En su edición del 23 de septiembre de 2006, Le Monde dedica un artículo a la presentación de los informes de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que cuantifican el aumento del número de civiles muertos en Irak y señalan la generalización de la tortura, incluso en los centros de detención oficiales, subrayando […]
En su edición del 23 de septiembre de 2006, Le Monde dedica un artículo a la presentación de los informes de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que cuantifican el aumento del número de civiles muertos en Irak y señalan la generalización de la tortura, incluso en los centros de detención oficiales, subrayando la responsabilidad del gobierno y de las tropas de la coalición.
Para realizar ese trabajo, el personal de la redacción de Le Monde compiló despachos de las agencias AP y AFP y agregó un encabezamiento y un titular.
El encabezamiento, «Irak: violencia intercomunitaria, torturas y secuestros», plantea que los actos de violencia se deben a las rivalidades entre las diferentes comunidades, como si el país no estuviera ocupado por tropas extranjeras.
El titular, «La guerrilla iraquí convierte rehenes en kamikazes, según el ministro de Defensa», introduce dos palabras que no aparecían en los despachos originales: «guerrilla» y «kamikaze».
Según el diccionario Hachette, la palabra «guerrilla» se refiere a «una pequeña tropa de partisanos».
Para Le Monde, ese término engloba a los tres grupos designados en los despachos como la «rebelión» (o sea, la resistencia contra la ocupación), los «bandidos» (los criminales comunes) y los «escuadrones de la muerte» (los que colaboran con las tropas ocupantes).
Según el diccionario Hachette, la palabra «kamikaze» designa al «piloto de un avión japonés cargado de explosivos que se lanzaba voluntariamente sobre los barcos enemigos». Por extensión, se aplica a todo combatiente que emprende una acción militar con el sacrificio deliberado de su vida.
Para Le Monde debe tener un sentido muy diferente ya que en el artículo se hace referencia a las declaraciones de Saadun Al Duleimi, quien afirma que los rebeldes ponen bombas en los vehículos de los rehenes que liberan y provocan después explosiones por control remoto. Para el ministro de Defensa iraquí resulta evidente que los rehenes liberados no han sido «captados» sino que son utilizados, sin saberlo, para introducir bombas en las zonas «protegidas».
Mediante tales deslizamientos semánticos voluntarios, el encabezamiento y el titular del diario atlantista francés de centro izquierda liberan a las tropas ocupantes de toda responsabilidad en los actos de violencia, los secuestros y torturas mientras que dan a la resistencia un aspecto de fanatismo.