El pasado 30 de diciembre, en plenas Navidades, los Gobiernos autonómicos de Valencia y Murcia dieron a conocer las concesiones de licencias autonómicas y locales de Televisión Digital Terrestre (TDT). Como ya ocurrió con las adjudicaciones del Gobierno balear en diciembre de 2004 y de la Comunidad de Madrid (el pasado 5 de agosto), las […]
El pasado 30 de diciembre, en plenas Navidades, los Gobiernos autonómicos de Valencia y Murcia dieron a conocer las concesiones de licencias autonómicas y locales de Televisión Digital Terrestre (TDT).
Como ya ocurrió con las adjudicaciones del Gobierno balear en diciembre de 2004 y de la Comunidad de Madrid (el pasado 5 de agosto), las licencias han ido a parar a grupos de comunicación ideológicamente afines al Partido Popular.
La Cadena COPE ha conseguido dos canales autonómicos de TDT en Murcia y en Valencia, que se suman a las licencias de televisión local conseguidas en las demarcaciones de Palma de Mallorca, Menorca y en los municipios madrileños de Aranjuez, Pozuelo y Móstoles.
Sorprendente también ha sido la cantidad de licencias que ha conseguido Libertad Digital TV, una empresa hasta ahora conocida por el portal de Internet editado por el periodista de Las Mañanas de la COPE Federico Jiménez Losantos, y que está presidida por Alberto Recarte (vinculado a la FAES). Se han hecho con cuatro licencias en demarcaciones locales en Valencia y tres en la Comunidad Murciana que se suman a las cuatro con que ya contaban en la Comunidad de Madrid.
Localia Televisión, red de emisoras locales de PRISA, apenas ha conseguido una licencia en la demarcación de Ontinyent (Valencia), a pesar de haberse presentado a gran cantidad de las licencias. Localia se siente perjudicada por estas concesiones y ha presentado recursos en los tribunales.
Las previsiones parecen indicar que muchas licencias serán vendidas o alquiladas ya que muchas empresas que las han obtenido no cuentan con un proyecto real de televisión. Así que al final se pondrán en marcha diversas cadenas de TV que emitirán de forma simultánea en varias regiones. Lo que implica la desaparición del modelo clásico y lógico de televisión local y diversa en pos de un modelo de negocio basado en la formación de cadenas de TV con poca o nula programación local, vamos, algo parecido a la radio en FM.
Según la legislación actual las frecuencias destinadas a radio y televisión son adjudicadas por el correspondiente Gobierno (autonómico o estatal según tipo de licencia) tras la realización de concursos públicos. Los resultados hasta el momento parecen indicar que dichas concesiones no se realizan de acuerdo a la legalidad vigente ni de forma justa y transparente.
Sería necesario establecer otros mecanismos más democráticos y conceder las licencias a través de organismos independientes. Por ahora no parece que las cosas vayan a cambiar y el espectro radioeléctrico, ese bien público, seguirá siendo repartido de forma partidista e interesada.
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Javier García pertenece a la Unión de Radios Comunitarias de Madrid (URCM).