Hace pocas semanas se realizó en redescubierta ciudad de Cobija (extremo norte, frontera con Brasil) el XVIII Congreso Nacional de los Trabajadores de la Prensa de Bolivia, cuyos resultados deben servir para evaluar cómo estamos quienes nos dedicamos al periodismo y la comunicación, y cómo están nuestras organizaciones. La Confederación de los Trabajadores de la […]
Hace pocas semanas se realizó en redescubierta ciudad de Cobija (extremo norte, frontera con Brasil) el XVIII Congreso Nacional de los Trabajadores de la Prensa de Bolivia, cuyos resultados deben servir para evaluar cómo estamos quienes nos dedicamos al periodismo y la comunicación, y cómo están nuestras organizaciones.
La Confederación de los Trabajadores de la Prensa de Bolivia es la mayor organización representativa de los periodistas en ejercicio (mujeres y varones) que aglutina a redactores, editores, prensistas, administrativos, correctores, montajistas, diseñadores, fotógrafos, camarógrafos, y presentadores/as entre otros. ¿Cuáles son esas organizaciones que agrupan a los operadores del periodismo?.
Organizaciones y legitimidad
Colegios de Comunicadores. De carácter académico, agrupa a algunos graduados y profesores universitarios, cuya actividad radica en el intercambio de teorías y propuestas, en medio de una «auto-invisibilización social», con funcionamiento circunstancial en Sucre, Santa Cruz, y Cochabamba y otras regiones.
Asociación Nacional de Periodistas-ANPB y Asociaciones por departamento. De carácter académico-gremial, agrupa a los «periodistas profesionales» (titulados universitarios, o por Decreto, según antigüedad) en ejercicio y pasivos. De relativa incidencia social por la reducida cantidad de afiliados. En más de una oportunidad, y en público, algunos de sus directivos (y directivas) se preguntaron sobre su real representatividad.
Círculo de Mujeres Periodistas. De carácter académico-gremial, y basado en la visión de género, tiene muy circunstanciales apariciones públicas como gremio, y escasa representatividad, en La Paz y otras regiones.
Asociación Boliviana de Investigadores de la Comunicación-ABOIC. De carácter académico, con creciente actividad de debate y difusión de investigaciones. Hasta 2007 realizó cinco «Encuentros de Investigadores de la Comunicación» aunque con escasa incidencia social. Congrega a investigadores de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y otras regiones.
Cámaras de Medios. Entidades gremial-empresariales, agrupan a propietarios y accionistas de medios audiovisuales. Actúan en defensa y reacción corporativa, especialmente en conflictos que afectan a sus intereses económicos y a la libertad de prensa. No tiene una entidad nacional, aunque sí aisladas cámaras departamentales o regionales, como Tarija, Santa Cruz, Yacuiba o Chuquisaca.
Asociación Boliviana de Radiodifusión-ASBORA. De carácter gremial-empresarial, agrupa a propietarios de radios privadas, legalmente autorizadas. Su vida institucional está basada en la defensa y reacción corporativa ante situaciones que afectan a sus intereses económicos y a la libertad de prensa. Es organización única y nacional, aunque descuida a radios de ciudades intermedias y del área rural.
Asociación Nacional de la Prensa-ANP. De carácter gremial-empresarial, incluye a los propietarios de diarios y otros impresos privados (semanarios, quincenarios, mensuarios, etc.). Su organicidad radica en la visión de dos familias propietarias de la mayoría de esos impresos: Rivero-Jordán (Santa Cruz) y Canelas-Tardío (Cochabamba). La creciente aparición pública de esta organización está matizada con la defensa corporativa por medio de la apropiación (casi indebida) y monopólica del derecho a la libertad de expresión, de opinión y de prensa. No hace autocrítica.
Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia-CTPB y federaciones departamentales y regionales. De carácter sindical, representa a los asalariados de los medios privado-corporativos y estatales. Sus apariciones públicas son reivindicativas (disgregadas, dispersas, desordenadas) por los derechos (generalmente violados) de sus afiliados, que superan las 3.000 personas, y una representatividad-legitimidad disminuidas por actitudes narcisistas, y mezquinas de escasas élites dirigenciales. Tiene nueve federaciones departamentales, más Centros Mineros, Tupiza, y Montero.
Confederación Sindical de Trabajadores en Radio y Televisión de Bolivia-COSTRATEVB, y federaciones departamentales. De carácter sindical, representa a los asalariados de medios audiovisuales. Sus apariciones públicas (reivindicativas) como gremio, tuvieron una drástica caída en los primeros años del siglo XXI.
Sindicato/Asociación de Foto-periodistas. De carácter sindical-profesional, representa a algunos reporteros gráficos, y fotógrafos de impresos, organizados a partir de exclusiones en algunas federaciones de trabajadores de la prensa, especialmente en La Paz.
Círculo de Periodistas Deportivos. Agrupa a periodistas de cobertura deportiva, con nula actividad gremial pública aunque tienen relación con dirigencias y otros organismos deportivos, públicos y privados.
Debilidades varias
El resultado del Congreso de Cobija muestra algunas debilidades:
1) En ese evento no estuvo la delegación de La Paz (la más importante del país) por mezquindad dirigencial (grueso error 1);
2) La acelerada degradación de las condiciones de trabajo de la mayoría de los periodistas asalariados es proporcional a la debilidad de sus organizaciones en la defensa de sus derechos (el tratamiento salarial-previsional del Decano de la Prensa Nacional y de la mayoría de las radios es patético y trágico);
3) En general, las organizaciones empresariales acaparan (casi usurpan) espacios de representatividad de los periodistas frente a los gremios sindicales;
4) La unilateralidad del discurso en los contenidos mediáticos está directamente relacionada con los sistemas de propiedad de los medios privado-corporativo-empresariales;
5) El evento de Cobija decidió que la Confederación tenga tres ejecutivos nacionales (oriente, valles, occidente) encabezados por Pablo Zenteno (Tarija) y Alex Valverde (Pando) pero el occidente tiene acéfalo su cargo (grueso error 2);
6) Algunas federaciones de trabajadores de la prensa actúan (hace más de un quinquenio) tan aisladas y auto-marginadas, que los reclamos a la hora de la reivindicación caen en saco roto, por ejemplo en los casos de periodistas muertos (Juan Carlos Encinas, julio 2001 y Carlos Quispe, marzo 2008) cuyos actuados judiciales superan todo grado de impunidad para los responsables de aquellas muertes que, al ser dos y en pocos años, aparecen como numerosas frente a otros países.
7) Los medios (sobretodo los propietarios de los 12 grupos detectados en nuestro estudio) asumieron, en los contenidos periodístico y mediáticos, una actitud política (casi partidaria) ante la indiferencia (o llamativo silencio) de los periodistas y de los gremios.
¿Qué hacer?
Ante semejante panorama, y en medio de una traumática transformación del Estado boliviano –basada en un ingenioso y crítico protagonismo de la sociedad en sus estratos básicos organizados– solo quedan tres tareas:
1) «Des-mezquinizar» el discurso y la acción de reducidos grupos dirigenciales, especialmente en La Paz;
2) Proponer (y ejercer) autocrítica socializada;
3) Asumir posición frente a la acelerada transformación del Estado boliviano expresado por ejemplo, en el contenido del proyecto de nueva Constitución y su visión sobre el fenómeno comunicacional-periodístico. He dicho.
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(*) Edgar Ramos Andrade. Comunicador e investigador social. Autor de los libros «aGONIa y rebelión Social»; la historia de septiembre y octubre 2003 (La Paz, 2004); «Directorio Nacional de Medios de Comunicación» (La Paz, 2003), y «Manipulicidio. Tomo I. Análisis del comportamiento de los medios de comunicación social. Bolivia siglo XXI», de inminente edición en Santa Cruz. Tel. (00591) 77 22 07 36 [email protected] www.elalto.galeon.com