Recientemente Llibertat.cat ha recibido un mensaje de los Mossos con una citación judicial que ordena la eliminación de los contenidos de la denuncia de una agresión policial, una nueva muestra de censura de la justicia española que podría haber llegado a otros medios. Llibertat.cat ha recibido un mensaje de los Mossos en relación a una […]
Recientemente Llibertat.cat ha recibido un mensaje de los Mossos con una citación judicial que ordena la eliminación de los contenidos de la denuncia de una agresión policial, una nueva muestra de censura de la justicia española que podría haber llegado a otros medios.
Llibertat.cat ha recibido un mensaje de los Mossos en relación a una citación judicial que ordena que se eliminen los contenidos de la denuncia de una agresión de agentes de los Mossos d’Esquadra.
Se trata de una cita que exige la eliminación de la información y el vídeo del testimonio de Sergio García, de 33 años, un ciudadano que denunció en una grabación audiovisiual las agresiones y vejaciones de que fue objeto tras la cacerolada popular ante la sede del PP de Barcelona del pasado 13 de julio. Curiosamente el vídeo que enlazaba desde Llibertat.cat está inactivo desde hace unos días, ya que Youtube lo ha eliminado por las presiones y las diligencias judiciales que se llevan a cabo para silenciar este testigo y víctima tan molesto.
Esta nueva muestra de censura de la justicia española podría haber llegado a otros medios. Así, según ha podido saber Llibertat.cat, rereguardaenmoviment.org ha sido directamente denunciada por haber promovido el contenido audiovisual de esta denuncia pública.
La gravedad de este hecho radica en que se persigue judicialmente y policialmente una denuncia de vulneración de los derechos humanos, cuando precisamente tanto el sistema judicial como la policía deberían haber abierto una investigación para depurar responsabilidades en estos hechos tan graves.
En Twitter este noticia de censura ha corrido como la pólvora con las etiquetas # censura, # holacensura y # holadictadura.
El manifestante de 33 años sufrió una violenta actuación policial el pasado julio, según su testimonio, cuando ya se había despedido de los dos familiares con quien había ido a manifestarse y se dirigía solo hacia la estación de metro de plaza de Catalunya.
En la confluencia de la rambla de Cataluña con la ronda de la Universidad un contingente de antidisturbios (unidad ARRO Barcelona) en interceptó con mucha violencia. Recibió golpes, y fue reducido y esposado ante la presencia de los peatones y, finalmente, fue trasladado hasta un furgón policial donde varios agentes lo siguieron golpeando. Según denunció, la agresión más grave la practicó el jefe del dispositivo, quien le propinó un fuerte puñetazo en la cara.
Pasó dos días encerrado en los calabozos de la comisaría de Les Corts, según explicó su hermana, que considera que estas 48 horas hicieron que las marcas de las agresiones ya no fueran tan visibles cuando el agredido declaró ante el juez de guardia. Sólo abandonar los calabozos de la Ciudad de la Justicia fue atendido en un centro médico, donde le hicieron un informe que adjuntará a la denuncia contra los policías.
Justamente este viernes Llibertat.cat ha hecho eco del acto de censura desde la sección «Humor con libertad» , en homenaje a la revista La Tralla de hace un siglo y para demostrar que en 100 años las cosas no han cambiado tanto.