Una nota publicada en el sitio alternativo Rebelión hace público que el diario español El País acaba de censurar un anuncio de Le Monde Diplomatique. Entre las razones, que según Le Monde… están detrás de la prohibición de la redacción de El País, se encuentra el hecho de que la publicidad, dedicada a resaltar los últimos […]
Una nota publicada en el sitio alternativo Rebelión hace público que el diario español El País acaba de censurar un anuncio de Le Monde Diplomatique. Entre las razones, que según Le Monde… están detrás de la prohibición de la redacción de El País, se encuentra el hecho de que la publicidad, dedicada a resaltar los últimos artículos del semanario francés, se destaca uno firmado por el periodista español Pascual Serrano titulado «El grupo prisa se tambalea» en el que se deja al descubierto la precaria situación económica del diario español.
No he leído el artículo de Serrano que aparece en la portada de la última edición de Le Monde Diplomatique pero coincido con el redactor de Rebelión en que «el futuro del grupo se encuentra más en peligro que nunca».
Baso mi acuerdo precisamente en otro anuncio, más bien una campaña, que desde hace casi un mes El País promueve en su portada. Quienes han visitado últimamente la edición en Internet de ese periódico sin dudas han visto una y otra vez el rostro sonriente del presidente Obama que, ya sea desde un banner en la parte superior de la página o desde una caja ubicada a mitad de página, ilustra el siguiente texto: «El Internet es hoy en día una plataforma abierta… Puedo decir lo que quiera sin censura Barack Obama 8-2-2006».
La foto de Obama se alterna, de acuerdo a las veces que se actualice o se abra el sitio, con la imagen del «nuevo opositor» cubano Gorki Águila. Junto a su imagen aparece una suerte de encuesta encabezada por la pregunta ¿Quién es? Y la opción de escoger entre tres nombres Ibrahim Ferrer, el propio Gorki o Vaclac Havel.
En otra de las variantes rotativas de la campaña se repite la fórmula: Bono, el cantante de U2, aparece junto al cartel: «En el 2004, este cantante recibió la medalla de oro internacional Pablo Neruda de parte del gobierno chileno y tres opciones para adivinar entre James Brown, Mick Jager o Bono.
La encuesta es una estafa al lector. Una burda trampita caza bobos que lo enlanza al sitio www.ciberlibertad.com, página dedicada a demostrar la censura de internet en Cuba o a lideresdelcambio.com, cuyo fin no es otro que «lanzar» al ruedo de los «opositores» al marginal Gorki Águila quien , según El Nuevo Herald, figura entre las promesas de la nueva oposición en Cuba.
El presunto líder aparece en la página principal entre otros personajes como Obama, Bono, Aleksandr Solzhenitsyn y Lech Walesa.
En el perfil del cubano aparecen algunos datos «comiquísimos» por lo inocultable que resultan que avalan muy bien su indiscutible condición de líder: «Una imagen en su sitio web proclama sus ideales de estilo de vida como «fiesta, drogas, sexo y carne.» (…) La letra contestataria de las canciones, que critican las arbitrariedades, los abusos y las locuras del sistema imperante en Cuba y los que lo administran en términos gráficos, a veces obscenos y frecuentemente comiquisimos».
De contenido irrespetuoso, es una falta de seriedad mezclar a personajes como Ibrahim Ferrer, uno de los clásicos del Buena Vista Social Club, el propio presidente de Estados Unidos Barack Obama y el cantante de U2, con el mencionado marginal cubano carente de cualquier talento -salvo los de hacer bulla y «empastillarse»-, la campaña padece además un diseño elemental y burdo. El impacto visual que provoca pone en duda que haya sido hecha, como sugiere un enlace intermedio entre los banner y los sitios mencionados, por la compañía publicitaria Doubleclick, una de las líderes de la publicidad en Internet, que fuera adquirida no hace mucho por Google al precio de 3 100 millones de dólares.
Lo que sí es seguro es que buena plata hay detrás de todo eso cuando El País, una publicación que presumía de seria ha optado por desprestigiarse, aún más, colgando en sus páginas este tipo de anuncios «humorísticos».
Aunque no sabemos quién financia esta operación de marketing cómico, descubrimos que el sitio www.ciberlibertad.com fue registrado por NETFIRMS, INC., una empresa que permite adquirir un dominio en Internet sin poner en juego, en caso que desee ocultarla, la identidad del usuario. El sitio se encuentra hospedado en el servidor ns1173.hostgator.com ubicado en Houston, Texas.
De todas formas no hay que ser ningún adivino para saber quiénes alientan y sufragan la subversión y las campañas difamatorias contra Cuba en el tema Internet.
Casualmente, Reporteros Sin Fronteras, una ONG subvencionada por National Endowment for Democracy -un eufemismo «democrático» de la CIA-, le ha otorgado un premio llamado Ciberlibertad a «periodistas» cubanos graduados en los cursos de la facultad de periodismo que radica en la sede de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
No es secreto para nadie tampoco que el plan Bush, un engendro cuyo principal propósito era el destruir la revolución cubana, consideraba un aumento del financiamiento a la subversión interna y las campañas propagandísticas contra Cuba.
Para ello se creó el «Fondo Cuba para un Futuro Democrático», al cual se le asignaban 80 millones de USD, a ser provistos en dos años, que se desglosaban de la siguiente manera: 31 millones de USD para apoyar a la contrarrevolución interna y crear una «sociedad civil» al estilo norteamericano; 10 millones de USD para becas y cursos de entrenamiento en universidades de los EE.UU. y terceros países a individuos seleccionados por la contrarrevolución interna; 24 millones de USD para la propaganda contra nuestro pueblo, incluida a través de Internet.
Es cierto que ya no hay Bush, pero eso no quiere decir -hasta tanto no se demuestre lo contrario-, que no haya Plan B…, ni que los servicios de inteligencia norteamericanos hayan desistido de cumplir con el que ha sido uno de sus viejos e irrealizables objetivos.
¿Y los 24 millones qué? Por lo menos en el caso de El País la papilla propagandística con tufo de publicidad con que adorna sus páginas le viene como anillo al dedo ahora que los directivos de Prisa solicitan al gobierno español algún tipo de rescate financiero.
Como dije al principio, no he leído el artículo de Pascual Serrano pero también coincido con él en que «uno de los errores de PRISA podría haber sido buscar a toda costa un fuerte crecimiento que le garantizase ser un agente de poder político en España y América Latina, algo que sin duda logró, pero a costa de perder solidez empresarial».
La debacle del grupo Prisa debe ser bien grande cuando, en medio del desastre económico, ya ni siquiera le preocupa conservar el escaso prestigio que le quedaba.