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Entrevista a Vicente Romano

«Las condiciones de trabajo de la mayoría de los periodistas dificultan la producción de información veraz»

Fuentes: Visao

-¿En que medida la intoxicación lingüística es también responsable del actual clima de depresión mundial? -En la medida en que durante años y años exalta lo individual y privado, en menoscabo de lo colectivo y público. En que inculca y defiende los valores e intereses de los pocos en detrimento de los muchos. -¿Cómo actúa […]

-¿En que medida la intoxicación lingüística es también responsable del actual clima de depresión mundial?

-En la medida en que durante años y años exalta lo individual y privado, en menoscabo de lo colectivo y público. En que inculca y defiende los valores e intereses de los pocos en detrimento de los muchos.

-¿Cómo actúa la intoxicación lingüística y cuales son las consecuencias para nuestra libertad de acción y pensamiento?

-Al tratarse de una comunicación unilateral e irreversible, oculta la realidad multilateral, compleja, de las relaciones sociales. Dificulta el conocimiento del entorno social, de la sociedad en que vivimos, necesario para su dominio. Como se sabe, la libertad comienza por el conocimiento de la necesidad, como dijo el judío portugués Baruch Spinoza (Benito Espinosa, castellanizado), y recogido luego por F. Engels.

– Nacionalización, Estado, proteccionismo, regulación eran, hasta poco tiempo, una especie de basura toxica para la mayoría de los poderes políticos y empresariales. Y ahora, ¿qué ha pasado?

– Es un sarcasmo que, tras reducir a un mínimo los controles públicos y las seculares conquistas sociales, los pocos que se han enriquecido enormemente con el expolio de los muchos recurran ahora al Estado que desmantelaron, a la regulación, la nacionalización, etc. Y no deja de ser inhumano que sean estos pocos quienes reciban los miles de millones de los impuestos que pagan los muchos, en vez de emplearlos en aliviar el sufrimiento, en aliviar las necesidades perentorias de los muchos que sufren sed, hambre e injusticia, como dice su evangelio cristiano.

-¿Cree que el capitalismo ya está utilizando o va a encontrar nuevos términos y eufemismos, o sea otro tipo de «activos tóxicos» lingüísticos que permitam eludir sus errores y falacias?

-Buscará otros nuevos y edulcorará los viejos para embellecer este sistema cruel que se reproduce a través de sus crisis periódicas como demostró hace 150 años el denostado Karl Marx.

– ¿En que medida la intoxicación lingüística ha contaminado la información, el periodismo?

-En la medida en que la mayoría de sus noticias son falsas, como afirmaba hace 200 años el general alemán Carl von Clausewitz. En que las condiciones de trabajo de la mayoría de los periodistas dificultan la producción de información veraz, ampiadora de conciencia, emancipadora.

– ¿Como puede el pensamiento critico e independiente desarrollarse en un escenario de intensa intoxicación lingüística y manipulación?

– A través de una comunicación dialógica, como decía el pedagogo brasileño Paulo Freire. Esto es, del intercambio mutuamente enriquecedor entre productores y consumidores . Y eso sólo se puede dar en los medios alternativos a los actuales medios de producción masiva, simplificada, acrítica, de información. Podría empezarse por el aprovechamiento, la defensa y la ampliación de lo que a mí me gusta llamar «lugares del tiempo», esto es, lugares del encuentro y la relación social. Se trata de los espacios públicos, del populicus, del pueblo, tan arraigados en nuestra cultura mediterránea. Pero reducidos y privatizados por la voracidad inhumana del capitalismo.