Lesley Riddoch es una periodista británica y directora de una organización llamada World Women (Mujeres del Mundo). Actualmente, esta organización está llevando a cabo un programa que ayuda a periodistas africanas en cuatro países a establecer una «sala de prensa virtual» que les permitirá publicar y manejar su propio periódico en línea e iniciar estaciones […]
Lesley Riddoch es una periodista británica y directora de una organización llamada World Women (Mujeres del Mundo). Actualmente, esta organización está llevando a cabo un programa que ayuda a periodistas africanas en cuatro países a establecer una «sala de prensa virtual» que les permitirá publicar y manejar su propio periódico en línea e iniciar estaciones de radio comunitarias conducidas por mujeres.
¿Cuál es la idea de una «sala de prensa virtual»?
Lo primordial que estamos intentando hacer es que las periodistas africanas estén a cargo de sus propias notas y se conecten directamente con mujeres radioescuchas y lectoras creando su propio servicio informativo. La razón para ello es el habernos percatado de que ni en África ni en Occidente se ve que la gente africana, en general, ni las mujeres africanas, en particular, puedan contar sus propias historias.
Es posible que veamos a algunos bienintencionados periodistas blancos o a un Tony Blair mediando y decidiendo cómo esas historias serán relatadas. Entonces, el objetivo del proyecto era tratar de utilizar Internet para crear un periódico virtual. Lo estamos haciendo de una manera diferente de cómo se ha hecho hasta ahora en Estados Unidos, donde la gente imagina que Internet será un mecanismo para desplegar información que puede ser leída fuera de la pantalla.
Lo que estamos intentando hacer es utilizar una Intranet [un servicio interno de la red, disponible sólo a usuarias y usuarios registrados] que vincula a 40 periodistas en varios países africanos. Así, utilizamos esta plataforma como un tablón gigante en el cual las personas pueden intercambiar historias e ideas. También podríamos utilizarla como una enorme imprenta a la cual se pueda enviar historias a una estación de radio comunitaria que luego las leerá a un público más amplio. Existen muchas formas de usar Internet. No tiene por qué ser sólo un mecanismo personal de despliegue de información.
En 1995 yo estuve involucrada en un periódico llamado Scotswomen que básicamente era parte del periódico Scotsmen en Escocia. Siempre nos llegaban quejas de que estábamos perdiendo lectoras y que reflejábamos prejuicios masculinos en el periódico. Entonces, lo más fácil pareció ser que la administración me diera el periódico por un día y dejar que fueran mujeres quienes lo manejaran y escribieran. Eso realmente mostró cómo diferentes personas pueden producir un distinto tipo de periódico, con diversos puntos de vista. Luego el periódico pasó a manos de personas de derecha que detestaban la idea y se deshicieron de ese otro periódico. Fue entonces que surgió lo de World Women. Necesitábamos superar los problemas del control editorial y los costos de la distribución física de los periódicos. Internet te soluciona esos dos problemas.
Además, yo había estado impartiendo estas sesiones de capacitación para mujeres en África y parecía que nadie estaba recibiendo valor por dinero de esta experiencia. A menudo se ve en este tipo de capacitaciones que las personas se entusiasman mucho mientras aprenden nuevos conceptos. Pero luego regresan a la realidad y ésta las golpea duro, porque es tan difícil utilizar sus nuevos conocimientos y habilidades. Por esto yo quería crear una sala de prensa virtual donde las reglas fueran diferentes y donde fuera diferente lo que se esperara que ellas escribieran.
¿Cuáles países están involucrados y cómo llegaste a estas periodistas?
Los países participantes son Ghana, Zimbabwe, Kenia y Uganda. Eran cuatro países en los que las oficinas del Consejo Británico estaban capacitando a mujeres periodistas cuando el Consejo empezó a cambiar sus prioridades hacia el género, la tecnología de la información y la gobernabilidad. Mientras yo estaba impartiendo estas sesiones de capacitación, me di cuenta que era inútil simplemente ir a cada país y enseñar nuevas habilidades sin un mecanismo para que las participantes las practicaran. Ellas necesitaban conocerse, y este proyecto fue el medio para conectarlas.
¿Qué se hace en la sala de prensa virtual?
En estos momentos, mucho de lo que hacemos es capacitarlas a través de Internet. Estamos tratando de enseñarles cómo trabajar con personas a distancia, por ejemplo. Es muy difícil sincronizar a la gente a través de diferentes zonas de tiempo y es un logro cuando todas consiguen estar ahí a tiempo. También estamos capacitándolas en el uso de Internet para asignar tareas. Una buena parte de la capacitación involucra utilizar el equipo de tal manera que las periodistas africanas puedan estar a cargo del periódico. Se reúnen una vez al mes en la Intranet y poco a poco están tomando control del proyecto. Ahora tenemos fondos de la Agencia Británica para el Desarrollo Internacional para contratar una coordinadora en África, quien las ayudará a montar su propio sitio en Internet y las capacitará para que lo manejen. Después de eso, producirán Mujeres de África , que será su propio periódico virtual.
¿Las periodistas están publicando artículos actualmente?
Por el momento no tenemos artículos. Lo que quiero que ellas hagan es experimentar para que no se encuentren en situaciones en las cuales les preocupe lo que están escribiendo. Ahora mismo les estoy pidiendo que se acostumbren a escribir sobre los asuntos más grandes. Por ejemplo, quiero que tengan la confianza en sí mismas para escribir un editorial sobre el nuevo gobierno afgano. Me interesa más cómo llegarán a lo que son sus puntos de vista. Es un proceso que requiere de pensar en grande, y no convendría publicar eso mientras apenas estás haciendo borradores de tus pensamientos.
¿Puedes decirme qué tipos de historias o ángulos podrían emanar de un periódico manejado por mujeres que sea diferente de los medios tradicionales?
No creo que necesariamente exista una agenda de noticias sobre mujeres. Cualquier grupo crea su propia realidad. Si solamente reunieras a un grupo de mujeres, podrías resultar con un periódico que despliega un artículo sobre la violación en primera plana y no en la página 9, pero no necesitas un proyecto para hacer eso. Lo que sí recibes son numerosos artículos sobre el VIH/sida y mucha información sobre cómo la baja condición de las mujeres impide llevar a cabo muchas de las iniciativas que los países del norte están emprendiendo para ayudar.
Por ejemplo, según las leyes consuetudinarias en muchos países, las viudas básicamente son heredadas por el hermano del hombre fallecido y eso significa que las tasas de transmisión del VIH son a menudo más elevadas. Siempre escuchamos, desde los países del norte, acerca de cómo combatir el VIH/sida cuando muchos de los problemas tienen que ver con que las mujeres no pueden controlar sus propias vidas.
Las periodistas abordan ese tipo de asuntos. Hubo un artículo escrito por una periodista en Kenia, acerca de un grupo de mujeres que cavaban tumbas para enterrar a otras. Esto no parece muy importante, excepto que en las comunidades muchas veces amenazan con no enterrar a las mujeres para asegurar que ellas se apeguen a las leyes consuetudinarias y se conviertan en sirvientas en la casa de la familia de su esposo muerto. Y las integrantes de este grupo decidieron salir a enterrar mujeres y muy públicamente anunciaron que no tolerarían la discriminación. Se requiere un gran trabajo de «traducción» de la cultura para comprender cuán significativo ello era y, para ser totalmente honesta, las periodistas africanas no creían que ésa fuera una historia importante.
Fue como un total pensamiento lejano, refundido en el periódico. A menudo existe la percepción de que las y los periodistas deben bombardear a la gente con hechos y cifras, aun cuando sean aburridos y numerosos. Es difícil detenerse y encontrar los aspectos realmente interesantes. Entonces decidimos discutir estos asuntos. Obviamente, ellas pueden escribir sobre lo que deseen, pero les estoy pidiendo que piensen en lo que encuentran interesante y en lo que las motiva a leer lo que otras personas escriben.
¿Cuáles son los próximos pasos para el proyecto?
El siguiente paso es entregar el proyecto a las periodistas. Ese fue siempre el objetivo. La dificultad es que el financiamiento no provee fondos para la administración de proyectos. Tenemos mucho dinero pero no hay posibilidad de que yo administre el proyecto. Hemos tenido que pensar en devolver todo el dinero, pero obviamente no lo haremos.
Lo que sí podemos hacer es decir que este proyecto se trata de empoderar a mujeres africanas y que dejaremos que ellas lo manejen, lo administren y lo desarrollen como quieran. Esa es la razón por la cual me he estado concentrando tanto en tratar de capacitarlas en el proceso de crear un periódico virtual. También nos estamos enfocando en el aspecto técnico.
Tenemos que desarrollar vínculos de hardware con todas las estaciones de radio comunitarias. Tenemos que encontrar 250,000 estaciones y el objetivo es tener una estación de radio comunitaria manejada por mujeres en cada país del África subsahariana. Es de esperar que tendremos una línea de producción de noticias y luego pasaremos a los documentales y a noticias de primera plana. Será un servicio radial para mujeres africanas. Muchas africanas no pueden leer y la mayoría vive en áreas rurales, por lo cual el periodismo convencional no le llegará a nadie. Y simplemente no podemos esperar hasta que toda la gente haya sido alfabetizada, cuando podemos empezar mucho más pronto con la radio comunitaria.
¿Serán multilingües las estaciones de radio comunitarias?
Estamos trabajando con otro grupo llamado «Desarrollo a través de la Radio», con sede en Zimbabwe, el cual transmite en inglés y eso parece funcionar. Esperamos desarrollar genuinas estaciones de radio comunitarias en las áreas rurales de Malawi, utilizando idiomas locales. Eso presenta algunos problemas, dado que la mayor parte de nuestro trabajo se realiza centralmente. Pero mientras se tenga una persona que traduzca historias, se podrá luego llegar a la gente en las áreas rurales donde no es posible usar el inglés. En esas comunidades hay personas que pueden traducir. Y el siguiente paso sería tratar de recolectar las radios.