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Israel bate récords de censura en los medios de comunicación

Fuentes: Ctxt [Foto: Además de censurar, Israel asesina a periodistas]

En 2024 el censor militar de Israel prohibió la publicación de 1.635 artículos y redactó parcialmente otros 6.265 en el marco de un ataque más amplio a la libertad de prensa.

En 2024 la censura militar en Israel alcanzó sus niveles más extremos desde que en 2011 +972 Magazine empezara a recopilar datos. A lo largo del año la censura prohibió totalmente la publicación de 1.635 artículos y censuró parcialmente otros 6.265. De media, el año pasado, la censura intervino en aproximadamente veintiuna noticias al día, más del doble del pico anterior, de unas diez intervenciones diarias, registrado en 2014 durante la última guerra en Gaza (operación Margen Protector), y más del triple del promedio de 6,2 al día en un período sin guerra.

Estas cifras han sido facilitadas por la censura militar en respuesta a una petición conjunta de +972 Magazine y el Movimiento por la Libertad de Información en Israel con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

A pesar de que el censor militar no revela los motivos de cada intervención, es probable que la guerra de destrucción que Israel está llevando a cabo en Gaza, así como sus conflictos en Líbano, Siria, Yemen e Irán, sean la razón principal de este aumento récord de la censura.

La escalada se refleja no solo en el volumen de actividad de la censura, sino también en el aumento del índice de rechazo de los materiales enviados y en la mayor frecuencia de las prohibiciones totales (frente a las redacciones parciales).

Según la legislación israelí, cualquier artículo que aborde la categoría ampliamente definida de “cuestiones de seguridad” debe someterse a la revisión de la censura militar, y los equipos editoriales son responsables de decidir qué artículo enviar basándose en su propio criterio.

Cuando interviene la censura, los medios de comunicación tienen prohibido indicarlo, lo que significa que la mayor parte de su actividad se mantiene oculta al público. Ninguna otra autodenominada “democracia occidental” tiene una institución comparable.

Evolución de la cantidad de temas modificados por la censura militar (naranja) o retirados completamente (rojo) desde 2011 hasta 2024.

Cabe señalar que, en virtud de esta ley, +972 Magazine está legalmente obligada a presentar materiales para su revisión. Para más información sobre nuestra postura respecto a la censura militar, entre aquí.

“El público merece saber lo que se ha ocultado”

En 2024, las organizaciones israelíes de noticias enviaron 20.770 noticias al censor militar para su revisión, casi el doble que el año anterior y cuatro veces más que en 2022. El censor intervino en el 38 % de estos casos, siete puntos porcentuales más que el máximo anterior registrado en 2023. El rechazo general de artículos enteros supuso el 20% de todas las intervenciones frente al 18% de 2023. En los años anteriores, la media se situó en apenas el 11%.

El medio de comunicación israelí i24 informó el domingo 27 de abril de que el jefe de la censura militar, el general de brigada Kobi Mandelblit, pidió al fiscal general que investigara a los periodistas israelíes que supuestamente eludían la ley de censura al compartir información restringida con medios de comunicación extranjeros. El fiscal general rechazó la petición.

El censor militar no está obligado por ley a responder a las solicitudes de libertad de información y facilitó voluntariamente las cifras anteriores. Sin embargo, se negó a proporcionar algunos datos adicionales que solicitamos, entre ellos un desglose de los datos por mes, por medio de comunicación y por motivo de la intervención; detalles sobre los casos en los que ordenó proactivamente a los medios de comunicación que retiraran contenidos que no habían sido sometidos a revisión; y cualquier registro de procedimientos administrativos o penales contra infracciones de la censura. (Por lo que sabemos, hasta ahora no se ha tomado ninguna medida coercitiva de este tipo).

Asimismo, si bien anteriormente el censor militar facilitaba datos sobre la censura en los libros –por lo general, los escritos por antiguos miembros del estamento de seguridad israelí–, ahora retiene esta información. Y durante la última década, también ha estado revisando e interviniendo las publicaciones en internet de los Archivos Estatales. En algunos casos, incluso ha bloqueado la publicación de documentos que ya habían sido considerados inofensivos por los expertos en seguridad del archivo y que antes eran accesibles al público. Este acto de “ocultación” ha sido objeto de críticas generalizadas.

El año pasado, los Archivos Estatales sometieron 2.436 documentos a la revisión del censor. Aunque el censor declaró que “la gran mayoría” fueron aprobados para su publicación sin cambios, se niega sistemáticamente a revelar cuántos documentos de archivo “vuelve a ocultar” al público.

Or Sadan, abogado del Movimiento por la Libertad de Información y director de la Clínica de Libertad de Información del Colegio de Estudios Académicos de Gestión, declaró a +972 Magazine que, aunque no le sorprendió el aumento de la censura el año pasado, tenía la esperanza de que “la publicación de estos datos ayudara a minimizar el uso de herramientas de censura que, aunque a veces son necesarias, también son peligrosas cuando se trata del acceso del público a la información”.

“Aunque cierta información no pueda publicarse durante una emergencia, el público merece saber lo que se le ha ocultado”, explicó. “Censurar significa ocultar información que un periodista cree que el público tiene derecho a saber. En tiempos de guerra, mucha gente ya tiene la sensación de que no se le cuenta todo, y por eso conviene revisar a posteriori las decisiones de la censura”.

Una guerra contra la libertad de prensa

Más allá del repunte sin precedentes de la censura militar, el Día Mundial de la Libertad de Prensa de este año llega como un duro hito para el periodismo israelí. En 2024, Israel ocupaba el triste puesto 101 de 180 (una caída de cuatro puestos con respecto a la clasificación del año anterior) en el Ranking Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras; esa clasificación ha descendido ahora aún más, hasta el puesto 112. Esta evaluación únicamente refleja el estado del periodismo en Israel, no tiene en cuenta el asesinato masivo de periodistas en Gaza.

Según el Comité para la Protección de los Periodistas, durante la guerra, al menos 168 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación palestinos han muerto en Gaza a manos del ejército israelí, más que en cualquier otro conflicto violento registrado en las últimas décadas. Otras organizaciones elevan la cifra a 232. En diversas investigaciones realizadas en colaboración con Forbidden Stories, +972 Magazine reveló un patrón de periodistas gazatíes asesinados por el ejército simplemente por operar drones, o atacados por drones del ejército cuando estaban claramente identificados como prensa. Asimismo, Israel trata a los periodistas que trabajan para medios de comunicación afiliados a Hamás como objetivos militares legítimos, y en más de una ocasión afirmó que otros periodistas a los que había matado estaban relacionados con Hamás, normalmente sin presentar ninguna prueba.

Sin embargo, los periodistas de Gaza no solo tienen que enfrentarse a la amenaza constante de muerte por los bombardeos israelíes, sino que a menudo padecen hambre, sed y desplazamientos. También se enfrentan a la represión de la propia Hamás, que presiona a los periodistas que critican a la organización o cubren las protestas contra ella. Israel ha agravado esta terrible situación impidiendo a todos los periodistas extranjeros la entrada en la Franja de Gaza durante más de un año y medio, una medida confirmada por el Tribunal Supremo israelí que muchos periodistas de todo el mundo condenaron como un duro golpe a la libertad de prensa y un esfuerzo deliberado por ocultar lo que está ocurriendo en Gaza.

Al mismo tiempo, Israel ha estado deteniendo y encarcelando sistemáticamente a periodistas palestinos, tanto de Gaza como de Cisjordania, a menudo sin cargos, como forma de castigo por ejercer un periodismo crítico. Esta represión se ha acelerado durante la guerra, como demuestra la prohibición de operar en Israel a medios de comunicación como Al Mayadeen y Al Jazeera.

Simultáneamente, el gobierno ha perseguido a la propia prensa libre israelí: ha cerrado la emisora pública Kan, ha estrangulado económicamente al periódico liberal Haaretz y ha se ha esforzado deliberadamente en debilitar a los medios de comunicación de larga trayectoria al tiempo que financiaba con fondos públicos a nuevos medios progubernamentales como el Canal 14. Además, el gobierno ha impuesto severas restricciones a la publicación de las identidades de los soldados sospechosos de haber cometido crímenes de guerra, y la continua incitación contra los periodistas por parte de legisladores y personalidades públicas afines al gobierno de Netanyahu ha provocado varias agresiones violentas contra reporteros.

Y sin embargo, el golpe más devastador para el periodismo israelí no ha venido de la censura gubernamental, sino de la traición de las redacciones a su misión principal: informar al público de la verdad sobre lo que ocurre a su alrededor. Los periodistas israelíes, incluso los que en su día expresaron remordimientos por no cubrir lo que ocurría en Gaza en guerras anteriores, han estado ocultando deliberadamente los hospitales bombardeados, los niños hambrientos y las fosas comunes que el mundo ve a diario.

En lugar de dar testimonio de la verdad de la guerra, o amplificar las voces de los periodistas de Gaza (por no hablar de mostrar solidaridad con los colegas atacados por el ejército de su estado), la mayoría de los periodistas israelíes se han empleado en la propaganda de guerra –hasta el punto de unirse a las tropas de combate y participar activamente en la demolición de edificios– y han lanzado llamamientos directos al genocidio, el hambre y otros crímenes de guerra. Esto no es coacción, es complicidad. La censura no eliminó los horrores de Gaza de las pantallas israelíes: fueron los periodistas y los editores.

Este artículo se publicó en inglés en +972 Magazine. Traducción de Paloma Farré.

Fuente: https://ctxt.es/es/20250501/Politica/49230/censura-militar-israel-medios-de-comunicacion-record.htm