La presencia del candidato presidencial nacionalista y de izquierdas Ollanta Humala como favorito para las elecciones peruanas, con el apoyo explícito de Hugo Chávez y Evo Morales, no podía dejar indiferente al diario El País. Cancerbero del status quo neoliberal en América Latina, el periódico español ya ha puesto en marcha sus tropas contra el […]
La presencia del candidato presidencial nacionalista y de izquierdas Ollanta Humala como favorito para las elecciones peruanas, con el apoyo explícito de Hugo Chávez y Evo Morales, no podía dejar indiferente al diario El País. Cancerbero del status quo neoliberal en América Latina, el periódico español ya ha puesto en marcha sus tropas contra el peruano que amenaza con unirse al elenco de presidentes dispuestos a sacar a América Latina del servilismo.
Y ahí tenemos un reportaje el 30 de marzo con ese independiente y riguroso titular «Viaje al feudo del caudillo peruano». El discurso hostil es calcado del utilizado contra Chávez, ante todo recordar su pasado de militar insurrecto: «el ex teniente coronel vuelve a Tacna, la última ciudad peruana antes de pasar a Chile. Muy cerca de allí, en Locumba, en octubre de 2000, al mando de 69 reclutas, se sublevó contra Alberto Fujimori». Y como si de la España profunda se tratara, el mejor argumento, el pasado familiar: «Tacna es el corazón del movimiento de un candidato cuya vida política comenzó hace apenas 11 meses y cuya familia pone los pelos de punta a muchos peruanos». Viéndolo encabezar las encuestas diez días antes las elecciones, no parece que les ponga precisamente los pelos de punta, se diría que a quien se los pone es a los dueños del periódico. Y sigue: «Su hermano Antauro está en la cárcel por la asonada contra el presidente, Alejandro Toledo, en enero de 2005. Otro de sus hermanos, Ulises, se postula para la presidencia con un partido ultranacionalista que recoge las ideas radicales y racistas del padre, Isaac Humala». «La familia, su militarismo y su falta de experiencia han sido sus flancos más cuestionados por sus principales rivales»; ya se sabe, como Franco, El País no se mete en política, sólo recoge lo que dicen los políticos.
Para repasar el tipo de población que saluda a Ollanta, lo mejor destacar ancianos y militares: «Uno de esos seguidores es Ernesto Donoso, jubilado de 68 años y padre de tres hijos, uno de ellos militar», ««mi hijo militar dice que están (sic) con Ollanta», añade Donoso». «Militares y policías podrán votar este año por primera vez», aclara el redactor para que entendamos la razón de su ventaja en las encuestas.
«Por la noche, en el mitin, la parafernalia castrense lo invade todo. Los llamados reservistas, muchos ex combatientes contra la guerrilla de Sendero Luminoso y en la guerra contra Ecuador (1995), vestidos con una camiseta negra con inscripciones en amarillo y pantalones de combate, se ocupan de la seguridad del Comandante», continúa el reportaje. Ollanta Humala ya lleva acumulados en el texto los títulos de «caudillo», «teniente coronel» y «comandante».
Por supuesto, el panorama de su organización y partidarios no puede ser más negativo para el autor del reportaje: «La organización (del acto) era bastante caótica». El candidato al Congreso que le acompaña en el mitin «es un hombre tranquilo que desentona en la vorágine de la fiesta electoral».
El diario, por supuesto no opina, sólo recoge el sentir de la población: «Su capacidad de gestión, como la de muchos otros candidatos del movimiento, es cuestionada por la opinión pública». Nos preguntamos cómo será de cuestionada la del resto de los partidos si el que más apoyo tiene en las encuestas es Ollanta Humala.
Señala el reportaje como prueba del cuestionamiento de la capacidad del candidato que «el partido presentó su programa hace un mes y aún no se sabe nada de los posibles miembros del Gabinete». Como si se conocieran los ministrables de los otros candidatos peruanos, me pregunto si sabía El País quiénes iban a ser los ministros de Zapatero antes de que ganara las elecciones en España. Eso sí, se conoce que un candidato a la vicepresidencia es «Carlos Torre Caro, amigo y abogado de Humala, que no despierta muchas simpatías». Un nuevo rigor informativo del periódico que nos informa con precisión y objetividad que, aunque se trata de la candidatura más apoyada por los peruanos, ni despiertan simpatías, ni su capacidad de gestión es reconocida por la opinión pública y la fama de su familia pone los pelos de punta. Lo ha dicho El País.
Pobre diario, no da abasto con tantos enemigos, Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y ahora Ollanta Humala. Tendrán que aumentar el número de páginas para poder iluminar a tantos latinoamericanos confundidos.