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Algaradas y silencios

La información sobre Cuba se ajusta a moldes muy definidos que definen colores, formas y contenidos

Fuentes: Insurgente

La reunión en La Habana de algunas decenas de personas -entre 150 y 80 según las crónicas más entusiastas- que dicen representar a 360 organizaciones, provoca una verdadera euforia informativa de Falsimedia a pesar del ridículo evidente que se manifiesta en la multirrepresentación de los asistentes. Cada uno de ellos tiene que enseñar al menos […]

La reunión en La Habana de algunas decenas de personas -entre 150 y 80 según las crónicas más entusiastas- que dicen representar a 360 organizaciones, provoca una verdadera euforia informativa de Falsimedia a pesar del ridículo evidente que se manifiesta en la multirrepresentación de los asistentes. Cada uno de ellos tiene que enseñar al menos todos los dedos de una mano para señalar el número de organizaciones que preside. Al mismo tiempo los «soldados mediáticos del Imperio» silencian absolutamente diversas informaciones que contienen nada menos que pruebas documentales que implican, por acción o por omisión, a los EEUU en terribles actos de terrorismo.

Falsimedia es ya un conjunto de «medios de comunicación empotrados» cuya «producción informativa» responde a objetivos predeterminados. En el último fin de semana se dedicó preferentemente a destacar la reunión en Cuba de un conjunto de personajes que fueron tratados como «patriotas» cuando en realidad conmemoraban -un 20 de mayo- la instauración de la república dependiente en 1902, y daban entusiastas vítores a Bush, el responsable de la nueva Carta Colonial: el «Informe de la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre».

Del contenido de ese programa imperial que no enmienda una Constitución, como hacía la Enmienda Platt, sino que establece como realidad preconstitucional toda la estructura económica, social y política de Cuba, incluyendo la privatización previa del del patrimonio social total del pueblo cubano y de sus recursos económicos, a favor de los grandes fondos financieros y las multinacionales, no dicen nunca nada los grandes medios de comunicación.

La Constitución Fundamental de la Cuba Libre que ha determinado el Comité Powell, establece la figura de un Coordinador para la Transición nombrado por la Secretaría de Estado de los EEUU, una Comisión del Gobierno de Estados Unidos para la Devolución de las Propiedades (Commission on Restitution of Property Rights CRPR), y un Comité del gobierno de Estados Unidos para la Reconstrucción Económica: (U.S Government Standing Committee for Economic Reconstruction. SCER) que tendrá a su cargo el regreso de Cuba a la economía de mercado. Establece además los mecanismos de agresión a Cuba, incluida la formación y financiación de una «disidencia», la realización de campañas de prensa internacionales y la fijación de sus temas centrales, y la articulación y financiación de una «diplomacia pública» a través de diversas organizaciones sociales con la misma finalidad de «acelerar el proceso de transición».

La importancia informativa del Informe de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre es extraordinaria. Es un documento público, plenamente vigente y a la vez «encubierto» por Falsimedia. La razón es clara, el conocimiento del mismo haría muy difícil la agresión a Cuba de «intelectuales progresistas» y «políticos demócratas» que hoy actúan con total impunidad.

Simultáneamente a esta reunión de «disidentes plattistas organizados y financiados por los EEUU» según documentos de Washington, que moviliza una «diplomacia pública» también estimulada por la Coordinadora para la transición que funciona en el Departamento de Estado, se producen otras informaciones que afectan directamente no sólo a la relación de Cuba con los EEUU, sino a la relación de este último país con el resto del mundo.

Lo que nunca publica Falsimedia


Algunos documentos secretos revelados en los últimos días demuestran que la CIA tuvo conocimiento previo de los planes del grupo de Posada Carriles y Orlando Bosch para atentar contra el avión de Cubana de Aviación que finalmente fue explotado en vuelo con el resultado del asesinato de 73 personas. Además el FBI no sólo mantenía contactos con uno de los venezolanos que colocó la bomba sino que le facilitó el visado para viajar a EEUU cinco días antes del atentado.

Los documentos de fuente oficial de estadounidense que demuestran todo eso fueron divulgados, también este fin de semana, por la organización independiente National Security Archive en Washington. Lo fueron, al parecer, en idioma galáctico desconocido por Falsimedia.

La información puesta a disposición de los «enviados especiales» y los «periodistas independientes de los grandes medios de comunicación», incluye un documento enviado a Kissinger por el Buró de inteligencia del Departamento de Estado -el primero después de la voladura del avión- en el que la CIA comunica una afirmación previa de Carriles sobre intención de «colocar una bomba en un avión cubano».

El National Security Archive señala además que: «no hay nada en los archivos desclasificados que indique que la CIA alertó a las autoridades cubanas de la amenaza terrorista contra los aviones de Cubana. Documentos de la CIA aún clasificados indican que el informante podría haber sido el propio Posada, quien en aquel tiempo estaba en contacto periódico con agentes de la CIA y de la FBI en Venezuela».

Tampoco Falsimedia habla nada, o casi nada, sobre la importantísima información proporcionada por Fidel Castro en la Tribuna Antiimperialista que contiene al menos dos informaciones de máximo interés.

La primera es que Cuba proporciona a los EEUU información sobre la preparación de una campaña de atentados contra aviones comerciales que se dirijan a Cuba. Los EEUU aprovechan esta información para rastrear las fuentes y para detener a cinco cubanos que se habían infiltrado en las organizaciones terroristas de Miami. El hecho mismo demuestra por si sólo la existencia de actividades terroristas desarrolladas desde los EEUU contra Cuba, con la complicidad del «dejar hacer» -al menos- del gobierno de Washington.

La segunda es que mientras la «inteligencia» norteamericana trabajaba en la localización de las fuentes de información de Cuba sobre hechos catalogados por ella misma de altamente creíbles -admitiendo con ello las actividades terroristas de las organizaciones de Miami-, los terroristas que atentarían después contra las Torres Gemelas y el Pentágono se movían con total impunidad en la misma área de investigación en la que el FBI realizaba la búsqueda de los «informantes de Cuba».

La historia completa finalizó con la detención y condena de cinco patriotas cubanos, y con el asesinato de miles de personas.

Planes de colonización de Cuba y «Guerra antiterrorista global» que «no interesa» a Falsimedia, ni a los «intelectuales progresistas» que nos muestran su genio en los grandes medios de comunicación y transmisión de la cultura.

Según y cómo: ética del alboroto, ética del silencio.