Los activistas por el derecho al agua boicotearon el Foro Mundial del Agua en Turquía, a fines de marzo de 2009, denunciando que el evento está concebido como una feria corporativa destinada a promover la privatización del recurso en el mundo. Trescientos activistas turcos que se concentraron cerca de la entrada del foro fueron enfrentados […]
Los activistas por el derecho al agua boicotearon el Foro Mundial del Agua en Turquía, a fines de marzo de 2009, denunciando que el evento está concebido como una feria corporativa destinada a promover la privatización del recurso en el mundo. Trescientos activistas turcos que se concentraron cerca de la entrada del foro fueron enfrentados por la fuerza aplastante de 2.000 a 3.000 policías, mientras el evento se inauguraba con gas lacrimógeno lanzado por la policía que detuvo a manifestantes que gritaban «Agua para la vida, no para el lucro».
Según su sitio web, el Foro Mundial del Agua está «abierto, y es un proceso inclusivo, para los multi-tenedores», donde los gobiernos, las ONGs, las empresas y otros, «establecen relaciones, debaten e intentan encontrar soluciones para alcanzar la seguridad del agua».
Sin embargo, el principal organizador del Foro, el Consejo Mundial del Agua, está dominado por Suez y Veolia, dos de las más grandes corporaciones privadas del agua de todo el mundo. Los críticos afirman que la legitimidad del Consejo está cuestionada por sus vínculos con Suez y Veolia, además de la gran presencia de las corporaciones del negocio del agua.
Los intereses corporativos que sostienen al Consejo Mundial del Agua están en permanente contacto con el Banco Mundial y otras instituciones financieras. Cada Foro se presenta como si fuera un virtual acontecimiento de la Organización Naciones Unidas (ONU), e incluso al cierre del evento suele emitirse una ritual declaración ministerial que promueve acercamientos globales de políticas de agua y saneamiento.
El consejo promueve represas extraordinariamente costosas y destructivas y diversos proyectos de agua tales como «Asociaciones Público-Privadas» (PPP, por su sigla en inglés) que ponen los servicios de agua bajo propiedad privada. En Argentina, Bolivia, El Salvador, EEUU y otros países, las PPPs han traído aumentos de precios, contaminación del agua, agotamiento y enormes cortes de las fuentes que, «niegan a los pueblos el derecho al agua», en el lenguaje de los movimientos por la justicia en la obtención de ese recurso natural.
A pesar de éstos y otros impactos dañinos, los acuerdos del Consenso del Agua de Estambul pretenden asegurar el compromiso de las autoridades locales con políticas similares del agua. El Foro de este año publicó un comunicado que describe el acceso al agua como «necesidad humana básica» en vez de un derecho humano, a pesar de los esfuerzos disidentes de los países latinoamericanos, Francia y España, que bregaron por introducir el derecho al agua, pero su disenso fue bloqueado por Egipto, Brasil y EEUU.
Esta aparentemente leve diferencia semántica en el vocabulario frecuente de la verborrea política puede tener una profunda significación. Si el agua se define como una «necesidad» en vez de un «derecho», se convierte en un recurso sometido al comercio y para los gobiernos no implica ninguna obligación de asegurar el acceso al vital líquido. Si por otra parte, fuera un derecho humano surge de inmediato un mandato para las políticas de los gobiernos que deberían activar el acceso seguro e incondicional al agua a cada ciudadano.
Los activistas del Foro del Agua de los Pueblos, un encuentro alternativo que representa a los pobres rurales, organizaciones medio ambientales y de trabajadores, denunciaron al evento como no inclusivo, conducido por el fraude corporativo que impulsa la privatización del agua. Exigieron un foro más abierto, democrático y transparente. Un bloque de gobiernos de países del sur, liderado por Uruguay construye apoyos para un foro alternativo y legítimo que sea conducido por Naciones Unidas.
Voces destacadas de la sociedad civil, como Maude Barlow, alta consejera en problemas de agua de la Asamblea General de Naciones Unidas, están clamando porque éste haya sido el último Foro Mundial del Agua dominado por las corporaciones. «La seguridad [del agua] es precaria, porque están promoviendo su privatización con una visión corporativa del mundo y quieren engañar a la opinión mundial con un falso consenso global. Y no lo es», dijo.
Barlow afirmó que las compañías transnacionales del agua y el Banco Mundial no son anfitriones apropiados para un Foro Mundial del Agua y propuso que esté sostenido bajo los auspicios de la Asamblea General de la ONU, reservando claramente los derechos comunes en la confianza pública para evitar una situación profundamente no equitativa, donde el agua se desvía de los pobres a quienes puedan pagar por ella.
«El Foro Mundial del Agua es incapaz de proponer nuevas maneras de dirigir la creciente crisis del agua en el mundo, porque mantiene la adherencia a una ideología que no está funcionando, que ha fallado dramáticamente», remarcó Barlow en «Democracy Now!» «Lo que aquí está claro es que la fuerza, el compromiso, las ideas brillantes y el cambio cultural han llegado juntos. Y aquí [el Foro del Agua de los Pueblos] es donde se encuentra el futuro del agua: este movimiento está aquí».
Actualización de Jeff Conant (de «AlterNet»)
Veinticinco países suscribieron la declaración alternativa exigiendo el derecho al agua y que los directores del Consejo Mundial del Agua sean designados por la Asamblea General de la ONU.
El Consejo Mundial del Agua, un consorcio privado manejado por dos de las corporaciones más grandes del agua del mundo, ha sido visto en el sector global del agua como un anfitrión legítimo de la reunión más grande sobre políticas del agua del mundo. Pero las políticas promovidas por el cuerpo corporativo han llevado a una profunda injusticia en la prestación de servicios del agua por todo el mundo, mientras también sirve para trasladar enormes cantidades de dinero público a manos privadas.
El Consejo Mundial del Agua y su reunión trienal, el Foro Mundial del Agua, promueven fuertemente las llamadas Asociaciones Público-Privado (PPPs) que pusieron los servicios de agua bajo propiedad privada. En Argentina, Bolivia, Ghana, Tanzania, EEUU y otros países, las PPPs han producido aumentos de precios, disminución del control de la contaminación y cortes de agua, negando claramente a la gente -y especialmente los pobres- el acceso a servicios seguros de agua potable y saneamiento.
Una manera en que el Consejo Mundial del Agua (WWC, por su sigla en inglés) busca legitimidad consiste en promover la apariencia de que el Foro Mundial del Agua es un acontecimiento emblemático patrocinado o endosado por Naciones Unidas. Así pues, la cortina fue descorrida y la legitimidad del Consejo empezó a cuestionarse cuando el sacerdote nicaragüense Miguel D’Escoto, presidente de la Asamblea General de ONU y opositor enconado de la privatización del agua, no recibió ninguna respuesta de los directores del WWC a su petición de hablar en el quinto Foro Mundial del Agua en Estambul, Turquía.
En los eventos de prensa durante mi cobertura del WWF en Estambul planteé persistentemente la pregunta: «¿por qué la petición del padre D’Escoto no recibió ninguna respuesta?» La explicación de Loïc Fauchon, presidente del Consejo, fue que no se había recibido ninguna solicitud.
Sin embargo, desde entonces hemos sabido que los directores del WWC han entrado en contacto con la oficina del padre D’Escoto para solicitar una reunión con él, y es probable que muchas de las actividades futuras del WWF pudieran echar abajo los auspicios de la ONU. El WWF parece haber sido sacudido por la atención mundial [provocada por la exclusión de D’Escoto].
Sin embargo, el proceso ministerial es uno de los aspectos del Foro que el Consejo parece querer conservar bajo su control. Como observé en mi artículo (Una ojeada al interior: ¿Por qué el Foro Mundial del Agua es un impostor?), «en cada foro, una serie de discusiones de mesa redonda entre los ministros de gobierno, los cabilderos corporativos y las ONGs, conducen a una declaración ministerial final que no tiene ninguna incidencia en el derecho internacional pero desempeña un rol simbólico, significativo en la proyección de políticas sobre la Tierra».
Escribí entonces: «Mientras este proceso transcurre enteramente detrás de la escena y pasa casi inadvertido para casi todos los participantes del Foro, quizás sea el aspecto más influyente del evento. Esperamos durante los próximos dos días para ver cómo tomaba cuerpo la intrigante declaración final».
En efecto, la conclusión resultante del proceso, el 22 de marzo, dio lugar a un voto serio de desacuerdo, con las delegaciones de veinticinco países que firmaron una declaración que defendió el derecho humano al agua, y dieciséis adicionales exigiendo que los futuros foros del agua sean patrocinados por la ONU. Éste ha sido el mayor acto colectivo de desacuerdo que haya existido en el WWF desde su origen.
Hubo muy poca atención de la gran prensa principal ante este problema, pues existe una persistente penuria de atención y cobertura ante las aplicaciones calamitosas del agua y el saneamiento en general. Una excepción fue la prensa francesa, que tomó el problema como noticia de portada en «Le Monde» [diario de París] un día después de cerrado el Foro. En Estados Unidos, estos temas no reciben casi ninguna cobertura para su difusión, excepto en la prensa en extremo independiente. Ésta es una impactante verdad dado que la falta de acceso al agua segura es la causa número uno de enfermedad y muerte por todo el mundo.
Las mejores fuentes de información para esta historia, y la política global del agua, generalmente pueden encontrarse a través de www.foodandwaterwatch.org, órgano del Observatorio del Agua y Alimentos (y para quién tenga interés en un acceso completo, trabajo allí como investigador y abogado), también en www.wdm.org.uk (Movimiento por el Desarrollo del Mundo), en www.psiru.org (Unidad de Investigación Internacional de los Servicios Públicos) y www.tni.org (Instituto Transnacional). Jeff Conant, 30 de mayo de 2009.
Actualización de Maude Barlow (alta consejera en agua de ONU)
Uno de los problemas más discutibles que rodean la crisis global cada vez mayor del agua es quién va a determinar el acceso y la asignación: ¿será el mercado o los pueblos con sus gobiernos elegidos? ¿Es el agua un recurso natural que se pondrá en el libre mercado al licitador más poderoso o a nuestro bien común, con confianza pública y como un derecho humano? Esta lucha es intensa en las comunidades de todo el mundo que están bregando contra las grandes utilidades privadas obtenidas del agua, cuya distribución genera básicamente el lucro de gigantes corporaciones embotelladoras que incluso están agotando el abastecimiento local del líquido.
Pero cada tres años, la lucha adquiere un carácter global en el Foro Mundial del Agua, una reunión masiva de pueblos que se asemeja a una cumbre de Naciones Unidas pero que realmente está patrocinada por el Consejo Mundial del Agua, compuesto en gran parte por las grandes corporaciones del agua, el Banco Mundial y los segmentos pro-corporativos de la ONU.
El 5to Foro Mundial del Agua fue celebrado en Estambul y, como ustedes conocen la historia, fue blanco de intensas críticas de activistas y ecologistas de Turquía y de todo el mundo, de Miguel d’Escoto Brockman, el presidente de la Asamblea General de la ONU, y de muchos representantes de la naciones-estados que discreparon porque no se mencionó el «derecho al agua» en la declaración final. Al término del Foro, veinticinco países firmaron una segunda declaración que proclamó su apoyo al derecho al agua y muchas voces indicaron abiertamente que el siguiente Foro Mundial del Agua debe ser patrocinado por la Asamblea General de Naciones Unidas y no por los grandes operadores privados del agua, quienes arman esta reunión sólo para beneficiarse.
Desde el Foro, se intensifica la presión para que la Asamblea General asuma un rol de control y, en mi papel de consejera mayor del presidente de la Asamblea General de la ONU, estoy impulsando a la Asamblea General a adoptar una resolución de emergencia que tome sobre sí misma la responsabilidad de establecer un marco global para la acción ahora, ante la crisis ecológica y humana que afecta al mundo, y que reconozca que el agua es un bien común y un derecho humano y, por lo tanto, no se pueda negar en base a la incapacidad para pagar.
Esta historia es importante porque la creciente crisis del agua es una de las amenazas más acuciantes de nuestro tiempo. Pero los miembros del único cuerpo internacional que se supone aborda las políticas y las prácticas globales están lucrando por miles de millones de dólares mientras agotan las fuentes de agua, llevan este recurso natural al mercado y niegan el agua a quienes no puedan pagarla. Éste es un problema fundamental de la democracia y de la justicia que decidirá el futuro de políticas que afectarán al mundo entero.
There was very little media from North America covering this crucial story (thank heavens for Amy Goodman!) but it did get covered in Turkey and in the global South. For more information, go to Food and Water Watch, www.foodandwaterwatch.org/ and the Blue Planet Project at www.canadians.org.
Hubo medios muy pequeños de EEUU que cubrieron esta noticia crucial (¡agradezco los esfuerzos de Amy Goodman! [de «Democracy Now!»]) pero consiguió cobertura en Turquía y en el sur global. Para más información, visiten el Observatorio del Agua y Alimentos (www.foodandwaterwatch.org) y el Proyecto Planeta Azul (www.canadians.org).
Fuentes: AlterNet, 17 de marzo de 2009, «Fifth World Water Forum Marked by Violence and Repression», por Jeff Conant; AlterNet, 18 de marzo de 2009, «An Inside Peek: Why the World Water Forum Is a Sham», por Jeff Conant; Democracy Now!, 23 de marzo de 2009, «Water Rights Activists Blast Istanbul World Water Forum as ‘Corporate Trade Show to Promote Privatization'», entrevista a Maude Barlow; KPFA, Sunday Sedition, 29 de marzo de 2009, «Andria Lewis entrevista a Maude Barlow». Estudiante investigador: Frances Capell Evaluador académico: Andrew Roth, Ph.D., Sonoma State University
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Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
Fuente original: http://www.argenpress.info/2009/11/proyecto-censurado-activistas-recusan.html