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Proyecto Censurado 2008

Una senadora demócrata consigue contratos de guerra para su marido

Fuentes: North Bay Bohemian

Dianne Feinstein -la novena más rica entre los miembros del Congreso- atraviesa un monumental conflicto de intereses. Como integrante del Subcomité de Construcción de Instalaciones Militares (MILCON, sigla en inglés), entre 2001 y finales de 2005 votó a favor de asignaciones de construcciones militares que beneficiaron a las empresas de su marido por más de […]


Dianne Feinstein -la novena más rica entre los miembros del Congreso- atraviesa un monumental conflicto de intereses. Como integrante del Subcomité de Construcción de Instalaciones Militares (MILCON, sigla en inglés), entre 2001 y finales de 2005 votó a favor de asignaciones de construcciones militares que beneficiaron a las empresas de su marido por más de mil millones de dólares.

Desde 1997 hasta fines de 2005, Richard C. Blum, el marido de la Feinstein, fue un accionista mayoritario de las empresas URS Corp. y Perini Corp. Su cónyuge cabildeó a los funcionarios del Pentágono en audiencias públicas del subcomité para apoyar proyectos de defensa que ella misma favoreció y cuyos contratos con URS o Perini ya estaban aprobados o terminaron adjudicándoselos. Entre 2001 y 2005, URS obtuvo 792 millones de dólares para construcciones militares y proyectos ambientales de limpieza aprobados por MILCON; Perini ganó otros 759 millones de dólares en proyectos similares.

En 2000, Perini obtuvo solamente 7 millones de dólares en contratos federales, pero después del 11 de septiembre [2001] fue transformándose en un importante contratista de defensa. En 2004, la compañía ganó 444 millones por trabajos de construcción militar en Irak y Afganistán, así como para mejorar los campos de aviación para la Fuerza Aérea de EEUU en Europa y la construcción de infraestructura básica para la Marina de Guerra estadounidense alrededor del globo. En una recuperación financiera notable, Perini saltó de las cercanas penurias de 1997 a registrar los réditos gruesos por 1.700 millones de dólares en 2005.

Se estima que Perini ahora mantiene contratos atados a la expansión militar mundial de EEUU por lo menos por un valor de 2.500 millones de dólares. Ahora mantiene los contratos más grandes con el Departamento de Defensa por «entrega indefinida» y «cantidad indefinida’ o contratos ‘amarrados’ que incluyen márgenes de beneficio garantizados. Hacia mayo de 2006, Perini llevó a cabo una serie de contratos amarrados concedidos por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército para trabajos en el Oriente Medio valorados en 1.725 millones de dólares. La Fuerza Aérea de EEUU también le ha concedido a Perini un contrato cerrado ampliable para construcciones miliares y limpieza del medio ambiente en bases militares cerradas.

En las audiencias de 2003, MILCON aprobó varios proyectos de construcción en sitios donde Perini y/o URS son contratados para realizar la ingeniería y el trabajo de construcción militar. El trabajo de construcción militar de URS le reportó solamente 24 millones de dólares en 2000, pero al año siguiente, cuando Feinstein asumió el control de su asiento en el MILCON, las construcciones militares obtenidas por URS sumaron 185 millones de dólares. Encima de eso, los réditos de la compañía arquitectónica por la ingeniería de proyectos de construcción militar crecieron desde 108.726 dólares en 2000 a 142 millones de dólares en 2001, con más de mil por ciento de aumento en un solo año.

Comenzando 1997, Michael R. Klein, un asesor jurídico «top» de Feinstein y socio de negocios de largo plazo de Blum, le informaba rutinariamente a Feinstein sobre los proyectos federales específicos que se avizoraban antes de que ella metiera la estaca por Perini. Klein dijo haber proporcionado la información recibida por la senadora «pensado en ayudarla a evitar conflictos de interés’. Aunque la admisión de Klein fue pensada para desactivar la denuncia del tema, tuvo el efecto de exacerbarlo, porque en teoría, Feinstein no debería haber conocido la identidad de ninguna de las compañías que estaban compitiendo por los contratos hasta que Klein se lo dijo para beneficiar con su aprobación artículos específicos en el presupuesto de construcción militar.

El marido de Feinstein se ha beneficiado de otras maneras por sus conexiones políticas de gran alcance. En marzo de 2002, el entonces Gobernador de California Gray Davis designó por el término de 12 años a Blum como Regente de la Universidad de California, donde éste utilizó su posición para conceder millones de dólares en contratos de construcción a URS y a Perini, siendo, al mismo tiempo otro de los dueños principales de URS y teniendo intereses substanciales en Perini. En 2005, Blum se deshizo de su participación en Perini obteniendo un beneficio considerable. Después dimitió de la junta directiva de URS y obtuvo cerca de 220 millones de dólares.(1)

Cita:
1 Peter Byrne, «Blum’s Plums» North Bay Bohemian, February 21, 2007.

Actualización de Peter Byrne

Poco antes que mi exposición del conflicto de intereses de Dianne Feinstein fuera publicada en enero de 2007, la senadora, quien había declinado comentar substantivamente sobre las alegaciones serias de mala conducta ética divulgadas en la historia, dimitió del Subcomité Militar de la Construcción. Entonces escribí tres notas recordatorias, incluyendo una columna con la noticia de su dimisión, una exposición sobre el conflicto de interés de su marido con su «partner» de negocios Richard Blum como Regente de la universidad de California y otro reportaje sobre Michael R. Klein, socio de negocios de Blum. Con el apoyo financiero de Blum, el contratista de guerra Klein operaba una entidad no lucrativa llamada The Sunlight Foundation que concedió millones de dólares a reporteros, investigadores y grupos de observadores de la ética gubernamental llamados «perros guardianes» (watchdog) del gobierno.

En marzo, millares de vínculos con los bloggers de la extrema derecha comenzaron a comentar esta historia, que agitaban para una investigación de Feinstein por parte del Congreso. En apenas dos días, las historias consiguieron 50.000 visitas «on line». Michael Savage y Rush Limbaugh emitieron segmentos de radio con mis descubrimientos, pero decliné aparecer en sus emisiones porque no me asocio con racistas, misóginos, demagogos ni homofóbicos. Bill O’Reilly, de Fox News, me invitó a comparecer en su programa nacional de TV, pero rápidamente me «des-invitó» después que yo prometiera que la primera oración que saldría de mi boca enmarcaría a Feinstein como una traficante de guerra neoconservadora, tal como O’Reilly.

A medida que se intensificó la tormenta del ultraje conservador, Joe Conason, de The Nation Institute, comisionado para la investigación de Feinstein, pidió etiquetar mi historia agradeciendo al Nation Institute por financiar mis investigaciones, asegurando que Katrina Van den Heuval, editora y redactora de la revista The Nation no deseaba que su instituto sin fines de lucro apareciera asociado a Limbaugh. Le dije a Conason que yo no necesitaba el crédito de The Nation Institute bajo los términos de nuestro contrato, sino que más bien debían estar orgullosos de la investigación y los editores de The Nation deberían estar agradados por la reacción pública.

La historia oculta de ese encuentro es que, en octubre, Van den Heuvel mató precipitadamente la historia de Feinstein, que estaba programada para aparecer en la tapa antes de la elección de noviembre de 2006, donde Feinstein postulaba a la reelección. El editor investigativo de The Nation, Bob Moser, quien trabajó estrechamente conmigo en el proyecto del comienzo al final, escribió que había hecho un ‘trabajo sólido’, pero que la revista no iba a publicar la historia porque deseaba un ‘impacto político’ y Feinstein ‘no hacía frente a ningún desafío fuerte para su reelección’. Moser agregó que esto no era una «cortina de humo», lo que me sorprendió, puesto que la admisión de Klein de que él concentraba directamente con la senadora las listas de los contratos de defensa desarrollados por las compañías del marido de Feinstein, significa que estaba en posición de conocer verdaderas prácticas corruptas para tender humaredas calientes. Posteriormente, Van den Heuval escribió un editorial elogiando a Feinstein y a las mujeres líderes de la nueva cara del partido Demócrata. La figura vale.

Entonces, le vendí la historia a Salon.com, que también la mató precipitadamente apenas antes de su publicación. En esta oportunidad, el editor explicó que ‘alguien habló con la Sunlight Foundation’ y que Salon no veía el tema como ningún conflicto de interés serio. Así pues, mandé la historia a Slate, The NewRepublic, Harper’s, Los Angeles Times y, a manera de experimento, a los neoconservadores American Spectator y Weekly Standard. La mayoría de los redactores elogiaron el trabajo, pero devolvieron la historia. No puedo dejar de creer que, en vista del precario equilibrio de poder en el Senado post elección, algunos de estos editores no estaban impacientes por la crítica ética a ningún demócrata. En cuanto al rechazo de los neoconservadores, teorizo que secretamente adoran a Feinstein, porque ha apoyado constantemente la guerra de Bush, la agenda de «la seguridad de la patria» y la anti liberal Ley Patriota (Patriot Act).

Finalmente, le vendí el cuento a la North Bay Bohemian, que lo publicaron completo, junto con sus publicaciones hermanas de San José y Santa Cruz. Después de que apareciera, los editores y yo recibimos una serie de invectivas por email del contratista de guerra Klein (quién también es abogado) pero como él no podría demostrar ningún error de hecho en la historia, no puede conseguir la retractación que aparentemente desearía.

En marzo, la historia levantó una oleada en Google, generada por bloggers de izquierda y de derecha que se preguntaban por qué los medios principales no le hacían caso al escándalo de Feinstein. Después de que dos docenas de periódicos publicaran en abril un artículo del servicio noticioso de la cadena McClatchy, observando que nadie había encontrado ninguna falla efectiva en mi reportaje, el grupo izquierdista Media Matters me atacó en su sitio web como ficha de la derecha, sin ni siquiera llamarme para pedirme un comentario, ni encontrar ningún error en mi publicación. Retruqué sus insultos gratuitos con hechos que les obligaron a corregir el texto inexacto.

El 30 de abril el 30, el periódico The Hill de Washington DC publicó un altamente visible comentario de mi reportaje escrito por un conservador que citaba mi historia y comparaba a Feinstein con Duke Cunningham, un ex congresista y criminal condenado. Mientras la investigación de Feinstein ganaba tracción nacional, sobre todo fuera del reino de los grandes medios de prensa, uno de los empleados de Klein en la Sunlight Foundation lanzó una ‘crítica’ a mi historia recargada de insultos personales, pero sin contener ninguna sustancia efectiva. No por coincidencia, la oficina de prensa de Feinstein distribuyó a manera de respuesta una ‘refutación» de redacción similar, con insultos a mi integridad personal, pero sin mencionar ningún error efectivo y sin tratar los hechos divulgados en la historia, que cuatro expertos en ética partidariamente independientes y basados en Washington DC encontraron que la senadora tenía efectivamente un conflicto del intereses después de revisar los resultados de mi investigación.

También, en abril, CodePink y The Raging Grannies celebraron una demostración frente a la mansión de Feinstein-Blum en San Francisco exigiendo que ella devolviera sus beneficios de guerra al pueblo iraquí. Ese fue mi momento de mayor orgullo.

Cinco meses después de que la historia fue publicada, los blogs de opinión a través del espectro político continúan preguntando en voz alta por qué los grandes medios de prensa no divulgaron el problema ético de Feinstein. Algunos dicen que el huracán de opinión levantado por la investigación ha matado la oportunidad de Feinstein de adquirir un boleto para la carrera presidencial del partido Demócrata de 2008. Klein ha continuado enviándome e-mails rebosantes de abuso verbal, de faltas de ortografía y de amenazas implícitas de juicio. Los borro con satisfacción.

Fuente:
North Bay Bohemian, January 24, 2007
Título: «Senator Feinstein’s Irak Conflict»
Autor: Peter Byrne
http://www.bohemian.com/metro/01.24.07/dianne-feinstein-0704.html
Estudiante investigador: David Abbott, Amanda Spigut y Ann Marie O’Toole
Evaluador académico: David McCuan, Ph.D.

Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)