Nawaat es un medio tunecino que no se parece a los demás. Sufrió y sorteó la censura durante los años en los que Ben Ali ostentaba el poder y sobrevivió hasta convertirse hoy en el medio alternativo e independiente por excelencia en Túnez. Desde su creación en 2004, ha dado voz a periodistas, activistas, ciudadanos […]
Nawaat es un medio tunecino que no se parece a los demás. Sufrió y sorteó la censura durante los años en los que Ben Ali ostentaba el poder y sobrevivió hasta convertirse hoy en el medio alternativo e independiente por excelencia en Túnez. Desde su creación en 2004, ha dado voz a periodistas, activistas, ciudadanos y disidentes. En sus artículos se habla sobre todo de política, cultura, economía, derechos humanos, sociedad y medios de comunicación, y los comentarios de los lectores siempre se suelen convertir en debates constructivos.
Lilia Weslaty es redactora de Nawaat desde 2010. Comenzó a escribir y enviar vídeos para la página de forma anónima. En ese momento hacía un censo de páginas facebook censuradas por el régimen. «Algo así como un museo de la censura», como lo llama ella. Desde entonces ha continuado su andadura en Nawaat. En esta entrevista nos cuenta un poco más sobre Nawaat y lo que éste representa en el periodo de transición revolucionaria que vive Túnez.
-¿Puedes contarnos un poco más sobre la historia de Nawaat?
-Nawaat es una asociación por la ciudadanía y la libertad de expresión, y también un medio de comunicación íntegro, un periódico electrónico que existe desde 2004. Antes tenía la forma de un blog colectivo, la gente enviaba lo que no podía publicar en los medios tradicionales porque había censura y represión. Nawaat era el único sitio en el que se podía escribir sobre algunos temas en particular. Sus fundadores querían crear un espacio en el que poder expresarse libremente, algo que antes no existía. Ellos son Sami Ben Gharbia, Malek Khadraoui, Riadh Guerfali y su hermano Sufian Guerfali, que se ocupaba de la página web y de luchar contra los ciberataques. Ha sido una gran aventura desde 2004.
-Nawaat sufrió la censura hasta el 13 de enero de 2011 y durante ese año recibió tres premios que reconocían su trabajo de lucha por la libertad de expresión (Reporteros sin fronteras, Netizen Prize, The Index on Censorship Award y The EFF 2011 Pioneer Award). ¿Cuál ha sido el papel del medio antes y después de esta fecha?
-Antes era el único sitio donde se podía ver realmente lo que estaba pasando, porque todo lo demás estaba censurado. Ahora se ha vuelto un medio más profesional, con una estructura, una redacción permanente y una sede, algo inimaginable hace unos años. Por supuesto, las contribuciones de los ciudadanos que alimentan la página con textos y vídeos continúan.
La gente que ha escrito y escribe para Nawaat es gente comprometida, desde antes y después del 14 de enero de 2011, que han participado en la revolución y que creen de verdad en un sistema de estado de derecho, libertad de expresión y respeto de los derechos humanos. Ese es nuestro credo. Nuestra línea editorial es más activista de lo que se puede encontrar en el periodismo tradicional. Nuestra perspectiva no es sólo la de describir o transcribir la realidad, sino que queremos que nuestros artículos contribuyan de alguna manera a cambiar los fallos del sistema. Por ejemplo, los reportajes que hemos escrito sobre el préstamo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) quiere firmar con Túnez, están impregnados de análisis pero también de críticas, gracias al trabajo de búsqueda y documentación anterior que realizamos siempre. Yo escribo sobre justicia, concretamente sobre las insuficiencias y los obstáculos de la estructura de la justicia en Túnez. Con nuestros artículos intentamos contribuir a la construcción de un verdadero estado de derecho y una democracia.
Ahora mismo estamos envueltos en un caos revolucionario, no hay ninguna institución estable, los corruptos del antiguo régimen siguen aquí. Es el papel de medios de comunicación como Nawaat de intentar cambiar las cosas, también porque somos una asociación por la ciudadanía y por la libertad de expresión. Eso es que lo que hace a Nawaat especial y que no sea como los demás medios.
–Nawaat jugó un papel esencial en la cobertura de los sucesos que tuvieron lugar en el país desde el principio de la revolución, en diciembre de 2010. Más tarde creasteis la sección TuniLeaks, con los cables de Wikileaks sobre Túnez. También habéis formado a bloggers. Hoy en día, ¿cuál es el objetivo de Nawaat?
-En este período nuestro objetivo es trabajar sobre las dificultades a las que se enfrenta Túnez. Es una estrategia para luchar contra todos esos problemas que la dictadura nos dejó. Estamos perfeccionando el eje de la investigación para intentar desenmascarar toda la información de difícil acceso sobre temas que conciernen a los ciudadanos.
Después de haber obtenido la libertad de expresión, el reto ahora es la libertad de la justicia y de la economía. Queremos sensibilizar a la gente sobre las cuestiones y problemáticas actuales. Nuestro objetivo es ese ahora mismo, es necesario para poder construir un estado de derecho. Nos preguntamos constantemente cómo podemos contribuir a eso como periodistas y medio de comunicación, y es por eso mismo que Nawaat hace un periodismo ciudadano. Esperamos que eso aporte y cambie algo.
Fuente original: http://www.aish.com.es/t%C3%BAnez/430