Los responsables de los principales medios de comunicación chinos han anunciado la intención de las autoridades de materializar un proyecto mediático que va a consistir en el lanzamiento de nuevas cadenas de televisión y publicaciones chinas para fuera de sus fronteras. Según el diario de Hong Kong «South China Morning Post», Beijing está dispuesta a […]
Los responsables de los principales medios de comunicación chinos han anunciado la intención de las autoridades de materializar un proyecto mediático que va a consistir en el lanzamiento de nuevas cadenas de televisión y publicaciones chinas para fuera de sus fronteras.
Según el diario de Hong Kong «South China Morning Post», Beijing está dispuesta a invertir alrededor de cinco millones de euros en el desarrollo de sus medios de comunicación.
La televisión estatal CCTV, que dispone de cadenas específicas en francés y en castellano desde 2007, se prepara, según indicó a France Presse uno de sus responsables, para lanzar otros dos en árabe y ruso. «En setiembre pasado comenzamos a prepararnos para el lanzamiento de una cadena en árabe y pensamos hacerlo en setiembre (…) para lo que emplearemos a alrededor de cien personas que hablan árabe -añadió-. No tenemos que preocuparnos por el dinero, la CCTV lo tiene».
Esta cadena de televisión inaugurará este año su nueva sede en Beijing, una torre de aspecto muy futurista, símbolo de su poder.
Wang Chen, responsable de la propaganda china en el extranjero, explicó que con esta iniciativa China quiere «aumentar su capacidad de difundir, de influir positivamente en la opinión pública internacional y de establecer una buena imagen de la nación».
«Debemos esforzarnos en establecer un brazo mediático de alto nivel que cubra todo el mundo, que sea multilingüe, tenga una audiencia amplia, disponga de un gran volumen de información y de una gran influencia», explicó hace unos días.
Li Changchun, alto responsable encargado de cuestiones ideológicas, pidió en un discurso pronunciado el lunes que se realicen algunos esfuerzos en la promoción del Partido Comunista de China (PCCh) y de los éxitos económicos del gigante asiático.
Nueva imagen
«Tenemos que hacer ver al mundo entero la imagen de una nación fuerte y nueva», manifestó Li Changchun, citado por la agencia Nueva China.
«Queremos que nuestro pueblo saque pecho y diga: El hombre enfermo de Asia oriental no es China. El gran pueblo chino se ha levantado entre las naciones del mundo y China no es pobre, retrasada ni estúpida».
La agencia Nueva China -que dispone ya de un centenar de oficinas, muchas fuera del territorio chino- deberá también abrir nuevas delegaciones en el extranjero con el fin de mejorar la calidad de su información internacional, señaló uno de sus responsables que se identificó como Chen.
Prevé organizar el próximo mes de octubre, coincidiendo con el aniversario de la fundación de la República Popular China, una «Cumbre Mundial de los Medios de Comunicación», a la que piensa invitar a alrededor de 150 organizaciones de prensa extranjeras.
El diario «Global Times», volcado hacia la información internacional y perteneciente al área de influencia del «Diario del Pueblo», órgano oficial del PCCh, tiene previsto lanzar próximamente una versión en inglés, declaró a France Presse uno de sus redactores jefes. Sería el segundo diario chino, después de «China Daily», dirigido a un público anglófono.
China se prepara así para realizar un gran esfuerzo financiero en sus medios de comunicación, en un momento en el que muchos organismos de prensa en el mundo se enfrentan a graves dificultades económicas debido a la crisis financiera y a la competencia de internet.
«Es una ocasión (…) de reforzar la idea de que los medios de comunicación y los analistas se han equivocado con China», consideró Willy Wo-Lap Lam, sinólogo de la Fundación Jamestown.
Y quizá de evitar a China nuevos fiascos en materia de relaciones públicas, como el muy contestado recorrido de la llama olímpica por Occidente.