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Cruzada encubierta: la guerra digital de 600 millones de dólares de Washington contra Irán

Fuentes: The Cradle, Foto, The Cradle.
Traducido del inglés por Marwan Perez para Rebelión

Durante más de una década, el fondo NERD del Departamento de Estado de Estados Unidos ha canalizado de forma encubierta cientos de millones hacia iniciativas con la intencion de interferir y cambiar el gobierno iraní, disfrazando una guerra digital y el financiamiento de la oposición como «promoción de la democracia». Sin embargo, la congelación repentina de esta financiación ha dejado estas intervenciones en un caos.

A principios de este mes, The Cradle  expuso cómo, en 2023, el oscuro fondo NERD (Near East Regional Democracy) del Departamento de Estado de Estados Unido -equivalente al ministerio de Asuntos Exteriores en otros Estados- destinó 55 millones de dólares a avivar los disturbios en Irán durante las elecciones que se iban a llevar a cabo el año siguiente. 

Esto formaba parte de una campaña más amplia de interferencia estadounidense diseñada para perturbar y desestabilizar a la República Islámica. Como se señaló en la investigación, los detalles sobre el destino de ese dinero –y quién se beneficia de él– son estrictamente confidenciales por cuestiones políticas. Aun así, hay pistas de dominio público que apuntan a al menos algunos destinatarios.

Cambio de régimen con otro nombre 

Como registra un informe del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, dadas las hostiles relaciones entre Estados Unidos e Irán y que Teheran tiene claro que el fondo NERD “es un medio para financiar un cambio de régimen”, los programa de EEUU se basan en “influir en terceros países”, y a traves de «formacion online y [manipulación del] contenido mediático”. 

El informe confirma además que, a pesar de que el fondo NERD es el principal canal de Washington para implementar proyectos dirigidos contra Irán, “las actividades, las organizaciones subvencionadas, y los beneficiarios ” no se publicitan “debido a los riesgos de seguridad que plantea el gobierno iraní”. Y continúa: 

“El fondo NERD se creó en 2009 como un ‘elemento para la democracia en Irán’, pero no era (y todavía no es) técnicamente específico para Irán… Para 2024, la Administración Biden solicitó 65 millones de dólares para el fondo NERD con el objetivo de fomentar una sociedad civil vibrante, aumentar el libre flujo de información y promover el ejercicio de los derechos humanos’, incluidos al menos 16,75 millones de dólares para la libertad en Internet».

Lo que no se dice en el informe es que el fondo NERD es un simple cambio de marca del fondo para «la Democracia de Irán», creado por el ex presidente George W. Bush en 2006 con el objetivo explícito de derrocar a la República Islámica. 

La iniciativa fue aparentemente clausurada tres años después por Barack Obama, lo que provocó una amarga condena de gran parte de los medios occidentales, los expertos neoconservadores y los legisladores. Sin embargo, como reconoció la BBC en su momento, la medida fue en realidad “bien recibida por los activistas iraníes de derechos humanos y pro democracia”:

“Esos fondos estadounidenses van a parar a personas que tienen muy poco que ver con la verdadera lucha por la democracia en Irán, y nuestros activistas de la sociedad civil nunca recibieron esos fondos”, dijo un abogado de derechos humanos radicado en Teherán a la emisora ​​estatal británica. “El fin de este programa no tendrá ningún impacto en nuestras actividades”.

Interferencia en Internet 

En realidad, el programa nunca terminó, sino que simplemente fue reorganizado. Los funcionarios de la Casa Blanca mantuvieron la ficción de que el fondo NERD se centraba en la democratización y no en el cambio de régimen, una afirmación que fue desmentida por un artículo publicado en junio de 2011 en el New York Times . 

Esa investigación reveló la llamada iniciativa “Libertad en Internet” de la administración Obama, cuyo objetivo era “desplegar sistemas de Internet y teléfonos móviles ‘en la sombra’ que los disidentes puedan usar para comunicarse fuera del alcance de los gobiernos en países como Irán, Siria y Libia”.

En otras palabras, Washington intentó crear una legión encubierta de agentes de cambio de régimen en Teherán y proporcionarles la tecnología para coordinarse en secreto. La marcada referencia que hace el informe del Congreso a la “libertad en Internet” deja claro que estas maquinaciones continúan hoy. 

Además, como señaló un informe de 2020 sobre el Proyecto sobre Democracia en Oriente Medio con sede en Washington, las organizaciones genuinamente comprometidas con la promoción de los derechos iraníes todavía estaban lejos de la influcencia del fondo NERD. Un trabajador anónimo de una ONG describió qu eel estilo de los proyectos NERD tenian un “estilo” como “agresivo”. Otro dijo que el fondo NERD está involucrado en un trabajo profundamente sucio:

“Decidimos no solicitar subvenciones al fondo NERD porque no queremos involucrarnos en ninguna locura”. 

‘No iraní’

En el 2020, el Financial Times (FT) informó cómo los esfuerzos del fondo NERD se habían intensificado bajo la administración del presidente estadounidense Donald Trump, explícitamente para facilitar y alentar las “protestas contra Teherán”. 

Esto incluía “proporcionar aplicaciones, servidores y otras tecnologías para ayudar a las personas a comunicarse, visitar sitios web prohibidos, instalar software anti-rastreo” y más en la República Islámica, con el fin de ofrecer a “los iraníes más opciones sobre cómo comunicarse entre sí y con el mundo exterior”. 

Curiosamente, al tiempo que presenta a Irán como una prisión digital, el Financial Times admitió que las principales redes sociales occidentales siguen siendo accesibles en el país y que los iraníes pueden ver fácilmente los medios occidentales. Como es habitual, los destinatarios de los fondos NERD no fueron nombrados, excepto Psiphon, un proveedor de VPN asociado desde hace tiempo con figuras desacreditadas de la oposición iraní en el exilio y, para entonces, controlado por el Open Technology Fund (OTF). El FT estimó que solo tres millones de iraníes usaban Psiphon, menos del cuatro por ciento de la población.

OTF era un producto de “libertad en Internet” ; uno de los miembros de su junta directiva admitió abiertamente que la agenda del Fondo es el “cambio de régimen”. 

Avanzamos rápidamente hasta septiembre de 2024; mientras la administración del expresidente estadounidense Joe Biden buscaba mayores fondos para NERD, apenas unos meses después de que los 55 millones de dólares invertidos el año anterior no lograran producir el malestar y la agitación masiva deseados en torno a las elecciones de ese año en Irán. Se convocó una reunión en la Casa Blanca con los principales gigantes tecnológicos, alentándolos a ofrecer más «ancho de banda digital» para las aplicaciones y herramientas financiadas por OTF.

Como explicó la directora del fondo, Laura Cunningham, una “parte considerable” del presupuesto de OTF fue destinada a pagar el enorme tráfico de red generado por su amplia gama de aplicaciones de desestabilización digital, que incluían Signal y Tor . 

Aunque OTF buscaba apoyar a “usuarios adicionales” de estos productos, carecía de recursos para satisfacer la “creciente demanda”. No está claro qué salió de esta reunión, a la que asistieron representantes de Amazon, Cloudflare, Google y Microsoft.

Sin embargo, si se le concedió más “ancho de banda digital” a OTF, está claro que la “pausa” de la administración Trump en el financiamiento de la ayuda exterior ha sumido todos los esfuerzos de intromisión de NERD en Irán en un desorden total –y potencialmente permanente– .

Un informe del 27 de enero publicado en el periódico  antiislámico y financiado por Arabia Saudita, Iran International, citó a numerosos beneficiarios anónimos que recibían financiación estadounidens, que lamentaban cómo los beneficiarios, -incluidos medios de comunicación en lengua persa dirigidos por extranjeros y organizaciones que documentaban supuestos “abusos” para hacer que la República Islámica “rindiera cuentas”- habían sido cerrados abruptamente.

Un “activista de derechos humanos” anónimo dijo que la congelación del gasto de ayuda por parte de Washington “impondrá restricciones a proyectos que aborden violaciones de derechos humanos o investiguen la corrupción gubernamental y militar que han impactado en la economía y en las condiciones sociales de Irán en favor de actividades terroristas extranjeras y lavado de dinero”. 

Dijeron que “varias instituciones estadounidenses no iraníes  [énfasis añadido] han estado utilizando estos fondos para investigar la corrupción y el lavado de dinero”. Sin embargo, ahora “esas organizaciones se verán obligadas a detener sus actividades”.

‘Consecuencias graves’

Los servicios de redes privadas virtuales (VPN) suministrados por Estados Unidos también ocuparon un lugar destacado entre los recursos malignos afectados por la “pausa” de la ayuda. Un “activista” anónimo dijo a Iran International que 20 millones de iraníes usaban esas herramientas “para eludir las restricciones de Internet impuestas por Teherán”. 

El medio citó además un artículo publicado por Activistas de Derechos Humanos en Irán, una ONG financiada por Estados Unidos que no  tiene su sede en la República Islámica, sino en Virginia, cerca de la sede de la CIA en Langley: “En el Irán de hoy, Internet no tiene sentido sin las VPN”.

Estas terribles advertencias fueron repetidas por Ahmad Ahmadian, director de la empresa tecnológica Holistic Resilience, con sede en California, que “tiene como objetivo promover la libertad y la privacidad en Internet mediante el desarrollo y la investigación de formas de eludir la censura”. 

Ahmadian, un expatriado iraní y exalumno de la Universidad de Teherán, advirtió que las principales empresas tecnológicas estadounidenses “pueden no estar dispuestas o no ser capaces de seguir apoyando la creación de herramientas anticensura” sin el apoyo del gobierno. Tales comentarios ponen de relieve cómo estos recursos supuestamente populares carecen de apoyo o financiación de las bases, y dependen totalmente del patrocinio de Washington para funcionar:

“El liderazgo del gobierno de Estados Unidos ha sido crucial a la hora de instar a las grandes empresas tecnológicas a prestar servicios públicos. Sin el estímulo del gobierno estadounidense, estas empresas no habrían tomado la iniciativa por sí solas”.

Otros activistas anónimos advirtieron además a Iran International que “las consecuencias de la orden ejecutiva de Trump no se limitarán a las herramientas para eludir la censura en Internet”. Creen que si las actividades del fondo NERD “no reciben una exención en el próximo mes” –a fines de febrero– “colapsarán por completo o se verán profundamente limitadas”. 

Uno de ellos declaró que “el impacto de esta congelación podría no notarse inmediatamente, pero sus graves consecuencias se harán evidentes con el tiempo”.

Mientras tanto, los “expertos en Internet” advirtieron que “incluso si la ayuda estadounidense comienza de nuevo” después de la pausa de 90 días, “el daño es irreversible ya que muchas personas… tal vez nunca vuelvan a utilizar por completo los servicios seguros respaldados por Estados Unidos”. 

Como señaló The Cradle  el 11 de febrero, la retirada forzada de Washington de su intromisión en Irán podría crear nuevas oportunidades para un compromiso diplomático genuino entre los dos adversarios de larga data. Pero hay otra posibilidad: después de gastar 600 millones de dólares durante una década con poco éxito, Estados Unidos podría simplemente estar preparándose para probar nuevas estrategias de cambio de régimen, potencialmente más malignas.

Fuente: https://thecradle.co/articles/covert-crusade-washingtons-600m-digital-war-on-iran

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.