Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
Fuentes iraquíes y estadounidenses anunciaron que dos líderes de al-Qaeda, Abu Ayyub al-Masri y Abu Omar al Baghdadi, resultaron muertos el lunes en una ataque aéreo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Según el primer ministro iraquí el ataque tuvo lugar a 50 km de Bagdad; según el Washington Post en un área que dista 160 km de la anterior. Pero no es esta la mayor incongruencia: sucede que ambos individuos habían sido capturados y asesinados varias veces más … No sólo eso: el 20 de julio de 2007 el general de brigada Kevin Bergner reveló a la periodista Tina Susman de Los Angeles Times que el terrorista al-Baghdadi era un «no-existente», es decir, un personaje ficticio, interpretado por un actor, creado para proporcionar un rostro iraquí a una organización terrorista extranjera.
Sin embargo, en 2009 y 2010 y agencias de noticias y medios de todo el planeta recogían mensajes audio y vídeo atribuidos a Al-Baghdadi.
En cuanto a al-Masri ya había muerto en 2007 (Fox News), luego lo capturaron en 2008 en un operación conjunta estadounidense-iraquí (Times).
¿Acaso se trata de homónimos recurrentes o tal vez de amnesia general? La propaganda bélica no tiene necesidad de devanarse los sesos para soltar patrañas: sabe bien lo fácil que pican el anzuelo los medios, las agencias y la opinión pública, de modo que basta con saber controlarlos.
Esto lo teorizaba ya en 1968 Edward Luttwak (tertuliano asiduo en la televisión últimamente) en el libro Golpe de Estado: Manual práctico: «Los programas de la radio y la televisión no se destinarán a proporcionar información sobre la situación, sino a controlar su desarrollo gracias a nuestro monopolio de los medios de comunicación. «