecto de clase neoliberal a escala planetaria. De hecho, es probable que el nexo firme entre el gran capital «argentino» y el neoliberalismo global sea la síntesis más clarificadora de los intereses estratégicos que defiende e impulsa el PRO.
Ya se sabe que Horacio Rodriguez Larreta se impuso a Gabriela Michetti en la estridente interna que vivió el macrismo. Sin embargo, esta división no impidió que la fuerza que lidera Mauricio Macri armara una única lista de legisladores porteños. Quien ocupa el primer lugar es alguien poco conocido públicamente. Su nombre es Francisco Quintana y en los hechos, como líder de los legisladores macristas, se convirtió en el candidato más votado en estas elecciones alcanzando más del 45% de los votos. El hombre del PRO posee una formación bastante interesante que permite poner en primer plano la vinculación estrecha que tienen las fuerzas conservadoras del status quo a nivel mundial y la injerencia que establecen en la vida política nacional.
Cuando uno ingresa al sitio de la legislatura porteña puede observa el perfil público de Francisco Quintana, quien ya es diputado porteño. Allí se puede observar que además de ser abogado y ocupar puestos dentro de la estructura del PRO y del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, en el ámbito académico es becario del «Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos, de la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES) de España y de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA)».
En su curriculum se indica que recibió la beca FURP/USA la cual corresponde a uno de los tantos programas que financia la Embajada de EEUU en Buenos Aires. FURP es la sigla de la Fundación Universitaria del Rio de la Plata, autodefinida como una «institución privada de bien público» que tiene como objetivo la «formación de dirigentes de extracción universitaria». Realiza varios programas siendo el más antiguo el denominado «FURP/USA» que se desarrolla desde el año 1971 y se efectúa «con la colaboración de la Universidad de Texas, el Departamento de Estado norteamericano y la embajada de EEUU en Buenos Aires». Varios nombres conocidos han formado parte de este programa entre los que se puede encontrar personajes vinculados a los servicios de inteligencia como el ex-vicerrector de la UBA Dario Richarte, el empresario periodístico Daniel Hadad, el consultor Rosendo Fraga, el ex -miembro del Consejo de la Magistratura Alejandro Fargosi y dirigentes políticos de variada filiación partidaria como el gobernador de Neuquén Jorge Sapag, el radical Marcelo Stubrin, el ex-vicegobernador de Salta y acompañante de Ricardo López Murphy en la fórmula presidencial en 2003 Ricardo Gómez Diez, el ex-UCEDE Carlos Maslatón, el kirchnerista Juan Abal Medina, el legislador porteño por el massimo Rafael Gentilli y la macrista Laura Alonso.
También dentro del listado de becarios se encuentra algunos personajes investigados por corrupción durante los gobiernos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa como son Alejandro Diego Quiroga López, nombrado miembro del directorio de Papel Prensa en el 2000 y acusado de favorecer a Repsol siendo funcionario nacional al momento de la venta de YPF y luego de vaciarla siendo directivo de la YPF ya privatizada; el ex-intendente de Córdoba y ex-Secretario de Comunicaciones durante el menemismo Germán Kammerath procesado por el otorgamiento gratuito de frecuencias radioeléctricas de alta densidad; y Marcelo López Alfonsín (vicepresidente de la FURP) investigado junto al actual ministro de cultura porteño, Hernán Lombardi, por irregularidades en la compra de un campo para la conformación de un Parque Nacional en San Luis, cuando ambos eran funcionarios del gobierno de la Alianza.
La FURP plantea que no recibe ayuda económica del gobierno argentino ni de ningún partido político, lo que significaría que no es una institución gubernamental y no disputa la política partidaria. Sin embargo, cuando uno observa quienes son los «sponsors», esta aparente neutralidad comienza a mostrar su verdadera cara. Entre algunos de los auspiciantes se encuentran, los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Salta, la Embajada de EEUU, empresas como Barrick, Techint, Telecom, Total, IBM, BBVA, Apache, Massalin Particulares, Nobleza Piccardo y Microsoft.
La participación en estos programas no tiene porque implicar la sumisión directa a los dictados de los Estados Unidos. Considerar eso es no tener en cuenta la propia voluntad y la capacidad de decisión personal de estos hombres y mujeres, así como también negar los procesos sociopolíticos que se desarrollan en cada momento histórico. Sin embargo, resulta claro que en una buena cantidad de casos, esto implica el mantenimiento de más que aceitadas relaciones con la principal potencia del mundo, además de un proselitismo a favor del modelo norteamericano de sociedad.
Pero además de haber participado del «FURP/USA» y ser miembro del Comité Ejecutivo de la entidad, el macrista Quintana también coloca en su curriculum que fue becario de la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES) de España y de la UPLA. Esta pertenencia deja menor cantidad de dudas respecto a la orientación política que posee el hombre del PRO.
La UPLA es la estructura regional de la International Democratic Union (IDU), la organización que agrupa a escala planetaria a las fuerzas neoconservadoras del mundo y que integran el Partido Republicano de EEUU, el Partido Conservador del Reino Unido, el Partido Popular de España, la Unión Democristiana de Merkel en Alemania, la UMP de Sarkozy en Francia y la pinochetista UDI en Chile, entre los más reconocidos. En la Argentina formalmente ningún partido forma parte de la IDU, sin embargo, todo parece indicar que se comienzan a afianzar lazos con el PRO de Mauricio Macri, al punto que el propio Jefe de Gobierno porteño disertó en un encuentro de jóvenes de la UPLA que se realizó en nuestro país y en el que participaron algunos militantes del PRO.
Por su parte, la FAES es, bajo el disfraz de «think tank», el instrumento para la articulación política internacional que dirige el ex-presidente de España José María Aznar. Alguien a quien le gusta recorrer nuestra región apoyando a los personajes más vinculados con el neoliberalismo y criticando fuertemente a los gobiernos progresistas y de izquierda de América Latina. Mientras, en su país, gran parte del que fue su gabinete cuando dirigía el gobierno español se encuentra investigado, constituyéndose la detención de Rodrigo Rato (ex ministro de economía español y ex titular del FMI) el caso más resonante.
En la reciente Cumbre de la Américas de Panamá, Aznar tuvo una muy fuerte presencia atacando muy ásperamente al gobierno de Venezuela y fomentando a los grupos que representan la oposición más virulenta al proceso de cambios progresivos que vive la región. Además, en las asiduas visitas a la Argentina nunca deja de encontrarse con Mauricio Macri. Esta afinidad llega al punto en que la FAES organiza seminarios en las propias instalaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en los que nunca dejan de estar presentes los principales dirigentes del PRO.
Francisco Quintana no es una excepcionalidad en la estructura de funcionarios y dirigentes del macrismo, sino que por el contrario resulta ser un ejemplo típico del PRO, pero además es el botón de muestra de la interconexión de las fuerzas neoliberales y neoconservadoras a nivel global, formando a los hombres y mujeres que impulsan sus intereses en los distintos lugares del mundo. Si faltaba alguna evidencia más para entender donde se ubica el macrismo en el plano internacional, el tipo de formación que tienen sus dirigentes medios no hace más que confirmar esas tesis.
Es por todo lo dicho que resulta muy importante tener en cuenta estos entramados, los cuales se tienden a ocultar y a naturalizar ya que nos permiten comprender la forma en que el proyecto político de los sectores dominantes a nivel global extiende sus tentáculos por todo el planeta y como nuestro país no es ajeno a esta «conspiración».
Fuente: http://politicatandil.com/opinion/el-pro-en-el-marco-del-neoliberalismo-global-27