Ser reportero de una televisión árabe cubriendo la guerra entre Hizbulá e Israel en el sur del Líbano se ha convertido en un trabajo especialmente complicado. Sobre todo, cuando sus convoyes son bombardeados y sus reporteros, amenazados. Israel utiliza sofisticadas tácticas que incluyen el teléfono móvil para intimidar a los periodistas e impedir que lleguen […]
Ser reportero de una televisión árabe cubriendo la guerra entre Hizbulá e Israel en el sur del Líbano se ha convertido en un trabajo especialmente complicado. Sobre todo, cuando sus convoyes son bombardeados y sus reporteros, amenazados. Israel utiliza sofisticadas tácticas que incluyen el teléfono móvil para intimidar a los periodistas e impedir que lleguen allá donde se encuentra la noticia.
«Sabemos que os dirigís en vuestro coche por la carretera que lleva hacia Insar. No os acerquéis u os bombardearemos». El mensaje que recibió el domingo el equipo de la televisión Al Yazira era muy claro. Se encaminaba hacia esta localidad del sur del Líbano, donde el domingo se registraron intensos bombardeos de la aviación israelí cuando lo recibió, según ha podido saber EL MUNDO.
Tanto el camarógrafo de la cadena como los reporteros que le acompañaban recibieron estas llamadas en sus propios teléfonos móviles y la voz les mencionaba por su nombre, entrando incluso en detalles sobre las informaciones que habían elaborado para Al Yazira. Así lo relató a este periódico el reportero gráfico de la cadena panárabe, Isam Mowasi.
El equipo se desplaza con un satélite que les permite enviar la imagen y el sonido en tiempo real, para emitirse incluso en directo. Mowasi cree que es a través de esta tecnología por donde Israel logra interceptar sus teléfonos celulares y conocer sus posiciones concretas sobre el terreno.
No es la primera vez que Israel se ensaña con los periodistas. Hace días, un convoy de varias cadenas por satélite árabes fue atacado por los aviones israelíes. «Sus vehículos iban claramente marcados con las palabras en inglés ‘Press’ y ‘TV'», señalaba recientemente Nabil Jatib, director ejecutivo de la televisión Al Arabiya, al Comité para la Protección de los Periodistas. Israel justificó la acción afirmando que «esa carretera es objetivo por que es utilizada por Hizbulá».
Desde los primeros días de la guerra, se han producido diversos ataques a periodistas. En uno de ellos, una fotógrafa libanesa resultó muerta. Israel también ha bombardeado la sede de Al Manar y la de la cadena cristiana LBC, adoptando tácticas similares a las empleadas por EEUU contra los periodistas en las guerras de Irak y de Afganistán.