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Argentina: Cobos, no pero sí

Fuentes: Rebelión

En la madrugada del jueves 17 de julio, el proyecto gubernamental para establecer retenciones fiscales móviles sobre los ingresos por exportación de soja, girasol y trigo fue rechazado por el Senado gracias al voto negativo del vicepresidente de la República , Julio Cobos, frente a un empate de 36 a 36 senadores. Revisado por Caty R.

El asunto de las retenciones era puramente técnico, pero el intento de transformar una resolución en ley, tomó el cariz de un referéndum sobre la actuación de los Kirchner.

Lo que surgió como el intento de transformar en ley una resolución ministerial que establecía un impuesto a las ganancias desmedidas por el crecimiento exponencial de los precios internacionales de los cereales y oleaginosas (fundamentalmente la soja, que pasó de un precio internacional de 240 dólares la tonelada en noviembre de 2007 a 500 dólares en marzo de 2008), se convirtió en el fragor de las discusiones de un juicio al gobierno de los Kirchner. En efecto, el establecimiento de retenciones móviles sobre los ingresos por exportación sólo es un problema técnico. Habrá tiras y aflojas en cuanto a los porcentajes, pero las retenciones tienen un respaldo racional [1] y ya se aplican en 40 países [2].

Naturalmente, la alta burguesía ganadera se opuso y utilizó a los medios y a los congresistas venales desde el principio, aprovechando un serio error de la resolución que no hacía distingos entre pequeños, medianos y grandes productores, para movilizar a éstos a su favor, todo para defender su siempre patológica codicia. Pero la sorpresa para los que seguíamos el asunto fue la aparición de duras críticas al gobierno, pero por otras causas. Una de ellas es que pese a las proclamas de redistribución, la relación entre el 10% más rico y el 10% más pobre, pasó de 22 veces a 28 durante el período «kichnerista». La otra crítica que apareció fue la incesante búsqueda de más poder para el gobierno (el poder ejecutivo), con la excusa de que se deseaba aumentar el poder del Estado, tan minimizado por el neoliberalismo. Pero el Estado son los tres poderes, no sólo el ejecutivo.

La resolución 145 del 10 de marzo de 2008, del ministerio de Economía de Argentina estableció por cuatro años retenciones móviles sobre los ingresos por exportación de soja, girasol y trigo. Al ser atacada la resolución (su autor renunció como ministro de Economía), la presidenta optó por un proyecto de ley con los mismos fines. En su tratamiento en la Cámara de Diputados se corrigió el error que perjudicaba a los pequeños y medianos productores que, naturalmente, tienen una rentabilidad mucho más baja al no gozar de las economías de escala. Una vez aprobada pasó, tal como lo indica la Constitución , a la Cámara de Senadores.

En la madrugada del jueves 17 de julio, el proyecto fue rechazado por el Senado gracias al voto negativo del vicepresidente de la República , Julio Cobos, frente a un empate de 36 a 36 senadores.

Al votar «no», Cobos votó «no» a las ineficientes políticas redistributivas del gobierno, votó «no» al deseo de aumentar el poder desmedido del Ejecutivo; eso está muy bien. Pero lamentablemente votó «sí» a las ganancias desmedidas de los que ya tienen mucho y que patológicamente quieren más y más, y votó «sí» a las multinacionales, que son peores que la burguesía local -que ya es decir-; y son peores porque vienen a un país empobrecido a sacarle la plata que se podría usar para sus niños desnutridos, para que ellos, los CEO y accionistas parásitos coman más caviar.

En pocas palabras, Cobos cayó en una » looser position» (posición tal que, haga lo que haga, siempre pierde), cualquier decisión implicaba una traición a alguien. Si hubiera votado «sí» habría avalado la ausencia de políticas redistributivas y el aumento desmedido del poder del ejecutivo; al votar «no» optó por la oligarquía y las multinacionales, pero también contra la actual política del gobierno.

No había una salida airosa, todas eran perdedoras de algo, un samurai respetuoso de la tradición habría pedido un cuarto intermedio y se habría suicidado (Seppuku o harakiri).

Notas

[1] http://www.rafaela.com/portal/modules.php?name=News&file=article&sid=10013

[2] http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=995507

Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala (http://www.tlaxcala.es/), la red de traductores por la diversidad lingüística. Este artículo se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor a la revisora y la fuente.