La «desmemoria en nombre de la memoria« Ayer mismo, las cadenas de televisión más «progres» dieron, como titular de Portada, la noticia del 57 aniversario de la «caída» de sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Calculaban que habían muerto unas 170.000 personas. A groso modo, pero con precisión matemática y finura estadística, señalaban que […]
La «desmemoria en nombre de la memoria«
Ayer mismo, las cadenas de televisión más «progres» dieron, como titular de Portada, la noticia del 57 aniversario de la «caída» de sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Calculaban que habían muerto unas 170.000 personas. A groso modo, pero con precisión matemática y finura estadística, señalaban que contabilizaban muertos y desaparecidos.
El titular al que me refiero fue colocado desde «La 4» de modo -y ya que carezco del don de la ubicuidad-, que desconozco el desarrollo de la noticia, así como el contenido de la misma en otras cadenas y su impacto en similares medios de comunicación radiales o escritos. De mi experiencia en el estudio de los medios, deduzco que aproximadamente los mismos.
Compungidos pero cínicos gobernantes japoneses rendían su angustia ante el monumento «conmemorativo» y recordaban el terrible hecho de genocidio programado. Les acompañaban, claro está, algunas de las grandes autoridades de los EEUU en la zona, que, en este preciso momento de acoso a Corea del Norte, con el acompañamiento de Seúl y del propio Tokio, serían, sin duda, muchas y variadas. No aparecían, según creo, en primer plano de cámara pero vigilaban la perfecta representación de los jerarcas japoneses.
El recuerdo -aunque parezca paradójico- no iba dirigido al Japón sino a Corea del Norte y, tal vez, a China, que sí recuerdan muy bien, tanto lo de la «bomba» como su influencia en el asalto de EEUU contra Corea (en defensa de la Libertad, como siempre y con mayúsculas), y las amenazas de entonces a China, que condujeron a la situación de armisticio en que separan a los tres países, y a alguno más, de la guerra. Allí enseña las garras el águila norteamericana.
No obstante no hubo en el humanitario acto (América es Humanidad) ni una sola palabra sobre la autoría de la «catástrofe» que llevó al planchado nuclear de Hiroshima y Nagasaki.
La «caída» de las «bombas» había sido, al parecer y sin alguna duda de creer a pies juntillas a los medios internacionales, obra de la gravedad, del cielo o, tal vez, del infierno, porque ninguno de los sucesores directos de sus autores y de sus víctimas, lo recuerdan en absoluto. Por supuesto que algún programa o reportaje especializado nos informarán -a su debido tiempo-, del asunto pero sin dar datos sobre las víctimas colaterales (cánceres, quemaduras y deformaciones), a las que se llevó la desmemoria, la que, sin embargo, se abrirá sin problema alguno para recordarnos a todos que tan difícil decisión fue tomada por el presidente Truman y sus asesores militares. Eso sí, después de evaluarlo mucho para evitar más muertos entre los soldados norteamericanos e, incluso, entre los civiles japoneses.
A estos últimos, por cierto, se les había bombardeado sistemáticamente, con bombas combinadas: incendiarias y de alto explosivo, sin posibilidad resistencia alguna, siguiendo la experiencia de los bombardeos masivos y de arrasamiento sobre algunas ciudades alemanas, por ejemplo la de Dresde. En este último caso con la sagrada misión de llegar de primeros a Berlín a pesar de ser los últimos en entrar en la guerra y de salir de ella, prácticamente incólumes con las arcas llenas, el tejido industrial a toda máquina, y como los máximos acreedores de todo el mundo.
En algún lado he leído que la inmensa mayoría de los jóvenes y de los adultos japoneses, según la mayoría de las encuestas, desconocen en absoluto que las famosísimas bombas fueron arrojadas por los Estados Unidos. Dentro de unos años desconocerán de igual modo el desastre nuclear de la central de Fukushima, sus efectos, consecuencias y responsables. No sería baladí aclararles dónde está la verdad en este fantástico relato múltiple [i].
Relato a la carta: el cerco a la Venezuela bolivariana, la disputa de América Latina
Este relato «a la carta», o lo que es lo mismo, según los intereses del Gran Imperio es ya doctrinal en Falsimedia.
También lo es en los Manuales de Información y Desinformación del Ejército de los Estados Unidos y, evidentemente, de la CIA y de todos y cada uno de los centros de inteligencia de los mandos militares de Washington y de la OTAN (Holanda, Francia, Reino Unido, etc.) que rodean Venezuela. También, y eso es harina en el mismo costal, en los Planes de Insurgencia y de Operaciones que todos ellos ponen al día constantemente.
Todos actúan repartiendo el trabajo sucio: las guerras mediáticas y diplomáticas, la guerra económica de amplio aspecto; y el «limpio»: las amenazas armadas, la afirmación de que la CIA está atenta y en alerta, los golpes blandos que han preparado el terreno y los aliados ya disponibles o presionables, para asegurar la disponibilidad de cercar o guerrear contra Venezuela: el verdadero «corazón de América«.
En las próximas fechas -sólo por hablar de preparativos militares- y ya en los presentes días, sendas maniobras aeronavales y terrestres en tres frentes distintos: la larga frontera de Colombia; las bases militares y la IV Flota en el Caribe, y la frontera amazónica son testigos de concentración y movimientos de tropas [ii].
Se trata también, no podemos olvidarlo, de los aliados locales y regionales que prestan territorio y bases como Colombia, México, el Paraguay antes insurrecto; y de las colonias o neocolonias como Panamá y Puerto Rico [iii], Guatemala, Honduras, toda Centroamérica salvo Nicaragua y, por cierto la pequeña y heroica isla de Granada cuya soberanía fue violada con aplauso de todos los dirigentes políticos y mediáticos [iv]; donde los EEUU han impuesto a sus títeres locales.
En esta guerra asimétrica los Estados Unidos ha empleado el modelo del golpe institucional en varios países sublevados: como Honduras y Paraguay; y para derribar a Dilma Rousseff y encarcelar a Lula Da Silva a 9 años y medio de prisión. Esto incapacitaría a los dos -salvo improbable milagro de una decisión a tiempo de un Tribunal Supremo siempre remolón en estos casos-, para la próxima presentación como candidato presidencial.
Decidirá. Sin duda, la gigantesca presión popular que ya ronronea por allí debajo de uno de los presidentes menos valorado de América Latina.
Dicen los estrategas que aquí se trata, sobre todo, de varios elementos distintos, la mayor parte de naturaleza estratégica y económica, pero que tienen su fuente principal en las grandes concepciones estratégicas continentales.
Finalmente es la doctrina Monroe del patio trasero, contra la doctrina Bolivariana de la Unión de Pueblos Libres.
Modelo 1: Implantación del fascismo: Leopoldo López de guarimba durante el golpe continuo en Venezuela
Vayamos a la Venezuela de Bolívar, de Chávez y de Maduro
En Venezuela, Falsimedia, es decir la fábrica de la postverdad -como le llaman los compañeros y compañeras latinoamericanos-; el uso compactado de todos los medios y agencias de desinformación, interiores y exteriores, para crear y distribuir un relato único sobre la situación en Venezuela (con excepción de los minoritarios medios públicos), que además han sido hackeados en su totalidad por los EEUU y sus bises en los día previos y posteriores a la jornada electoral y constitucional del 30 de julio. Es y será, hasta que se produzca la «emancipación en lucha, la desinformación absoluta, el poder casi aplastante de los medios, la mentira, la utilización del silencio cuando sea necesario, o de todos esos factores combinados.
Son los elementos constitutivos de un relato falso; y, al mismo tiempo, son los capítulos de un manual de guerra asimétrica, de guerra psicológica, de guerra en la calle: guarimbas, trancazos, insurgencia de guerra sucia, el uso de mercenarios adiestrados y bien armados con uso de artefactos caseros y progresivamente de bombas, armas largas y mercenarios, del bloqueo de barrios enteros para impedir el recurso al pueblo como «poder originario» para la constitución de una Asamblea Constituyente y soberana.
Los modelos buscados en esta «guerra asimétrica», «de baja intensidad», como dicen eufemísticamente sus estrategas y diseñadores globales y puntuales, que se dan en los terrenos económico, terrorista y militar, como guerra prolongada o de un solo golpe, de escenario limitado dentro de Venezuela, continental o global; tiene, sobre todo un objetivo inicial: el terror, (al que ya ha vencido la Alianza Pueblo- Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas) y un desarrollo «previsible» que los EEUU establecen según los siguientes «Modelos aproximados»:
Modelo 1: Golpe fascista en Ucrania
Felipe González
Golpe 2: Versión dura: Golpe diplomático y mediático. Prisa y el PSOE, la SIP, la OEA
Luis Almagro, Secretario General de la OEA
Golpe Modelo 3: Ruptura o desaparición de un país
El pueblo venezolano y su gobierno legítimo han dado muestras de coraje y de valor y han hecho una llamada de auxilio a los pueblos hermanos de América Latina. También la han hecho a los medios informativos.
En eso estamos.
Notas
[i] No será difícil recurrir a la «maldita hemeroteca» [i] , de la que se alimentan con apetito voraz nuestros siervos de Falsimedia, para mantener el bipartidismo, o las nuevas concurrencias formales al sistema político multipartidista de la Primera y Única Transición, para aclarar este fantástico No sería baladí aclararles dónde está la verdad en este fantástico relato [i].
[ii] Los lectores que quieran acceder a información detallada no tiene más que acudir los programas Dossier de Walter Martínez, verdaderas joyas de la información estratégica sobre el mundo y, en particular sobre Venezuela. Dado el bloqueo mediático que está sufriendo este país recomiendo la búsqueda en Tele SUR, una de las estructuras de información continental que creó Chaves, como en su momento lo hizo Cuba con la Agencia Prensa Latina, ambos en funcionamiento, lo mismo que amplias redes de información alternativa, entre las que está. Sin duda alguna rebelión.org o el Foro contra la Guerra imperialista y la OTAN.
[iii] Con enorme resistencia del pueblo de Puerto Rico y una enorme represión cultural, política, social y policial -reconocida reiteradamente por la Asamblea General de la ONU y violadas por Washington- que ha doblegado nunca a su pueblo.
[iv] Excepto, los trabajadores cubanos, que construían un «estratégico» aeropuerto civil, solo altamente peligroso para los norteamericanos. La historia gigantesco asalto puede encontrarse fácilmente en la Red.
En posterior artículo hablaré de los efectos de la propia convocatoria de la Constituyente y de la enorme prueba de valor que ha dado al mundo el pueblo venezolano. También me referiré a la consolidación de la Alianza Pueblo-Fuerzas Armadas y, finalmente al impacto de la convocatoria realizada en «lucha» en toda América Latina.
Antonio Maira es analista político. Foro contra la guerra imperialista y la OTAN.
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