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Contra el asesinato de periodistas en Gaza

Fuentes: 15-15-15

Porque en nuestro humilde medio sabemos que cuanto más intenso el horror, más necesario es contarlo.

Desde la revista 15/15\15 para una nueva civilización nos queremos sumar a las movilizaciones internacionales de la sociedad civil y a las campañas de protesta de la profesión periodística a lo largo y ancho del mundo, contra el asesinato de periodistas en Gaza, Palestina, a manos del Estado de Israel. Al matar a periodistas palestinos —más de 200 desde que comenzó sus actuales ataques militares contra Gaza, uno de los últimos el reconocido corresponsal de Al Yasira Anas al-Sharif y todo su equipo—, el gobierno de Netanyahu asesina a quienes son nuestros únicos ojos y oídos en medio del horror dado que no se permite la entrada a los periodistas extranjeros de la zona. Nos intenta dejar ciegos y sordos. No quiere testigos de su limpieza étnica, de su genocidio. Los mata de un balazo, con un dron, con un proyectil o incluso de hambre, algo jamás visto en la historia del periodismo en zonas de conflicto.

El periodista palestino Anas Al-Sharif, asesinado en Gaza el 10/08/25. Foto: Al Yasira. Fuente: Wikimedia Commons.Porque en nuestro humilde medio sabemos que cuanto más intenso es el horror, más necesario y urgente es contarlo, condenamos con toda nuestra firmeza estos crímenes de guerra y todos y cada uno de los que se suman a diario al genocidio que se está cometiendo con la población gazatí. Sumamos nuestra pequeña voz a todas las que están exigiendo que se permita la entrada de corresponsales de todos los países en la zona y que se ponga fin a la masacre, a esta nueva Shoah ejercida ahora por miembros de un pueblo semita (hebreos) contra otros semitas (árabes).

Por supuesto ampliamos nuestra denuncia y reclamo de libertad de información y de prensa a todos los países donde se mata impunemente a personas por ejercer esa profesión tan vital para una auténtica democracia como es el periodismo, donde se censura, se amenaza, se persigue y se encarcela por intentar defender el derecho de la sociedad a estar informada de una manera plural y veraz.

Y también denunciamos que en los países formalmente denominados democráticos, lejos de ser «satisfactorio» el panorama mediático, como afirma Reporteros Sin Fronteras, tampoco es realmente libre y democrático, porque numerosos medios públicos están controlados por sus respectivos gobiernos en lugar de por el pueblo, porque existen numerosas trabas para los medios comunitarios no lucrativos y porque el discurso está dominado por medios privados oligopólicos puestos al servicio no de la información, sino de intereses económicos que distorsionan y modelan la opinión pública, y por tanto determinan en buena medida los resultados electorales. Por desgracia, este es también, y cada vez más, el desolador panorama en Internet, que lejos de cumplir sus promesas históricas de una información más plural y al alcance de todos, está generando infoxicación por saturación, cuando no desinformación a raudales a base de masivas campañas de bulos (fake news), encabezada cada vez más por dirigentes políticos, y llevada a su paroxismo en los últimos tiempos por el incremento exponencial de contenidos generados por sistemas de inteligencia artificial y por el condicionamiento ejercido por algoritmos opacos en las redes sociales privadas, punta de lanza del tecnocapitalismo y preludio del tecnofascismo/tecnofeudalismo emergente.

Así pues, la falta de una auténtica libertad de prensa y la salvaguarda del derecho a la información no es únicamente un problema en países como Palestina, Afganistán, Arabia Saudí, China, Sudán, Haití, México, El Salvador, Marruecos, Rusia… En países que se presumen libres, como España o Estados Unidos, el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo un ideal más que una realidad:

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Pero estos problemas en las sociedades ricas palidecen ante los lugares donde lo que está en juego es el derecho más básico (art. 3 de la DUDH), el derecho a la vida. Así, denunciamos el puro y duro horror de la violencia física y del asesinato de periodistas, algo que está realizando de manera intencional y masiva el ejército israelí a las órdenes de Benjamin Netanyahu. Aunque ¡qué podíamos esperar de quienes asesinan niños inocentes a diario, de quienes ofrecen un reparto miserable de migajas como cebo para masacrar a continuación a las familias tan hambrientas y desesperadas que prefieren una bala a la lenta muerte por inanición, viendo cómo los más débiles, sus enfermos, sus bebés, sus ancianas, se consumen ante sus ojos!

¡Este infierno sobre la Tierra tiene que terminar! Y exigimos a nuestros gobiernos que pongan en marcha todos los mecanismos a su alcance para que termine.

Todo nuestro apoyo y solidaridad desde estas páginas a todos los periodistas —profesionales o no— que arriesgan sus vidas para que podamos saber, y muy especialmente al Sindicato del Periodistas de Gaza, trágicos héroes de la libertad de expresión.

Fuente: https://www.15-15-15.org/webzine/2025/08/14/contra-el-asesinato-de-periodistas-en-gaza/