La semana bursátil en el mundo del periodismo termina con un espectacular repunte de opiniones desmintiendo la naturaleza y consecuencias del cambio climático, que ha multiplicado las ganancias de los opinadores y contertulios inversionistas en el sector, conocidos como inveriodistas. Casi al mismo tiempo en que dos científicos ingleses responsabilizaban al «Niño» de los […]
La semana bursátil en el mundo del periodismo termina con un espectacular repunte de opiniones desmintiendo la naturaleza y consecuencias del cambio climático, que ha multiplicado las ganancias de los opinadores y contertulios inversionistas en el sector, conocidos como inveriodistas. Casi al mismo tiempo en que dos científicos ingleses responsabilizaban al «Niño» de los cambios climáticos y juzgaban exageradas sus consecuencias, numerosos periodistas de la Bolsa de la opinión coincidían en descargar de culpas al presente modelo de desarrollo como principal causa del cambio climático, denunciando las exageraciones que, aseguran, se han venido publicando, incluyendo la noticia de que poderosas multinacionales y algunos estados habrían podido invertir sumas millonarias en ganarse la opinión de algunos miembros de la comunidad científica y de no pocos comunicadores. Curiosamente, corredores de opinión que hasta ayer aparecían como especialistas en temas económicos y hasta deportivos, han pasado en unos días a pujar abiertamente opiniones climáticas con generosa y coincidente profusión de datos, lo que revela la fortaleza y el crecimiento de la inversión de opiniones en relación al clima.
Continúan pagando excelentes dividendos en la Bolsa de la opinión, especialmente en mercados como Prisa, las diatribas contra Cuba y Fidel Castro, aunque han sido superadas, con un espectacular repunte en las últimas semanas, por las opiniones de censura a Hugo Chávez y, en menor medida, a Evo Morales y a Correa.
En el caso de Cuba, todo hace suponer que conforme Fidel Castro recupere su salud perderán beneficios los opinadores que habían invertido al alza sus especulaciones sobre la enfermedad terminal del presidente cubano y su inmediato desenlace. Obviamente, las inversiones en opinión riesgo pueden sufrir desaceleraciones nada aconsejables.
Ganan enteros entre los opinadores de la Bolsa los ataques al derecho iraní a contar con energía nuclear propia, mientras parecen haberse estancado las informaciones sobre terribles atentados terroristas, tras el enorme repunte que alcanzaran las acciones de hacer estallar diez aviones comerciales en Londres el verano pasado, y los inminentes atentados frustrados en Ceuta por la pericia de la policía española meses después.
La falta de nuevos y terribles atentados, así fueran evitados o no, ha alejado a los opinadores de este sector por los riesgos de correcciones y bajadas súbitas de índices.
Siguen perdiendo beneficios en la Bolsa de la opinión, hasta casi desplomarse, los juicios sobre el paradero y posibles declaraciones y amenazas de Ben Laden, pero aumentan las ganancias de los corredores de opinión sobre el activismo de la fantasmagórica Al Qaeda, presente en todas las transacciones importantes.
En la Bolsa de Madrid, luego de la OPA lanzada por el inveriodista Vargas Llosa sobre la presidenta de esa comunidad bursátil, han ganado beneficios las opiniones en defensa de Esperanza Aguirre que, no obstante, dadas las carencias del sector, no se cree puedan mantenerse al alza por más tiempo sin proceder a nuevos ajustes.
Siguen fluctuando en positivo las opiniones del PP, especialmente en algunos conocidos mercados de comunicación, al tiempo que se cotiza a la baja la trama ETA en el 11-M, prácticamente, ya fuera de la Bolsa.
El índice Bor-Bón mantiene sus órdenes de compra y divide beneficios entre los inveriodistas decididos a hacer carrera o conservar el empleo, y en similar situación se encuentra el mercado Vaticano que vuelve a ganar enteros entre los opinadores superando los resultados del pasado mes y confirmándose como una opción segura para quienes busquen ampliar su cifra de negocio.