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Repudio absoluto a los episodios represivos cometidos contra los trabajadores del Canal 6 de julio de México

Alto a la Censura… Alto a la Represión

Fuentes: Rebelión/Fundación Federico Engels

La censura no es otra cosa que la actualización cínica del fascismo. A quien Corresponda. A la prensa Crítica Mundial. A los trabajadores en general: No toleraremos la impunidad Ya hemos visto hasta el hartazgo dónde radica esa «violencia» que tanto escandaliza a los señoritos y los «señorones» de la burocracia y la burguesía mexicanas. […]

La censura no es otra cosa que la actualización cínica del fascismo.

A quien Corresponda. A la prensa Crítica Mundial. A los trabajadores en general:

No toleraremos la impunidad

Ya hemos visto hasta el hartazgo dónde radica esa «violencia» que tanto escandaliza a los señoritos y los «señorones» de la burocracia y la burguesía mexicanas. Es inexcusable una investigación abierta y profunda. ¿Quién dio la orden? ¿Quiénes son los responsables? Ha de ser muy escrupuloso, muy expeditivo y claro el Gobierno de la Ciudad de México, no debe permitir que este hecho los iguale al Fox a la hora de Atenco, a la hora de reprimir a los obreros, a los campesinos, a los periodistas… Ya hemos visto con horror el drama mundial que vive la «libertad de expresión», ya hemos visto, asqueados e indignados, a qué intereses atienden los «administradores» burgueses de las balas y los garrotes, cuando humillan, torturan y apalean a quienes no son condescendientes con el esperpento de barbarie y miseria que nos ahoga y desespera. El Gobierno del Distrito Federal, en México, debe ineludiblemente indagar, denunciar y sancionar todo abuso, toda violación de los derechos… debe imponer justicia social abiertamente, públicamente, inmediatamente. Es su obligación y se lo exigiremos sin ilusiones, sin concesiones y con lógica de clase. No esperamos que el remedio a las calamidades que nos aquejan descienda del cielo. Los trabajadores todos, de la comunicación y la información debemos organizarnos y unirnos para ejercer nuestra defensa… a los trabajadores sólo los salvan los trabajadores.

Tómese nota porque los ejemplos proliferan

He aquí lo que se denuncia «Tres camarógrafos del canal seis de julio fueron agredidos por decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, Policía del Centro Histórico y de la Policía Judicial del Distrito Federal la noche del 15 de septiembre en la esquina de Francisco I. Madero y Bolívar. Los camarógrafos Mario Viveros Barragán, Juan Pablo Ramos Jiménez y Miguel Ángel Fuentes Cortina fueron atacados por no menos de treinta elementos de las agrupaciones mencionadas momentos después de que éstos detenían violentamente a un grupo de jóvenes alrededor de las 22:45 horas. Los policías, al parecer irritados por haber sido filmados, arremetieron contra nuestros compañeros golpeando y empujando a Viveros y a Fuentes Cortina, y ensañándose con Juan Pablo Ramos quien fue arrastrado de los cabellos, golpeado con toletes y a patadas por cerca de diez elementos policíacos, por lo que tuvo que ser hospitalizado. La cámara con que Ramos Jiménez filmaba fue completamente destruida por los agentes policíacos mientras era despojado de algunas pertenencias y del videocasete en el que había filmado. Los hechos fueron denunciados en la agencia 50 del ministerio público en donde se inició la averiguación previa FACI/ 50/T1/ 886 / 06-09. Canal 6 de julio A.C. considera que estos hechos constituyen un serio atentado a la libertad de expresión y condena la negligencia y la soberbia de los señores Alejandro Encinas, Jefe de Gobierno del D.F.; Ricardo Ruiz, Secretario de Gobierno y Joel Ortega, Secretario de Seguridad Pública del D.F. quienes hasta el momento han omitido actuar en relación a este asunto y pretenden relegarlo a la categoría de minucia burocrática[1]

Es tal la secuela de acontecimientos represivos contra los trabajadores de la comunicación crítica, es de tal magnitud la censura de los monopolios mass media y de los burócratas a su servicio que, a estas horas, parece «cosa normal» matar, torturar, perseguir o amedrentar a los productores de información des-alienante. Basta ya. El capitalismo y sus secuaces multiplican la censura como fase agudizada y modernizada del nazi-fascismo. Mientras el capitalismo frena el desarrollo y precipita la miseria se empeña en silenciar todo cuanto denuncie el negocio burgués fabricante de millones de cadáveres, de personas mutiladas, de millones y decenas de millones de personas atemorizadas, aplastados, embaucadas y engañados. Cada día más pobreza, más miseria. Se trata de una monstruosidad. Es urgente organizarnos para defendernos y para construir otra comunicación que es posible sólo fuera del capitalismo.

Y pretenden silenciarnos utilizando la censura

La censura y la represión a los comunicadores es una forma de guerra ideológica. Guerra imperialista de conquista, bandidaje y robo de la información. Sometimiento de la verdad en el reparto del mundo en colonias o territorios ganados por el capitalismo. En el desarrollo monopólico, estatal o privado, de la producción, distribución y consumo de información y comunicación capitalista habita el germen de la censura que es violencia también. Y cuentan con burócratas para cubrirse con mantos de legalidad. Es que la censura no sólo sirve para manipular conciencias privándolas de su libertad de información, también es un ejercicio de violencia financiada para sembrar terror y desmoralización.

Es un crimen no denunciar, no analizar y desenmascarar los estragos históricos del Imperialismo sus sirvientes y la censura que los caracteriza como expresión fascista. Es urgente que denunciemos hasta sus consecuencias últimas, la censura, directa o indirecta, expresa o solapada, impuesta o autoimpuesta, ideológica o económica… acunada por la descomposición fascista del capitalismo que, apoyado en policías de la conciencia, y de todo tipo, se dedica a reprimir, secuestrar y degenerar la información, la realidad, las ideas…

Sin haber comprendido las raíces económicas del Imperialismo, sin un diagnóstico profundo sobre sus implicaciones políticas o sociales y sin poner a la censura como uno de los enemigos principales de los trabajadores de la información y la comunicación, no alienada ni alienante, es imposible dar el menor paso, en el presente, hacia la supresión definitiva de toda censura y toda represión contra los trabajadores de la comunicación en particular y contra los pueblos en general. Exijamos mientras nos organizamos y viceversa: ¡Investigación y castigo contra quienes resulten responsables de los hechos denunciados. Investigación y sanción con intervención directa de los trabajadores y las organizaciones sociales. Investigación y sanción jurídica y política en manos de los trabajadores, también! Que no se repita.



[1] Informa por correo electrónico Carlos Mendoza, director de la productora Canal 6 de Julio en el Distrito Federal de México y quien invoca la solidaridad mundial para redactar repudios dirigiéndolos al e-mail de la sección Correo Ilustrado del periódico La Jornada: [email protected]