«…nada nuevo puede construirse de cero: para bien o para mal, uno cuenta con el trabajo, los aciertos y los errores legados por las generaciones anteriores. Frente a los horrores que esa herencia también incluye, siempre existe la tentación de tirar todo por la borda. Pero si es así, ¿con qué «ladrillos», usando las palabras […]
«…nada nuevo puede construirse de cero: para bien o para mal, uno cuenta con el trabajo,
los aciertos y los errores legados por las generaciones anteriores. Frente a los horrores
que esa herencia también incluye, siempre existe la tentación de tirar todo por la borda.
Pero si es así, ¿con qué «ladrillos», usando las palabras de Lenin, se levantará una
nueva construcción? De lo que se trata entonces es de tomarlos, actualizarlos,
o criticarlos despiadadamente; lo que nunca puede hacerse es ignorarlos [1] «.
No hay alternativa: es preciso ganar la batalla simbólica.
«Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario. Jamás se insistirá bastante sobre esta idea.«. Lenin
Es necesario planificar científicamente todas las propuestas interdisciplinarias para el avance cotidiano de la Comunicación Revolucionaria y mundial hacia el socialismo. Razonar bajo consenso y en las circunstancias actuales, qué se puede y qué se debe hacer mejor, cómo ganar fuerza, presencia e influencia para el Socialismo. Diagnosticar, carencias y virtudes, correctamente, sinceramente, colectivamente… Diseñar planes para educarnos, para experimentar, para desarrollar la imaginación revolucionaria y ser capaces de medir resultados… Planificar táctica y estrategia de la Comunicación Revolucionaria que hará su poesía diariamente con el ascenso socialista de la conciencia comunicada por todos los medios, los medios nuevos y los medios renovados. Es necesaria una Ciencia de la Comunicación Socialista para el diagnóstico preciso y para el desarrollo de una política internacionalista exuberante. De abajo hacia arriba. Es necesaria una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.
No basta con expropiar los medios, con suspender concesiones. No basta con abrir mil medios nuevos si no nos cuidamos del individualismo, del empirismo, de la atomización…del negocito de secta disfrazado de progre y del «cada quien para su santo». No basta con leyes, no basta con decretos, no basta con movilizaciones. Aun siendo toda la movilización continental a la vista, un avance extraordinario e inspirador, no es suficiente. La batalla profunda en el terreno de las ideas, de los gustos… de los imaginarios más íntimos, la batalla por liberar la conciencia del fardo alienante burgués, demanda esfuerzos multidisciplinarios y sistemáticos que no pueden ser librados a las buenas voluntades, a la buena suerte al azar, a las «sectas» o las burocracias. Se requiere apertura, diversidad y consenso ratificados dinámicamente en un Programa Socialista para la Comunicación dispuesto a terminar, de una vez por todas, con la barbarie alienante desatada por los monopolios de la comunicación burguesa y los gobiernos complacientes. Terminar para siempre con la demagogia de aparatos mesiánicos para la redención de los pueblos. No hay lugar para eufemismos: las armas de guerra ideológica desarrolladas por el capitalismo son instrumentos cuyo daño debe ser evaluado y combatido meticulosamente. Permanentemente. He aquí, incluso, una tarea para el Partido Socialista Unido de Venezuela
Es inexcusable la unidad para una lucha internacional que quiere producir Imágenes e Imaginarios (visuales sonoras o de cualquier tipo) hacia el Socialismo. A eso hay que ponerle toda nuestra energía. No dispersarla, no perder la perspectiva porque se trata de una lucha difícil y asimétrica, a estas horas, contra los imperios mediáticos y sus lebreles. Es imprescindible luchar para conquistar, pronto, esa fuerza dialéctica nueva del imaginario Revolucionario basada en un trabajo minucioso a la hora de diagnosticar correctamente aciertos y errores, potencias y debilidades de todos los medios de Comunicación que anhelan contribuir a la derrota del capitalismo. Es imprescindible precisar quién es el «interlocutor» de la Comunicación Revolucionaria sus hábitos, problemática educativa, cultural, laboral… Es indispensable medir la cantidad, la calidad y la localidad de la producción comunicacional y su rumbo con relación al calendario político y a la agenda mundial de la Revolución Socialista. Es preciso ser un referente científico en la producción informativa, seria y también creativa. Ser incubadora de la experimentación audiovisual más avanzada; ser la mejor escuela de periodismo, información social y comunicación. Ganar influencia decisiva en todos los ámbitos.
Es preciso hacer visibles todas las luchas que ponen en pie la transformación Socialista de la producción comunicacional, sus tácticas e inteligencia. Es preciso hacer visible la producción informativa, la producción de lenguajes que narran el ascenso cotidiano de la rebeldía multiplicada a estas horas, sin precedentes, con la fortaleza de las ideas mejores consensuadas por la praxis de abajo a arriba. Es ineludible el trabajo organizado para producir información y Comunicación comprometida con la verdad a toda costa, como hecho revolucionario minuto a minuto. Es inexcusable la organización consensuada con tácticas informativas para contribuir a la construcción del hábito cotidiano de la mirada no hegemónica. Es ineludible el trabajo de construir, desde los movimientos sociales de base, un programa de Comunicación Revolucionaria Internacionalista hasta encarnarse como parte de una misma voz y una lucha de clase contra la alienación, contra los monopolios de la «verdad» y la demagogia. Eso deberá ser una meta inmediata sin conformismos.
Urge una táctica y una estrategia comunicacional dispuesta a marcar diferencias urgentes en la organización de los imaginarios desde los movimientos sociales en combate. Organizarnos contra las ideas e intereses del amo, los modos expresivos del patrón, sus gustos y sus placeres… urge producir Comunicación organizada y con un Programa impulsados con herramientas socializadas y contenidos de interés colectivo. Con lenguas, pieles y modismos dispuestos a su emancipación económica, cultural, espiritual y anímica. Con independencia político-semántica. Con errores propios, incluso, en el crecimiento y la maduración de la Comunicación no alienante. Organización y Programa al calor de una Revolución Social Permanente como sustento y proyecto.
Trece propuestas para Cambiarle la Suerte a la Comunicación.
Quizá no sepamos -milimétricamente- cómo será la Comunicación del Socialismo, pero urge definir cómo no queremos que sea.
- Construir un Programa Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo.
- Impulsar una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo con movimientos sociales de base. Hacia un Congreso Permanente y una agenda política de la Comunicación que ordene y potencie tareas comunes.
- Desmontar décadas de agresión comunicacional alienante.
- Nacionalizar, expropiar [2] , cancelar concesiones privadas [3] … apertura de medios y modos nuevos con base social en lucha y bajo control de los trabajadores. Democratización de las herramientas de producción y distribución en Comunicación.
- Asegurar la Independencia política, semántica y sintáctica: programación planificada y abierta sobre una agenda temática internacional que satisfaga de las necesidades de la construcción del Socialismo.
- Fundar una Escuela Internacionalista de Cuadros para la Comunicación Socialista. Desarrollar los géneros y estilos narrativos (e informativos) del Socialismo por prioridades de abajo a arriba.
- Fundar un Centro de Investigación y Experimentación hacia los lenguajes nuevos.
- Crear sistemas de Financiamiento Internacional (Banco del Sur acaso) para los medios Socialistas bajo control de los movimientos sociales.
- Crear un Congreso permanente para la Comunicación Socialista nueva, sin trabas burocráticas, jurídicas y sectarias.
- Estimular en todas sus posibilidades la propaganda de la organización revolucionaria. La construcción del Partido que no hemos conocido. Propaganda como poética de la lucha que narre los mejores triunfos de la organización revolucionaria. La imaginación como arma de la Revolución
- Estimular una red de la Comunicación permanente para la emancipación de las fuerzas naturales y laborales que crean la riqueza. ¿Qué materias primas nos roban… cómo se explota a los trabajadores?
- Fundar foros de Comunicación Socialista que impulsen la movilización de usuarios e interlocutores críticos, capaces de perfeccionar la Comunicación nueva hecha esta vez por todos.
- Fundar un Sistema Internacional de Medición Cuantitativa y Evaluación Cualitativa. Comunicación Socialista de calidad en forma y contenido medibles desde los movimientos sociales y sus asesores.
Pronto, ayudados también por la Comunicación Socialista, hablaremos libremente de los triunfos creadores que propagarán la organización de las rebeldías, el derecho a la felicidad sin peajes, el sentido del humor inteligente y los fulgores cotidianos de la Revolución Simbólica des-alienada. Hablaremos de los usos, definiciones y tipologías de la Comunicación Socialista, de sus riquezas verdaderas. Nos permitirá comprender y combatir la alienación y todo lo que impide crear conciencia sobre las maravillas y magnificencias de la Comunicación Socialista que debería pertenecernos a todos, objetiva y concretamente. Viviremos un día sin la payasada mercantil que cubre al mundo con un velo de ornamento recreativo, farandulero y pueril que no deja ver lo importante que será la televisión, la radio, la prensa, los medios todos, emancipados.
La Comunicación Socialista no será un Dios etéreo que hará, por sí mismo, cosas «malas» o «buenas» desde un espacio extraterrestre y fatal. La Comunicación Socialista será el conjunto concreto de medios, modos y relaciones para la producción, transmisión y recepción de mensajes, en imágenes y sonidos dispuestos a transformar al mudo permanentemente luego de derrotar al capitalismo para siempre. Hay que aprovechar para la Comunicación Socialista la tecnología, los medios y lenguajes desarrollados por generaciones de trabajadores que, alienados o no, alcanzaron logros no sólo materiales, en los instrumentos, la maquinaria, los edificios, los imaginarios… aprovechar lo mejor para que la Comunicación Socialista pueda elevar la conciencia humana, los métodos, costumbres, las habilidades adquiridas y desarrolladas a partir de la cultura material preexistente. En sí misma la Comunicación Socialista es un desafío colosal para la Humanidad y deberá ser uno de sus logros mayores.
En oposición a los desplantes anárquico-burgueses, reformistas, burocráticos… basados en cualquier satanización, para descalificar o destruir a la Comunicación Socialista, lo necesario hoy es la democratización de las herramientas tecnológicas, magníficas y poderosas, y renovar su uso con ideas y lenguajes revolucionarios, en un escenario de lucha de clases, y contra el rol de las empresas privadas que las emplean como armas rentables de guerra ideológica. La Comunicación Socialista debe ser actualización de la inteligencia, una conquista de la humanidad que deberá servir para la emancipación de los explotados. Hay para esta Comunicación Socialista tareas urgentes:
· Contra lo que la amordaza y abate en la vorágine simbólica decadente, en la reyerta de las vulgaridades, el despojo y la obscenidad.
· Contra la desinformación, la ignorancia, el intermediarismo, la prostitución, el alcoholismo, la narco-dependencia y el machismo.
· Contra los racismos, autoritarismos, paternalismos y familiarismos.
· Contra el dogmatismo, la charlatanería y la demagogia.
· Contra la represión, la violencia, las guerras.
· Contra la censura, la explotación, la doble moral, la hipocresía, la traición y la vulgaridad.
· Contra la depresión, la atomización, el desánimo, la infelicidad
Construyamos la Comunicación Socialista torrencial, majestuosa y urgente. Comunicación Socialista liberada de los caprichos de la barbarie y la vanidad, de la estética burguesa mercenaria. Comunicación Socialista como imperativo histórico para crear formas y diseños capaces de aniquilar la barbarie intelectual hacia un modo nuevo de relacionarnos plenamente social.
Datos hacia un diagnóstico.
Sin haber comprendido las raíces económicas e ideológicas del Imperialismo, sin un diagnóstico profundo sobre sus implicaciones políticas y sociales y sin poner a la propiedad privada como el principal enemigo del campo de la producción de imágenes e imaginarios, es imposible dar el menor paso hacia la solución de las calamidades principales generadas en particular por el modo capitalista de alienación mass media. Hay que ver:
Según la UNESCO [4] hay 1,350 millones de televisores [5] . Esto en 70 años se multiplicó. Hasta hace pocos años en Asia había 176 televisores por cada mil personas, en África 60, mientras que en Europa 446. En América Latina y el Caribe el promedio ha sido de 205 televisores por cada mil personas. Según UNESCO en Guatemala, en 1997, había 61 televisores por cada mil habitantes, en Nicaragua 68; Argentina, 223; Bolivia, 116; Brasil, 223; Chile, 215; Colombia, 115; Cuba, 239; México, 272; Perú, 126; Uruguay, 239 y Venezuela, 180. En Estados Unidos 806 televisores por cada mil habitantes. En Francia 595 televisores, Alemania 567, España 409 [6] y Reino Unido 521 por cada mil habitantes. En 1995, alrededor de 900 mil televisores en todo el mundo, es decir un receptor cada 6.8 personas. Hacia 1995 y 1996 en USA, 806 televisores por cada mil habitantes; en Canadá, 709 y en Japón, 700. En Gambia solo había 2, en Nepal y en Etiopía, 4. En Haití 4, Honduras 80, Venezuela 180, Cuba 199, El Salvador, 250, Chile 277, Brasil 289, Argentina 345. México tenía 193 televisores por cada mil habitantes. ¡En 2010 habrá 2 mil millones de televisores y 5 mil millones en 2025!
Clarifiquemos tareas:
¿Qué pasaría si mañana, organizados como trabajadores de la Comunicación, con un diagnostico correcto, un correlato de fuerzas idóneo y un programa Socialista de transición consensuado… recuperásemos todos los medios secuestrados por las oligarquías mass media…? ¿Qué seríamos capaces de ofrecer, y ofrecernos, en calidad y cantidad, distinto al discurso burgués? ¿Qué otra Información y Comunicación podríamos producir, concientes de nuestras necesidades y fuerzas; con las herramientas de producción disponibles, sin caer, por ejemplo, en la trampa del aburrimiento, del didactismo, del doctrinarismo, del mesianismo o el paternalismo? ¿Qué información y Comunicación Revolucionaria deberíamos (y podríamos) producir, capaz de aniquilar la alienación, capaz de seducir y movilizar con poderes creadores nuevos, capaz de convencer con argumentos poderosos y probados, capaz de enamorar con belleza convulsiva y Poesía Revolucionaria y fresca? ¿Qué clase de Revolución estética permanente, de los contenidos a las formas, seríamos capaces de impulsar para dar lugar a una experiencia inédita de Comunicación hacia el Socialismo? ¿Qué Revolución comunicacional podríamos impulsar para elevar el nivel del gusto, de la conciencia, del placer, de la educación, del entretenimiento… elevar el nivel del «emisor», del «medio», del «mensaje» y de los «códigos»…?
Hay que terminar con el negociado impune de conciencias. [7] Hay que terminar con el uso despótico, corrupto, racista miserable y degradante de los mass media. Hay que terminar con el paraíso de la charlatanería, el tráfico de informaciones falsas, la infección mercantil de lo cotidiano, la resignación divertida, los diezmos ideológicos… la criminalización de la rebeldía. Hay que terminar con la estética de fuerzas represoras, políticas y culturales, encarnadas militarmente en el discurso mass media.
Hay que terminar el empirocriticismo. Hay que terminar con la estética farandulera. Hay que terminar con la miseria y la barbarie comunicacional donde reina la belleza repulsiva del neoliberalismo. Hay que terminar con la estética burguesa. Casa por casa. Hay que terminar con la alienación, todo lo que se infiltra para hipnotizar receptores. Hay que terminar con la barbarie cultural. Hay que terminar con el fetichismo de los avances tecnológicos, con los valores del utilitarismo convencional burgués que se sirven de para embrutecer con estereotipos a los trabajadores.
Hay que terminar con la dictadura mercantil del raiting. Hay que terminar con la moral de esa violencia de mercados que administra con eficiencia los mitos de seducción de un imaginario globalizado. Hay que terminar con la circulación de fetiches y parásitos mercantiles. Hay que terminar con los ejércitos de criminales payasos mas media entrenados para poner a salvo el capital de sus amos. Ideológica, cultural y militarmente.
Hay que terminar con todo lo que directa o indirectamente esconda el conflicto capital-trabajo. Hay que terminar con la promiscuidad de los poderes burocráticos y financieros, con una lógica y estética policíaca. Hay que terminar con esos «locutores», «reporteros», «escritores» y demás «profesionales», dedicados a convertir en «comunicación» de raiting cualquier banalidad con ampulosidad y escándalo rentables. Hay que terminar con esa estética de la tergiversación de datos, la intermediación infiel, impostación, exageración, pose, pedantería y soberbia [8] ...
¿Cómo? No habrá producción Revolucionaria de la Información, la Comunicación y la Cultura sin una Revolución Socialista total y desde abajo.
No existe arma de destrucción masiva más letal que el Capitalismo. Depreda la naturaleza, las sociedades y las civilizaciones. Frenó el desarrollo, inició un período de crisis generalizada y precipitó la expansión de la miseria en proporciones nunca vistas. Millones de cadáveres y de mutilados, víctimas de la guerra, millones y decenas de millones de personas atemorizadas, aplastadas, embaucadas y engañadas.
Es necesario un golpe letal contra la alienación, la deformación de las conciencias, el mercadeo obsceno de las farándulas impunes, la vorágine de los buitres sobre los cerebros de los niños, la prostitución emocional de las mujeres, el desparpajo de los machismos, la barbarie rentable de los milagreros mediáticos… Hace falta una gran revolución cultural, informativa y comunicacional. No adelante de los pueblos, no encima, no escondida… Es necesaria una moral de lucha en la Comunicación. La moral de lucha de quien produce comunicación y se entiende como trabajador al lado de los trabajadores. Moral de lucha de trabajador que entiende su producción sometida a las mismas calamidades explotadoras que padecen todos los trabajadores. Y eso no se logra aislado.
El crecimiento anárquico de las Industrias del Espectáculo constituye una de las formas del capitalismo. Sirve para manipular conciencias privándolas de su libertad de información, también es resultado de una lucha por los mercados de consumo producida por la crisis de sobreproducción de imágenes. Pero hasta hoy todo se tiñe con un tono de epopeya al «orden y la legalidad» que muestra sus garrotes en manos de la policía o el ejército y en manos de las televisoras con su fascismo de nuevo «look» hoy representado por jóvenes de apariencia ejecutiva «clean» y señoritas seductoras prototipo de «modelos» plástico. Se trata de una teología de la represión que se extiende hacia todos los rincones de la existencia para que vivamos bajo amenaza. No hay lugar para los feos, los morenos, los bajitos… y menos para las rebeldías y menos contra la propiedad privada y sus baluartes. El ideólogo fascista vende su cara y bondades, el discurso de la violencia legalizada, institucional.
¿De qué manera hay que explicar lo urgente que es una revolución comuncacional armada con cuantos medios sea necesario para liberar a la humanidad de todo aquello que la hace prisionera y satisfacer así sus necesidades más elementales? Podríamos pensar una Comunicación Hacia el Socialismo que abra horizontes nuevos y que pueda vencer lo que, acaso, es uno de nuestros adversarios mayores: la incomunicación… la desorganización. Hay muchas posibilidades por difíciles que parezcan. Hay que llevar la democratización de los medios de comunicación a todo el mundo. Impulsar la integración de las luchas Revolucionarias estén donde estén a través de una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo. Impulsar un Programa desde abajo para la constitución del poder socialista en la fuerza comunicacional.
Impulsar desde esa corriente un Programa Socialista capaz de idear formas dinámicas de integración donde las televisoras comunitarias y alternativas, las radios, lo periódicos, las páginas en Internet, los cine-documentalistas… accedan a unirse en un proyecto inédito que haga posible una agenda de lucha consensuada y donde sea posible levantar, en todo el mundo, las luchas que competen a unos y a otros estén donde esté. Que nunca más un hecho represivo quede en silencio; que nunca más se mate con indiferencia o pobreza una iniciativa de Comunicación; que el llamado de la Revolución Venezolana para expropiar, suspender concesiones a medios oligarcas, democratizar en suma la Comunicación, sea un debate que levantemos todos en el Mundo entero y que un rumor de miles de voces se pronuncie para impulsar las acciones más avanzadas de la Comunicación Socialista.
Ya ocurre un movimiento de resistencia que no se contenta con reformismos ni migajas. Es una lucha real que comienza por entender y denunciar las conductas todas del mundo empresarial de las comunicaciones burguesas, es decir, la explotación de sus trabajadores y lo miserable de su discurso al servicio de la explotación y el capitalismo. A pesar de sus límites y limitaciones esta lucha existe en un escenario totalmente adverso donde crece críticamente una inteligencia rebelde y creativa. Estas luchas de resistencia, que no sólo tienen carácter cultural, se enfrentan en condiciones desiguales y con valentía a toda prueba, a un sistema económico e ideológico de clase que las desecha y detesta, las persigue y reprime, las encarcela y asesina, por principios..
Un programa para la Comunicación Hacia el Socialismo:
Proponemos trabajar en un Programa para la Comunicación Hacia el Socialismo que haga, en primer lugar, visibles las necesidades y mandatos de los movimientos sociales de base en sus luchas por una revolución mundial nueva, en sus luchas contra el fardo simbólico-cultural capitalista y contra todo lo que impide liberar las potencias expresivas más urgentes. Un Programa madurado por un Consejo Consultivo Internacional para la Comunicación Socialista con Delegados de Movimientos Sociales de Base.
Trabajar en un Programa de Transición que exprese, con independencia política, nuestra decisión y nuestra capacidad creadora para superar los límites impuestos a la imaginación, un Programa para trabajar desde abajo y terminar con la miseria y la barbarie cultural ayudados por la Comunicación Revolucionaria. Un programa para la Poesía revolucionaria de la Comunicación Socialista.
Proponemos un Programa para fortalecer los poderes de los trabajadores para elevar la conciencia social, la conciencia sobre la fuerza social organizada al servicio de sí y de su Revolución Permanente. Programa desde abajo para la espontaneidad, la frescura y la creación libre, la dignidad, el sentido del humor inteligente, la risa franca y el amor. Una Programa Socialista de la Comunicación para la justicia informativa, la honradez periodística, profunda, ancha, fiel y fecunda. Para la unidad de las diversidades, el saber de todos, por todos, para todos. Por la felicidad plena, el arte fortalecedor de la expresión libre, la ciencia no esclavizada, la palabra sin trampas ni mentiras… un Programa de Transición en Comunicación Socialista para el salto cualitativo de la humanidad hacia su emancipación definitiva.
Proponemos un Programa para la conquista Revolucionaria de las herramientas para la producción comunicativa, un Programa para la nacionalización, la expropiación y la democratización de las herramientas. Un Programa Socialista para la transformación de las relaciones sociales en la producción de la Comunicación. Un Programa que contemple el desarrollo permanente de Congresos Organizativos y sistemáticos hacia un buen debate fraternal y permanente, pensar en conjunto, con preguntas, dudas e intuiciones, esa praxis de la Comunicación que queremos todos contra el absurdo descomunal de la propiedad privada de los medios y los modos de la Comunicación.
Programa Revolucionario que llame a la organización de los trabajadores, que los ayude a impulsar sus medios de expresión, que garantice la participación y la expansión comunicacional socialista… o será nada. Programa en la práctica absoluta de la verdad. Programa dispuesto a sumar esfuerzos para transformar la realidad miserable en que vivimos, para hacer caminos a la libertad expresiva solidaria y entre todos… cuanto antes. Un Programa de la fuerza organizada y de la praxis. Programa, incluso, de interés supremo en el Partido naciente.
Proponemos un Programa que habrá de valerse de cuantos medios tenga al alcance para garantizar el triunfo definitivo de una Comunicación Socialista, transformadora y revolucionaria de la conciencia, para la creación de una humanidad sin clases, sin estado, sin propiedad privada. Comunicación militante en la ciencia, la educación, la tecnología… Comunicación Revolucionaria para la Poesía Revolucionaria y viceversa que activarán todas las fuerzas sociales en la resolución de los problemas de la vida práctica.
Trabajar en un Programa de la Comunicación que garantice la formación de cuadros, la educación de militantes y especializados hacia la ética a la estética Socialistas, con ciencia, técnica, artesanía, anchas e irreductibles. Programa como arma en lucha de la Revolución que nos impulse a salir de los marcos desesperantes de la vida miserable, la debilidad y la impotencia. Programa de transición para madurar como trabajadores que, desde cada lugar, asuman una beligerancia poética y revolucionaria con la certeza de que es posible cambiar al mundo sobre la base de un plan mundial construido por el espíritu de una humanidad dispuesta a sacudirse la explotación, organizada. De una vez por todas. Si no nos educamos como productores de Comunicación Socialista de poco servirá expropiar los medios de la burguesía. Pero es al mismo tiempo necesario educarse en la praxis de las organizaciones políticas para aprovecharnos de los mass media y educarnos todos en los sentidos más amplios. Y sólo con una tarea de planificación dinámica, sobre la marcha, podremos las masas trabajadoras avanzar hacia una Revolución cultural impulsada por organizaciones políticas poderosas dispuestas a educar y educarse para el Socialismo, con éxito. En unas pocas décadas, gracias a la planificación será posible transformar una economía atrasada y dependiente en una potencia poderosa con base industrial, alto nivel cultural y científico Socialistas. En eso los mass media planificados también, con su desarrollo y su riqueza narrativa, deben ser herramienta decisiva.
Trabajar en un Programa apasionado y entrañable, un llamado a los trabajadores artistas, intelectuales, investigadores, preguntadores, estudiadores y enseñadores, que también desean trabajar des-alienados y unidos en un frente único mundial por la construcción de una Revolución Cultural permanente. Programa para unirnos, organizarnos y luchar no sólo contra las amenazas y los enemigos: la prostitución imperialista del «mercado global», la guerra ideológica en los misiles y en los mass media, la persecución de los lebreles neoliberales en fábricas, aulas, oficinas, calles… sino para crear una realidad revolucionaria donde el arte de comunicarnos, la ciencia, la creación, la inteligencia puedan servir para una Comunicación con independencia y libertad relativas, para una Comunicación des-alienada. y contra toda imposición.
Trabajar en un Programa que entienda y atienda la necesidad de organizarnos para ganar todas las la batallas simbólicas en la formación poética y política, individual y social, tecnológica y estética hacia la transformación y resignificación del concepto Comunicación y su práctica Socialista en todos los medios. Organización para transformar, con la Comunicación Socialista, las relaciones sociales todas, en las ciencias como en las artes, en el arado como en el microscopio. Organización para quebrar todo exclusivismo y todo individualismo.
Trabajar en un Programa para las circunstancias presentes sin dejar de planear el mundo que queremos comenzando, por el que no queremos… Trabajar en un Programa para transformar el mundo en que vivimos, atreverse a cambiarlo desde sus logros mejores. Trabajar en un Programa al servicio de la transformación definitiva de todos los estados del espíritu, todos los géneros de la Comunicación humana, todos los estados del mundo. Apuntar a una transformación general de los valores, a la ruptura y la descalificación de la lógica explotadora que deberá ser perseguida hasta la extirpación de todos sus reductos.
Trabajar en un Programa sin mordazas que luche por la dignificación de la Comunicación según su significado más profundo y más preciso, imposible de dilucidar mediante la razón de la miseria. Apuntar a un orden, organización, sensible e inteligente. Apuntar a explorar lenguajes nuevos no exclusivos ni excluyentes, con el filo de una obstinación revolucionaria encarnizada, que conmocione, desequilibre y derrote el pensamiento hegemónico. Y, sin negar los mejores logros, avanzar desde donde estamos.
Trabajar en un Programa Revolucionario con una economía política de los signos planificada … un gran programa de comunicación revolucionaria que acompañe el camino hacia la sociedad sin clases… programa, sueño en acción… no unilateral, sobre la realidad, la fidelidad y la imagen. Programa crítico y auto-crítico donde nuestra imaginación vea y realice conquistas nuevas del deseo, el conocimiento y el espíritu. Ocurran donde ocurran y como ocurran. Nuestra tarea deberá ser elevar la vida a un nivel más alto y enriquecerla. No como tarea desesperada sino como trabajo sistemático lleno de perspectivas que se abren y nos permiten declarar que la Comunicación atraviesa una gran encrucijada, la encrucijada de la Revolución Social que devolverá su desarrollo a la humanidad, acompañada de una época de conocimientos y felicidad… esta vez sin explotación, miseria ni ignorancia. La Humanidad liberada.
Programa para una revolución de la Comunicación no indiferente no independiente de la Revolución Social toda. Programa para poner en el seno de toda praxis revolucionaria en empresas, universidades y organizaciones de trabajadores la Comunicación hecha por todos… la idea ineludible de una Comunicación Socialista que se transforme siempre y transforme consigo las herramientas y las relaciones de producción. Programa para una Comunicación Socialista, revolucionaria sistemática y ambiciosa que rebasará los límites de toda miseria como una necesidad profunda que cobra mayor fuerza cuando no sólo satisface de manera simbólica apetitos individuales o de secta.
Planificar no significa acartonar:
Panificación no significa avasallamiento de la espontaneidad, no significa determinación milimétrica aburrida de cada paso, no significa conducción y excesiva e invasiva de las ideas y de las acciones. De ser así nadie pintaría, nadie haría música, escultura, arquitectura. Nadie sería científico o filósofo revolucionarios. La Planificación no anula el sentido del humor ni el sentido del amor. La Planificación no significa rigidización, no implica acartonamiento ni implica supresión de la libertad creadora. Quien intente reducir la planificación Socialista a cualquiera de esas definiciones reduccionistas o esquemáticas tiene mala voluntad o tiene una incapacidad supina de imaginar la libertad en plena marcha de la conciencia y la pasión des-alienadas.
Planificar la Comunicación implica formarse para actuar sobre un terreno de dirección consciente hacia estadios del desarrollo humano aun desconocidos. Necesitamos lo mejor de nosotros, lo más libre y lo más Socialista. Necesitamos nuestra sonrisa más inédita, nuestro amor más nuevo, nuestra fraternidad más ignota. Se requiere gracia, simpatía, frescura y disciplina, juntas, fusionadas y creativas. Se requiere lucidez racional y pasión desbordada, se requiere conciencia crítica e intuición poética. Todo atento, cotidiano, preciso y en enriquecimiento permanente. No es fácil ser un militante de la planificación comunicacional Socialista… no es imposible. Tenemos muchos ejemplos avanzados.
Planificar la Comunicación implica ser sensibles al tiempo, a la historia, a la materia… implica ser sensibles al Trabajo humano y a su liberación necesaria y urgente, implica escuchar el ritmo de las luchas, saborear sus néctares mejores, sus amarguras y sus dulces. Implica encuestar con disciplina diaria, sondear las opiniones y los imaginarios, saber los avances, saber los frenos, qué nos impulsa, qué nos frena… implica consensuar necesidades, impulsar experimentos, inaugurar lenguajes. Nada fácil… nada imposible.
Planificar científicamente implica disponerse a resolver nuestras crisis de dirección y de dirigentes. Resolver los vicios con que hemos entendido y emprendido la dirección en otros tiempos fallidos. Implica impulsar el desarrollo y ser capaces de no temerle, implica ver la crítica y la autocrítica como una herramienta necesaria y urgente, implica pues ser un Revolucionario que se decide a construir el futuro. Permanentemente. Nada nuevo… nada viejo.
Y semejante tarea no es tarea de individualidades geniales ni de sectas. No es tarea de burócratas no es tarea de iluminados. Repitámoslo mil veces… esta tarea de la planeación Socialista de la Comunicación, que ha de desarrollarse por aproximaciones sucesivas, es una responsabilidad colectiva que exige capacidad de organización de equipos multi, inter y trans disciplinarios. Implica asunción inexcusable de responsabilidades revolucionarias. No hay lugar para engaños ni para timoratos. Se aceptan candidatos.
A estas horas, dicho con generalidades, la planeación suele hacerse de maneras injustas y limitadas. Suele delegarse (en una persona sola o en pocas) la tarea de rastrear, como se pueda, algo para poner a la vista del «consumidor». Lo hacen los mass media capitalistas y lo hacen también los medios «públicos». Caminan derecho a la anarquía de formas y contenidos y a una idea de «variedad» que esconde el producto de una ensalada caótica. Algunos mass media burgueses invierten en «planeación» lo que conviene a un plan de mercado y sólo a eso. Algunos mass media públicos, a veces, «programan» atados a la urgencia de hacer sobrevivir sus aparatos burocráticos. «Planifican» para la anarquía de intereses que terminan siendo siempre los intereses del mercado. Todos quedamos fuera de sus planes, nuestro espacio, el que nos destinan, es la pasividad consumidora como masas narcotizadas que asienten a todo lo que las aliena. Basta de eso.
Los programadores en el terreno de los imaginarios suelen operar huérfanos de método, abandonados a su suerte, o sus contactos. Suelen poner lo que encuentran o lo que negocian con quienes mejor pagan. Suelen programar bajo las leyes de una competencia desleal y bajo las leyes de la carencia. Se exhibe lo que se encuentra, casi sin remedio. Algunos logran en casos muy «ventajosos» planear por temporadas… primavera, verano, invierno… siguen los criterios de los ciclos trimestrales para «asegurarse» de tener «variedad» de «entretenimiento» bajo la dictadura del raiting. Es preciso acabar con eso, bajo una lógica Socialista este modelo es lo menos creativo, lo más inútil.
Y si realmente lográsemos formar una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo que asumiera la responsabilidad de formarse como una herramienta para la planificación simbólica, tendríamos, en un futuro no lejano, muchos medios operando como fuelle enorme de fragua que avivase cada chispa de la creatividad, del arte, de la mejor espontaneidad emotiva y fraterna. Un motor inmenso que nutriría la conciencia de la lucha de clases vuelta creación para organiza la indignación y darle cauce superador convirtiéndola en un gran incendio lúdico, poético, fértil, fecundo y magnífico… la historia nueva, la Revolución Permanente… ¡En esto es en lo que hay que soñar! Mientras se lucha. Y viceversa.
Esto es una propuesta.
Formemos una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialista. ¿Por qué no? Formémosla como una corriente poderosa que se ayude con un «Consejo Consultivo», llámese como se llame, integrado por delegados de base, por delegados de los movimientos sociales que en toda América Latina que construyen Comunicación no hegemónica, comunicación no alienante, comunicación para la libertad. Organicemos una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo desde el Este de Los Ángeles hasta la Patagonia, que convoque a los cientos de miles de comunicadores, radios, televisoras, periódicos, sitios Web… trabajadores de la Comunicación de base que, de un modo u otro, desde sus organizaciones, sus colectivos, sus sindicatos, sus comité de fábrica… acepten impulsar una experiencia fraternal para cambiar al mundo.
Esto no es nuevo, sólo es urgente. Ya vimos la tarea de los mass media burgueses a la hora de golpear a los pueblos como en Oaxaca, como en Chile, Francia… contra eso debemos pasar de la actitud de receptor, de pasividad, de consumidor, de victima; a la acción de transformador de la realidad objetiva y subjetiva… abandonar, crítica y concientemente, los atrasos y los vicios. Mirar inclementemente las manías y los defectos que hemos heredado y con los que justificamos y embellecemos nuestras indolencias y nuestras incongruencias. Mirar con ojos críticos, pero optimistas y de transformación, ese muladar de baratijas que nos han impuesto como prendas supremas y ser capaces de cambiar los gustos, mejóralos, (o abandonarlos) a cambio de un ascenso sin límites de todas nuestras condiciones y cualidades individuales y colectivas. Nuestra propuesta es por superar el estado de miseria cultural en que nos tiene hundidos un sistema de barbarie interesado solamente en saquearnos y explotarnos como animales y peor.
Están dadas las condiciones afectivas. Esta es una hora buena, están encendidas las máquinas revolucionarias de los corazones que alimentan, entre otras, las máquinas filmadoras, radiofónicas, televisivas… No hay mucho que discutir. Ya hay organizaciones que entienden lo que debe hacerse a estas horas y entienden lo que debemos construir en colectivo para las horas venideras. No hay tiempo que perder. Convoquemos, cuanto antes, congresos, encuentros, asambleas… organizadores (y en movimiento) para acordar acciones directas de inmediato, caminando hombro con hombro alumbrados con el fulgor poético Revolucionario en materia de Comunicación.
Es necesaria una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo con un Consejo Consultivo Internacional de Movimientos Sociales de Base que contribuya, no burocráticamente, a fortalecer metodologías concretas en la producción simbólica del imaginario revolucionario en la lucha contra la alienación mediática. Es urgente una lucha organizada contra todo «Terrorismo», «Belicismo» y «Cataclismo» ideados para atraparnos en las redes del pánico. Contra sus paradigmas, contra sus mezcolanzas, variedades, ingenuidades e intencionalidades. Contra los modos absolutistas en la producción de Imágenes e Imaginarios, su monopolización y su ingerencia, sus empirismos y racionalismos. Sus monopolios de Estado. Contra la exclusión en la producción de Imágenes, la Globalización Imperial, la crisis mundial y sus Imágenes recurrentes. Contra la economía burguesa, el desempleo y las hambrunas… contra sus religiones y fundamentalismos. Contra el hurto de tecnologías.
Es necesario poner manos a la obra y hacer visibles y evidentes los caminos de la transformación total del mundo impulsada con los mejores logros de la civilización… es decir, hacer posible la producción simbólica de nuestra certeza hacia la libertad definitiva de la humanidad… la Revolución Permanente.
Un Programa y una agenda de transición para, al menos:
· Coincidir de inmediato en las luchas que podemos impulsar como Frente Único.
· Coincidir de inmediato en las tares de defensa, agitación y propaganda de la lucha Socialista.
· Coincidir de inmediato en la demanda de recursos y espacios.
· Coincidir de inmediato en democratización de los mass media.
· Coincidir de inmediato en tareas de formación, investigación y experimentación.
· Coincidir de inmediato en el desarrollo de lenguajes nuevos y comunicación no alienada.
· Coincidir de inmediato en las tácticas para acompañar e impulsar los logros revolucionarios.
· Coincidir de inmediato en el desarrollo metodológico de la crítica.
Construyamos una Corriente dinámica y creativa para la praxis de la Revolución Socialista de la Comunicación, convoquemos a las experiencias más convocantes, acordemos una marcha de ideas y organizaciones unidas en un Frente Único en sintonía con los logros nacidos de la Revolución, esté donde esté, démonos la oportunidad de la hora y aprendamos todos, desde abajo y para siempre, la dialéctica de la Comunicación que los pueblos impulsan en su ascenso Revolucionario. Una Corriente de la Comunicación hacia el Socialismo que recorra el mundo. Una Corriente no uniforme que luche contra la alienación, el secuestro mercachifle de los medios de Comunicación, los peligros ideológicos, las formas avejentadas y las persecuciones de todo tipo. Una Corriente Revolucionaria y Socialista alerta, al ALBA de la Cultura, en las calles, en las comunidades, en los sindicatos, en los cultivos, en las fábricas, en las aulas, en las oficinas… Revolución de la Comunicación hacia el Socialismo que no se subordine ni se parezca al modelo de comunicación patronal. En ningún sentido. Trabajar en esto y contra todo atraso en el reloj de la historia. ¿Podríamos sincronizarnos?
Organicemos lo que ya existe, sin arribismos, sin vedetismos… organicémonos desde lo que mejor se hace y movilicemos mil iniciativas nuevas, frescas… esta vez sin protagonismos estériles, pongamos por estrella única esta Revolución hacia el Socialismo y regalémosle los mejores frutos de nuestras mejores definiciones, aprendizajes y acciones en transición permanente. Vallamos rápido y directo, sin dejarnos abrumar y derrotar por la palabrería ni los espejismos, vallamos de inmediato y sin empirismos, pensando bien y haciendo lo correcto. No es imposible. Discutamos sólo lo necesario, lo que nos fortalezca unidos y acordemos métodos para discutir las diferencias fraternalmente, progresivamente, fértilmente. Fijemos una agenda y fijemos un calendario. Sin ponernos trampas, dilaciones ni desvíos.
Hagamos nacer, desde abajo, un programa político de Comunicación que nos ayude a orientarnos y a construir el Socialismo. Un programa Político de Comunicación hacia el Socialismo que sepa diagnosticar y pronosticar, que se ayude con lo mejor de la ciencia y los mejores científicos militantes, que se ayude con los técnicos y que se ayude desde las prácticas directas creadoras, día a día, de experiencias magníficas… radios, televisoras, cinematográficas, editoriales… organicémonos como un brazo en lucha, nacido del mismo cuerpo social Revolucionario en desarrollo, organicémonos como una fuerza que, tarde o temprano, será una sola en todo el mundo. No impongamos nuestras recetas, no dependamos de «las recetas». Aprendamos de las lecciones concretas de los pueblos, aprendamos desde abajo cómo se construye y se organiza una Revolución… aprendamos de lo mejor y ofrezcamos lo mejor que tengamos. No dictemos verdades de sabio o de burócrata… mejor ampliemos el diagnóstico, el debate y el pronóstico. Ampliemos el diagnóstico, el debate, el pronóstico y la lucha contra la propiedad privada de las herramientas de trabajo comunicacional, ampliemos el debate y la imaginación sobre la creación de los lenguajes nuevos. Ampliemos el diagnóstico, el debate, el pronóstico y la lucha contra la alienación. Ampliemos el diagnóstico, el debate, el pronóstico y la lucha con todos los medios y modos para que se abran millones de medios y modos de Comunicación Revolucionarios en las fábricas, los campos, los barrios… con un plan común, de todos para todos y sin reflujos. ¿Será posible?
Fernando Buen Abad Domínguez es mexicano de nacimiento, especialista en Filosofía de la Imagen, Filosofía de la Comunicación y Crítica de la Cultura. Es Doctor en Filosofía, miembro de la Fundación de Estudios Socialistas Federico Engels e integrante de la Corriente Marxista Internacional. Posee experiencia en producción fílmica, televisiva, radiofónica, y editorial. Desarrolló actividades de investigación y docencia universitaria en México, Argentina y Estados Unidos entre otros países. Es director del Instituto de Investigaciones sobre la Imagen, miembro de la Asociación Mundial de Estudios Semióticos, Es miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. Colaborador de Rebelión y otras revistas digitales. Miembro de la Corriente Internacional de la Comunicación Hacia el Socialismo. Miembro del Consejo Consultivo de TeleSur y actualmente es Vicerrector de la Universidad Abierta de México.
[2] «Todos los salvadores del capitalismo, tanto de la clase democrática como de la fascista, pretenden limitar, o por lo menos disimular, el poder de los magnates del capital para impedir «la expropiación de los expropiadores». Todos ellos reconocen, y muchos de ellos lo admiten abiertamente, que el fracaso de sus tentativas reformistas debe llevar inevitablemente a la revolución socialista… Aquí es donde comienza la gran tarea revolucionaria. Para liberar a la técnica de la intriga de los intereses privados y colocar al gobierno al servicio de la sociedad es necesario «expropiar a los expropiadores». Únicamente una clase poderosa, interesada en su propia liberación y opuesta a los expropiadores capitalistas es capaz de realizar esa tarea. Únicamente unida a un gobierno proletario podrá construir la clase calificada de los técnicos una economía verdaderamente científica y verdaderamente racional, es decir, una economía socialista.». El pensamiento vivo de Marx León Trotsky · Febrero 1939 www.marxismo.org/penvivo.htm
[3] «…Se puede derrotar de golpe a los explotadores con una insurrección victoriosa en la capital o una rebelión de las tropas. Pero, descontando casos muy raros y excepcionales, no se puede hacer desaparecer de golpe a los explotadores. No se puede expropiar de golpe a todos los terratenientes y capitalistas de un país de cierta extensión. Además, la expropiación por sí sola, como acto jurídico o político, no decide, ni mucho menos, el problema, porque es necesario desplazar de hecho a los terratenientes y capitalistas, reemplazarlos de hecho en fábricas y fincas por otra administración, la obrera. No puede haber igualdad entre los explotadores, a los que durante muchas generaciones han distinguido la instrucción, las condiciones de la vida rica y los hábitos adquiridos, y los explotados, que, incluso en las repúblicas burguesas más avanzadas y democráticas, son una masa embrutecida, inculta, ignorante, atemorizada y falta de cohesión». V. I. Lenin La Revolución Proletaria y el renegado Kautsky, Ediciones el Lenguas Extranjeras, Pekin 1972 Primera edición 1972 http://www.marxismoeducar.cl/len55.htm
[4] Unesco Statistical Yearbook 1999, www.uis.unesco.org/en/stats/stats0.htm
[5] En 1985 había ya en los países en desarrollo 570 millones de personas que poseían un televisor en sus casas. En 1991, esta cifra casi se había duplicado (1.120 millones, es decir, la población total de los países industrializados). Durante esos seis años, el número de televisores aumentó el 12% anual -lo que representa 134 millones de nuevos propietarios- seis veces más que el ritmo de crecimiento de la población. http://www.eurosur.org/futuro/fut49.htm
[6] «Los españoles gastaron 1.767 millones en la compra de 3,5 millones de televisores en 2004… La venta de aparatos de plasma y LCD representó el 10% del total, pero su peso en la facturación fue del 40%, lo que provocó un incremento del 19,9% en los ingresos del sector. El número de televisores vendidos el año pasado en España fue de 3,501 millones, con un crecimiento del 6,4% en relación al ejercicio precedente… supone la renovación de la octava parte del parque nacional, estimado en 27 millones de televisores. Aunque el número de terminales planos vendidos fue de 370.000 unidades, poco más del 10% del total, frente a 3,164 millones de tecnología de tubo, el peso de los aparatos de última generación en la facturación ascendió a 40% a lo lago del año. Reparto por marcas En todos los segmentos de negocio del mercado español el líder es Philips, que ha logrado desbancar en este puesto de privilegio a Sony, que fue el más destacado en 2003. En tecnología de tubo la empresa holandesa ha conseguido una cuota del 16,9% en 2004, frente al 16,1% de su rival japonesa. En televisores planos Philips consiguió una participación del 19,3% frente a Sony con el 15,2%. Precios más bajos, pantallas más grandes Los precios de los nuevos televisores planos, de plasma y LCD, se redujeron un 30% en España durante 2004, según datos de los fabricantes… Mientras los precios de los televisores planos bajan, el tamaño de sus pantallas no hace sino crecer. Así el 75% de los aparatos de plasma vendidos en Europa en 2004 fueron de 42 pulgadas o más y el 64% de los equipos de LCD tenían pantallas con más de 24 pulgadas. En contraste, sólo el 37% de los televisores de tubo tenían una pantalla de 29 pulgadas o más. Durante el ejercicio de 2004 en Europa se vendieron unos 44 millones de televisores y en el mundo unos 160 millones. Antonio Ruiz del Árbol / MADRID (07-02-2005) http://www.cincodias.es/solotexto/articulo.html?xref=20050207cdscdiemp_1&type=Tes&anchor=cdscdiemp
[7] Las telecomunicaciones experimentan crecimientos del 6%. Los ingresos mundiales en el mercado de las telecomunicaciones están creciendo un 6% anual y aumentarán del billón de dólares correspondiente a este año hasta alcanzar un valor de 1,3 billones en el año 2007, según un informe que será publicado la próxima semana por la consultora Pyramid Research. Se trata de una tasa bastante saludable, en opinión de la firma, superior a la registrada por la industria de la energía en Estados Unidos, así como la correspondiente a la mayoría de los segmentos del sector de la fabricación, la sanidad y el transporte durante los pasados diez años. De cualquier modo, según el análisis de Pyramid Research, las conexiones crecen a un ritmo más acelerado que los ingresos, lo que indica que los ingresos medios por usuario han disminuido y seguirán haciéndolo, según la consultora, durante los próximos cinco años, reduciendo los márgenes de los operadores. Las conexiones móviles aumentan en un 9% anual, mientras que las conexiones de banda ancha lo hacen en un 25%. Los porcentajes varían considerablemente en las diversas zonas del Globo. En los mercados emergentes el ritmo de crecimiento es hasta tres veces superior que en los mercados ya desarrollados (un 12% frente a un 4%). Por ello, el análisis recomienda a los suministradores dirigir sus esfuerzos a estas zonas de alto potencial, entre las que destacan China, India y Rusia. La pronunciada variación de la tasa de crecimiento por regiones supondrá que el gasto global en telecomunicaciones seguirá en 2007 patrones muy diferentes a los manifestados en 1999. Así, hace dos años, Norteamérica generaba un 36% de los ingresos, Europa Occidental un 29% y Asia-Pacífico un 23%. En contraste, en 2007, ésta última zona se habrá convertido en el mayor mercado, aportando un 35% de los ingresos; por su parte, Norteamérica y Europa Occidental verán reducido su peso en el total del mercado a un 30 y un 19% respectivamente. Europa Central y Europa del Este casi duplicarán su participación, pasando de un 3% en 1999 a un 5% en 2007. El estudio, que será presentado con el título «Worldwide Telecoms Revenue Forecast and Analysis 2002-2007» analiza la situación y previsible evolución del mercado en 85 países. De Comunicaciones World www.es.news.yahoo.com/103
[8] La población en América Latina es de casi 500 millones de habitantes, cifra que casi dobla a la de la población en los EE.UU. Se espera que para el año 2000, el número de abonados a los distintos sistemas de TV de pago de la región, actualmente de 14 millones, alcance los 17 millones. En 1997 Latinoamérica importó y pagó derechos por la compra de productos audiovisuales por el valor de 2,500 millones de dólares. Esta cifra representa el 14,5% de los ingresos totales de la Industria. Así por ejemplo en Argentina la compra de señales internacionales por parte de los distintos operadores de cable, representa el 72% del total de las importaciones y en Chile, esta cifra se sitúa en el 47%. Si se analiza la compra de señales por países de origen, se observa que casi el 95% corresponde a los canales programados por las principales compañías norteamericanas de TV de pago de la región, como HBO, Olé, FOX, CNN, Discovery, MTV entre otros. Esto se explica en términos relativos, por la baja producción propia y el sobredimensionamiento del mercado televisivo de derechos, lo que explica los altos precios relativos pagados en el mercado español. Por mercado de origen, las importaciones de programas proceden en un 77% del mercado norteamericano. El principal rival de este mercado es EE.UU, que mantiene el dominio absoluto de los mercados internacionales, en todos los sectores de la industria. La mayor parte de las exportaciones Latinoamericanas corresponde a los programas de TV, le sieguen las ventas internacionales de señales. Los programas para TV son el principal producto de exportación de la región. Cinco empresas venden casi el 90% de los programas. Esta son, por orden de importancia, Televisa, Rede Globo, Venevisión, Radio Caracas TV y RTVE. Las ventas de Televisa a su vez representan casi 50% del total. En 1997 la exportación de señales para su emisión por cable y/o satélite por parte de empresas Latinoamericanas se situó en 17 millones de dólares y representó el 7% de las ventas internacionales de la industria. Tres países concentran el 90% de la venta de señales. Por orden de importancia estas son México, Argentina y España. Las señales de Televisa están presentes en la mayoría de los sistemas de TV de pago de la región. Argentina, ha desarrollado señales competitivas que se pueden ver en países fronterizos. Para EE.UU, el principal exportador de programas a escala mundial, el idioma parece que no ha sido un obstáculo. El desarrollo de las industrias televisivas locales, no sólo ha posibilitado la producción y programación de señales propias para el mercado domestico, sino que ha iniciado con éxito el proceso de comercialización de éstas en los mercados internacionales. En Brasil, las facturaciones de la TV han llegado al 60% del total de las inversiones en publicidad del año 1997, después de que los medios de comunicación impresa experimentaran un crecimiento pasajero durante 1995, cuando las facturaciones alcanzaron un récord histórico de un 28%. Esta recesión en Brasil, que también se ha apreciado en la mayoría de los países Latinoamericanos, resulta fácil de explicar. Esto se traduce a que a principios del milenio las redes de TV Mexicanas obtendrán unos beneficios brutos de casi 9,000millones de dólares USA, mientras que los gastos publicitarios de TV permanecerán en su proporción actual de un 50% de las inversiones totales. LA INDUSTRIA DE LA TV EN EE.UU Y LATINOAMERICA. INÉS FERRERO Becaria de la Generalitat de Cataluña OFICINA COMERCIAL DE ESPAÑA EN MIAMI Marzo de 1999. www.copca.com/armari/calaix1/ 000/00/00/640/televisio.pdf –