CNN, una vez más, demuestra que es la voz de los represores, de los usurpadores, de la barbarie / Evidencian que si a sus «amigos» les falla un golpe de Estado contra un presidente que lucha por los intereses de su pueblo, allí estarán ellos para manipular y legitimar lo que todos los países del mundo condenaron unánimemente
Mientras todos los países del mundo condenan el golpe de Estado en Honduras y desconocen al gobierno de facto que usurpó el poder el pasado 28 de junio, la CNN se encarga de darles voz, protagonismo y legitimidad a los golpistas hondureños.
Cuando se inició la conspiración entre los militares, congresistas, el fiscal y magistrados hondureños, el viernes 26 de junio, CNN dedicó toda su programación a la muerte de Michael Jackson, como si más nada estuviese ocurriendo en el mundo o como si un golpe de Estado contra un gobierno legítimamente constituido, fuera menos importante que la muerte de la estrella del pop, icono de la vergüenza étnica.
El pasado 28 de junio, como no tenían otra muerte que los excusara, cambiaron de plan. Pasaron del silencio informativo a la legitimización de los usurpadores.
Ese domingo, a las 10:00 am, cinco horas después del golpe de Estado, CNN entrevista al fiscal que participó en el golpe y le permitió repetir, una y otra vez, que fue una acción legal, porque según él, «el Presidente se quería perpetuar en el poder, porque tenían que salvar a Honduras del chavismo y porque era inconstitucional efectuar la encuesta de opinión pública que propuso el presidente Zelaya».
Antes de seguir preguntando y sin querer ahondar mucho en los hechos, el presentador de CNN, le expresa al fiscal golpista «su más profundo respeto» y le pide que entienda que él es periodista y que debe hacerle distintos tipos de preguntas, algunas quizás incómodas.
Horas más tarde, CNN es una de las primeras cadenas de noticias en difundir la falsa renuncia del Presidente Zelaya. La mentira les duró pocos minutos, porque el propio presidente hondureño en una entrevista que les concedió, confirmó que nunca renunció al cargo que su pueblo le dio.
La CNN, que se vende como defensora de la libertad de expresión y los derechos humanos, calló y sigue callando descaradamente sobre la situación en Honduras. No dice absolutamente nada sobre las represiones de las que han sido víctimas los ciudadanos que exigen la restitución de su presidente. Ni una sola denuncia por la violación a los Derechos Humanos y constitucionales, perpetrados por el gobierno de facto. Ni un solo comentario sobre el secuestro de la canciller Patricia Rodas, y otros funcionarios del gobierno de Zelaya; y ni una sola información sobre los desaparecidos, como es el caso del alcalde de San Pedro de Sula, Rodolfo Padilla Sunseri, quien fue detenido por militares un día después del golpe y de quien todavía se desconoce su paradero.
El cierre arbitrario y violento de los medios de comunicación estatales y alternativos no generó en su programación el más mínimo debate. Sobre este tema se conformaron con entrevistar al canciller de facto, quien dijo que «las fallas que presentan los medios estatales es por el saboteo del anterior gobierno». A la CNN le pareció convincente el argumento y copió textual sus palabras en el insert (generador de caracteres) de la pantalla. Pero los medios estatales y alternativos hondureños no es que presentan fallas desde el golpe de Estado, es que fueron cerrados a punta de fusil.
Esa tarde pudimos apreciar cómo los militares cerraron violentamente la televisora estatal hondureña, Canal 8. También fuimos testigos de cómo de un momento a otro interrumpieron las transmisiones de Radio Globo Honduras, el único medio, aparte de teleSUR, que nos permitía conocer la realidad de los hechos. Supimos que la habían cerrado porque de un momento a otro se interrumpió la programación y colocaron hasta el día siguiente un hilo musical. Intenté durante varias horas comunicarme con los compañeros de la emisora, pero fue en vano. Nadie contestaba.
Dos días después, su director, David Romero, nos confirmó el cierre de la emisora y nos contó que para salvar su vida de los militares, que entraron de manera agresiva y fuertemente armados, tuvo que saltar de un tercer piso. Hoy David tiene serias fracturas en varias partes de su cuerpo.
Como si fuera poca la manipulación mediática, este martes 30 de junio, CNN decidió partir su pantalla en dos y desestimar la importancia que tenía la intervención del Presidente Zelaya en la ONU. En el insert colocan «Zelaya habla en la ONU. En Honduras se manifiestan en su contra». Nada más alejado de la realidad. Fue teleSUR quien los desenmascaró. Mientras ellos transmitían a los golpistas reunidos en las afueras del Palacio Presidencial e identificaban a Roberto Micheletti como Presidente de Honduras, teleSUR mostraba cómo centenares de hondureños exijían en las calles el regreso del presidente que eligieron democráticamente y cómo fueron reprimidos por pedir el retorno del orden constitucional.
El descaro los hizo llegar tan lejos, que esa misma tarde del martes 30 de junio, CNN repitió hasta el cansancio que la fiscalía hondureña emitió una orden de captura contra Zelaya para que la Interpol lo detuviera en cualquier parte del mundo. ¿Pero en qué planeta vive CNN? ¿Cuál orden de captura puede emitir un gobierno de facto que no es reconocido en ningún país del mundo? ¿Cómo CNN se permite hacerse eco de semejante barbaridad? ¿Cómo se atreven a desafiar las leyes internacionales y legitimar a través de sus pantallas a un gobierno de facto? Como lo hizo ayer en la noche su periodista, Daniel Viotto, cuando entrevistó a la usurpadora Ministra de Finanzas.
CNN, una vez más, demuestra que es la voz de los represores, de los usurpadores, de la barbarie. Evidencian que si a sus amigos les falla un golpe de Estado contra un presidente que lucha por los intereses de su pueblo, allí estarán ellos para manipular y legitimar lo que todos los países del mundo condenaron unánimemente.
Los pueblos nunca olvidarán. La historia nunca los absolverá.