Ahora que sabemos que un gobierno «socialista obrero» puede meterse a neoliberal de la noche a la mañana, veamos qué tiene que decir un diario «progresista» como El Periódico. En su editorial del 26/5/10 se comenta la reclamación del FMI al gobierno español para que haga una reforma laboral, esto es, dar más poder al […]
Ahora que sabemos que un gobierno «socialista obrero» puede meterse a neoliberal de la noche a la mañana, veamos qué tiene que decir un diario «progresista» como El Periódico. En su editorial del 26/5/10 se comenta la reclamación del FMI al gobierno español para que haga una reforma laboral, esto es, dar más poder al empresario para reducir sueldos, echar a la gente a la calle, etc. Flexibilidad, lo llaman.
Después de asentir en todo lo que el FMI pide, leemos al final lo siguiente:
«El dictamen del FMI está ahí, no es un artículo de fe, aunque se basa en un amplio conocimiento de lo que pasa en el mundo. Mal harían el Gobierno y los sindicatos si lo ignoraran.»
No sé si el subconsciente ha traicionado al editorialista o es un simple error gramatical. Artículo de fe y amplio conocimiento se contraponen, así que la frase sólo tendría sentido si sustituyera el «aunque» por un «pues» o un «ya que»:
«no es un artículo de fe, pues se basa en un amplio conocimiento de lo que pasa en el mundo»
Personalmente creo que el problema no está en el «aunque» sino en el «no»:
«es un artículo de fe, aunque se basa en un amplio conocimiento de lo que pasa en el mundo»
Porque el neoliberalismo es una religión, con sus mandamientos (principios del «Consenso de Washington»), sus profetas (Hayek, Friedman, etc.), sus templos (Wall Street, Davos, …), y sus aparatos represivo y propagandístico, categoría ésta que incluye a diarios como El Periódico.
Dice nuestro diario «progre» que los dictados del FMI no son artículos de fe, y lo sustenta únicamente en un argumento de autoridad: el FMI posee un amplio conocimiento. El problema de los argumentos de autoridad es que hay otras autoridades, también con amplios conocimientos, que opinan lo contrario. No sólo eso sino que además hay una buena evidencia empírica de los desastrosos efectos sociales de la aplicación de las políticas neoliberales, como muestra el ejemplo de América Latina en los años 80 y 90 (1)
Actualmente, en la prensa de masas española sólo hay un periódico que muestra esas opiniones alternativas al pensamiento único, el diario Público. Aparte de esta honrosa excepción, que ojalá dure mucho, el lector no tiene más remedio que buscarse la vida, en foros y diarios alternativos, para tener una visión crítica de la ideología dominante. Un pequeño esfuerzo que vale la pena.
Referencia:
(1)
http://www.revistaesalud.com/
http://bibliotecavirtual.
http://www.ucm.es/info/
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